Mal dia para buscar

28 de enero de 2009

Eritrofobia: haz lo que vieres.

La sabiduría popular, que normalmente tiene razón, proclama: "Allá donde fueres, haz lo que vieres". Además sé que existe una página en flickr con miles de fotos sujetando la maldita torre.

Hay determinadas actividades que si no se realizan, aunque sean el grado máximo de la vulgaridad, no tienen sentido. Una es hacerse la susodicha foto, otra puede ser no hacer casar tu vestimenta con tu edad, llegar tarde a los 17, tirarse a una fea, agarrarse una borrachera a Vodka, dormir en un coche, hacer café con un calcetín, ver una peli de Paco Martinez Soria, cantar con los amigos en un karaoke a partir de las 5, fumarse un puro tragando el humo, conducir más rápido, pisar los charcos, viajar sin dinero...

Todas son actividades que nos enriquecen y que en determinados momentos vistas desde fuera son absurdas y aunque creo positivamente que hay que pasar por ellas, o por lo menos por alguna de ellas (ya que yo no las he vivido todas, pero sí otras) la realidad es que me produce sonrojo analizarlas.

Se define la eritrofobia (del griego erythros, rojo: erythrophobia) como el enrojecimiento facial inmotivado y excesivo. Más o menos derivado de "la fobia social caracterizada por reacciones de vergüenza frente a situaciones sociales: ser el centro de la atención, miedo a ser observado y a ser evaluado" y ser consciente de este asunto hace al sujeto alejarse de las situaciones que puedan generar dicho problema.

Es complicado y decepcionante descubrir como resguardarse en la actitud de la mayoría te hace superar esta enfermedad. Contar el mismo chiste que todos, hacerte la misma foto que todos, ver el mismo programa que todos, aunque te convierta en un gilipollas, no te hará sentir fuera de lugar. Las personas menos originales suelen ser fieles a su equipo de fútbol, su partido político y nunca han pensado que otra solución pueda ser factible. Y les suele ir bien porque hacen lo que se supone que deben hacer.

Si tienes eritrofobia, no lo dudes, haz lo que vieres. Te convertirás en uno más, pero menos sonrojado.

Y si no haces lo que vieres siendo consciente de la realidad, estarás un paso por delante del resto, pero te van a mirar mal. Remember: A y B.

Yo dejé de sonrojarme cuando me dí cuenta que nunca iba a ser "uno más" y eso me iba a traer problemas (porque en esta sociedad establecida quien se sale de la norma suele ser socialmente castigado). Así que éste no es un consejo para todos (ni para los altos, ni para los bajos, ni para los de aquí, ni para los de allá...).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

brillante

Sofia

Ivan Moldes dijo...

Pero si tú te sigues titando a feas...

pesimistas existenciales dijo...

¿cuando? ¿donde? ¿de que manera? ¿cuantas veces?.... que no , chatungo, que no... que ya ni me acuerdo...

Anónimo dijo...

Somos tantos los distintos que al final los raros van a ser los convencionales. Eso les hará raros a ellos y convencionales a nosotros.

Me da igual.

reniegu dijo...

Muy bien, al final deseamos tanto ser diferentes que volvemos a ser iguales pero con un recorrido más complejo. Al final se trata de apariencia, es decir, de cómo me muestro, qué imagen doy y cómo quiero que me valoren en función de lo que muestro. Después de arduos años de trabajo haciendo el troglodita mientras intentaba no serlo tanto como los demás he conseguido perder años cargándome de complejos y catalogaciones sobre lo que es pijo, menos pijo, irrisorio... y al final te das cuenta que estás donde el resto, ni más ni menos que los demás(eso sí con más inútiles quebraderos de cabeza que los que la vida te exige).

ilu dijo...

Como mola ser diferentes ehh, ir contra las normas establecidas, sentarse por encima de los pobres borregos que siguen todos el mismo camino, ser un incomprendido...ja ja

Yo parto de la base de que todos somos distintos, pero que todos y digo todos, tragamos con muchas cosas que no deberíamos.

Uno es como es y cuando pretende ser especial deja inmediatamente de serlo, la gente especial o distinta lo es y punto, no lo busca.

Y me gustaría saber en que se sale usted de la norma y que castigo le ha impuesto la sociedad.