Mal dia para buscar

31 de enero de 2013

Quique y los conserjes

En 1998 conducía por el bilbaino barrio de deusto. En la radio sonaba RADIO3 y comentaban una entrevista con un chaval de 24 años que había sacado un disco. "Me encantaría sonar como una mezcla de Burning y Van Morrison"- decía respondiendo a las preguntas. Pensé que era una mezla absolutamente presenciosa pero después sonó "Conserjes de Noche"
Así que no tuve más remedio que comprarme el disco y esperar al 2001 para que llegara a mis manos el Salitre 48, que es una barbaridad redonda con un grupo de canciones en las que "Rompeolas" resulta ser la canción perfecta para poner a esa chica con la que ya no estás pero a la que añoras cada 28 minutos, sobre todo el la versión que hacía en directo con esa banda que llevaba consigo y en algún concierto en el que terminamos con Quique tomando una cerveza en algún bar pequeño de alguna pequeña ciudad y saludando a su novia mientras le acompañaba.
"Ahora ya no puedo prestarte mis alas, ni subirte la falda, ni follarte con vicio...." cantaba mientras Carlos Raya, sentado a un lado del escenario, sacaba nostalgia de alguna canción. En el 2002, como si se intentara volver en una estrella a un artista, salío "Pajaros Mojados". Era un disco más fácil, con un single facilón. Aún así en el corte 4 brillaba, con luz propia, "Pequeño Rock and Roll" (que fue un acierto cantarla con Bunbury en 2006)
Después llegó Kamikaces Enamorados, La Noche Americana, Ajuste de Cuentas, Averia y Redención, Daiquiri Blues... que sí, que son discos correctos pero tienen, desde mi punto de vista, un giro al sosísimo y repetitivo sonido de Pereza (que quieren ser los más malos de un barrio rico) con letras que empiezan a no sonar a verdad y solo con algunos momentos de lucidez instrumental que recuerdan a entonces. Dice un crítico musical que conozco que Quique Gonzalez es un buen artista que sacó su mejor canción en su primer single. Yo le digo que "Conserjes" es demasiado buena. Me dice que sí.
Esta es la mejor versión que he oido de esa canción (8 minutos de directo en Acualung):
El dia 19 de Febrero sale "La Delantera Mítica", que es el nuevo disco. El single suena a carretera americana con un airecillo a la plaza Santa Ana de Madrid y una letra sin substancia fagocitada por un buen sonido. Yo llevé, como un fan estúpido y adolescente, un montón de letras mediocres en 2003 para dárselas a Quique si volvíamos a vernos en un bar y charlar un rato en el último concierto en que le vi. No se las di porque me puse una camiseta de la gira de Salitre48 que me compré a la salida de un concierto en 2001 y creí que parecía un fan demasiado condescenciente. Le dije: "tiene que ser jodido que un tipo mayor que tu lleve una camiseta tuya". Se sonrió. Me marché, aburrido y decepcionado, a mitad de un concierto que parecía una acampada donde un tipo canta canciones para emocionar a las chicas al abrigo de una hoguera.
Claro que alguien que ha parido "Conserjes de Noche" y el discazo "Salitre 48" siempre merece una escucha. Aunque hayan pasado 12 años desde aquello, Burning sigan sonando fantásticos y Van Morrison sea un semidios.

30 de enero de 2013

La psicología de los jugadores de fútbol

Los jugadores del Athletic Club de Bilbao, hartos de perder y arrastrarse por los campos de juego durante parte de la temporada, hicieron un glorioso partido de balompie el domingo pasado infLingiendo al Atlético de Madrid tres goles como tres soles. Ante tal cambio de actitud y rendimiento los sesudos medios deportivos de este pais se han preguntado cual era el motivo de tal alteración. La respuesta, según algunos, fue la brillante idea del entrenador de contratar a un buen conocido mio, El Mago Oliver, para que les hiciera unos trucos de magia en una sesión privada.

Supongo que es, más o menos, llevar a los niños al circo para ver si así sacan mejores notas.

La psicología de los jugadores de futbol supongo que siempre merece un trato aparte. No son personas normales, y cuando digo normales quiero decir que sean de ese tipo de sujetos que, casi como la mayoría, se dejan los cuernos dando el máximo de lo que tienen para sobrevivir hasta fin de mes. En muchos de los casos son niños semi prodigio que atesoran dinero, coches, mujeres y adulación pública desde que tienen conciencia de si mismos. Hablo, obviamente, de los que llegan a primera desde las categorías inferiores.

Pep Guardiola dió un golpe de gracia con un video emocionante proyectado antes de la final de la copa de europa y los periodistas deportivos, asombrados y emocionados, dijeron que era algo digno de un gran lider cuando, al verlo, parece el trailer de la nueva versión catalanista de Evasión o Victoria.

Hay un chiste de psicólogos que empieza con un psicópata, un narcisista y un tipo maquiavélico que entran en una habitación. Si un trabajador de la construcción, un oficinista y un futbolista entraran en un bar lo más probable es que una ronda la pague el primero, otra el segundo y el tercero les firme unos autógrafos después de que le recuerden durante las dos copas lo estupendo que es.

Cuando suponemos que un grupo de ultrapagados postadolescentes rinden más debido a empujones psicólogicos de la capacidad de un cacahuete creo que algo sigue funcionando fatal por mucho que el beneficiado sea un colega como el Mago Oliver.

Si mañana me compro un Ferrari mis vecinos apostarán seguros porque soy un ladrón o un traficante de drogas. Si de ese mismo Ferrari sale un goleador o un defensa central de primera, les parecerá normal. Si sale un premio nobel, no sabrán quien es.No conozco a ningún premio nobel con Ferrari.

Supongo que lo próximo será ponerles, en las sesiones de entrenamiento, capítulos de los Fruitis o al Conde Draco contando goles. Ya se sabe: psicología infantil con los tintes dramáticos de un mal trailer, psicología del arquetipo de los jugadores de fútbol.

28 de enero de 2013

Las pajas de España. Las vigas extranjeras

Cuentan que Jose Maria Escrivá de Balaguer se jactaba, en alguna comida de la Obra, de que las mujeres que atendían sin dirigir palabra alguna a los comensales tenían titulación académica y que eso era una prueba de su fervor por aquello que realizó a base de los esfuerzos de los demás y una polémica canonización posterior.

El uno de los últimos artículos sobre la juventud española en el extranjero Bloomerg se jacta de la cantidad de españolitos con título que se dedican a sobrevivir sirviendo ensaladas en los McDonalds de Londres. Supongo que se los sirven a esas adolescentes británicas que, pecosas, orondas y entradas en carnes, se quedan preñadas a los 17 solicitando un piso a la vez que se van con sus niños a jugar a las máquinas tagaperras que abundan en la costa del Reino Unido. Supongo que también sirven hamburguesas a los borrachos indecentes que se van a Salou a tirarse por los balcones o que, en el caso de que el español en cuestión haya emigrado a EEUU, sirven patatas fritas a alguno que, dentro de un rato, sacará un kalasnikov en medio de una escuela y se liará a tiros con todo aquel que encuentre por su camino.

He de suponer también, por mucho que se diga lo contrario, que el español en cuestión se tendrá que pelear por alguno de esos trabajos de mierda que pagan 400€ al mes por tener las cifras del paro bajas en Alemania mientras los jubilados alemanes van comprando, poco a poco, la isla de Mallorca. O quizá , si alguno es más intrépido que Frank de la Jungla, el españolito en cuestión servirá bebidas azucaradas a algún Taiwanes de esos a los que no les importa que sus niñas sean el fruto prohibido de la pederastia mundial. Eso mientras en Taiwan se ríen de lo que suponen que estamos viviendo en España.

Hace unos meses el NY Times hacía un reportaje sobre la pobreza de España cuando miles de personas vagan por la basura de Nueva York buscando en los cubos alguna reminiscencia del milagro americano, ese que no se moviliza por la sanidad pública porque no la tiene.

A nosotros, incluso, nos gusta pensar que en Grecia están peor o que Portugal se va a ir a tomar viento porque eso nos hace pensar que aunque la cosa está mal, siempre podría estar peor (podría llover). Nos gusta, también,  adorar a sociedades como la Islandesa, que tiene el tamaño de Barakaldo y que , en este periodo de tiempo, se ha corrompido, se ha enajenado, ha dicho que no va a pagar a nadie que no sea islandés y ha eruptado un volcán bloqueando a toda Europa. También nos gusta pensar que podemos ser  Noruegos o Finlandeses, pero omitiendo que los dos paises son más pequeños que Madrid y hace un frío que pela.

Pero lo curioso es que más de uno, cuando nos tratan como si fueramos una banda de imbéciles, les da la razón. Más de uno, cuando nos dicen que somos unos vagos y unos ladrones, les da la razón como si  por el mero hecho de ser birtánico, frances, aleman, chino, japones o americano del norte, fueran mejores personas.

En el metro de Madrid hay rumanos con dos carreras que sobrevien tocando el violín. En la costa del sol habitan pederastas británicos con título universitario y buscados por la Interpol. Yo vendí hoy un par de cartuchos de tinta a un profesor canadiense jubilado que no cambiaría España por nada desde que vino a dar unas charlas en los años 90.

En el mundo actual las gentes emigran. Ayer alguien se fue a Dubai desde mi barrio para vivir la aventura de su vida. Más de un amigo se fue a Mali buscando su sueño y algún otro se marchó a Rusia, a UK o a donde les apetezca. Eso no quiere decir que seamos unos mierdas. Ni siquiera quiere decir que el flujo migratorio sea en una sola dirección y, por supuesto, no quiere decir que seamos ladrones, idiotas o una generación perdida. Hay árabes, negros, alemanes, británicos, franceses, americanos y chinos en tu mismo barrio. Unos tienen títulos y otros no. Y hay españoles sin título que mandan, por mérito propio, en empresas importantes de todo el mundo de la misma manera que hay finlandeses con dos máster que sirven pizzas en Alcorcón.

Estamos perdidos el dia en que creamos ciertas todas las infamias sobre nosotros y nuestra juventud, sobre lo que hemos logrado y lo que lograremos.  Estaremos perdidos, como un esclavo que cree que el blanco es mejor, el dia que creamos tantas mentiras que vienen de algunos que, como el dicho, tienen una viga en sus ojos.

Por mucho que España sea un pais de pajas, y no hablo de ningún reality, sino de lo mucho que solucionar. Como todos los países. De eso no se libra ninguno.

Si hay una generación perdida es una generación global.

27 de enero de 2013

¿Lloran los valientes?

A veces me pregunto si acaso, en la soledad de su alcoba y en ese momento de reflexión personal en la que se busca la parte de arriba del pijama, los gobernantes lloran. Me pregunto si acaso los grandes directores de las compañías que gobiernan el mundo y la explotación de la naturaleza se paran a pensar por un segundo en las implicaciones de sus actos o si solamente hacen un calculo mental de los votos o las ganancias que obtendrán con unas u otras decisiones.

En realidad lo que me pregunto es si acaso para ascender en la escala de la sociedad que hemos creado y en la que hemos querido poner a personas a las que hemos otorgado poderes de superheroes lo que hay que aplacar, como quien aplaca la ira o las lágrimas, son los sentimientos o la inteligencia.

Sin embargo creo que sobre nuestras cabezas no damos la más mínima oportunidad al cambio de parecer o a la aceptación del error. Necesitamos radicales al frente de nuestras inquietudes, como si la mera determinación haga al personaje más fuerte para que pueda decir que fue honesto de principio a fin. Nos encantan los gritones y hemos reducido a los teóricos a las cuevas de la reflexión. El siglo XX y lo que llevamos de XXI está lleno de triunfos populistas.

Ayer hablaba con un amigo, perroflauta convencido, sobre las personas y el mundo, sobre esas cosas que tienen que ver con la manera de sentir de la masa y la forma en la que todo eso nos afecta como individuos. Me decía, en ese juego que tiene siempre de desautorizar mis argumentos desde la base, que siempre intento basar mis quejas en una critica hacia los demas buscando el punto en el que el enemigo parezca tonto, como si eso desautorizara cualquier consideración posterior del mismo enemigo. Me preguntaba, para después acuchillarme dialécticamente, si era capaz de nombrarle a dos personas a las que yo no considerara estúpidos. Busqué dos. Uno es Ander y otro Santi. Eran compañeros en el colegio y coincidi con ellos en una cena de antiguos alumnos. Los dos tienen en común ser de esas personas que sorprenden cuando hablas con ellos dando por igual el tema que sea porque su brillantez mental es espectacular. Sin embargo, le decia, ambos son dos tipos que no son militantes. Es decir, que son dos personas que no te les encontrarás en una manifestacion ni gritando contra una situación injusta en medio de la calle. Son dos tipos que se dedican a solucionar sus problemas y que pueden ayudarte en el planteamiento de la verdad que te ronde por la cabeza, da igual que sea la manera más correcta de freir un huevo o la carga de materiales en la construcción de un puente.

Mi amigo me dijo, entonces, que las personas que no hacen nada no son personas admirables porque les falta valentia. Yo le respondi que una faceta maravillosa de los seres inteligentes es no abandonar nunca la posibilidad de admitir que quizá se equivoquen y que toda esa banda de gritones y psicóticos manifestantes que han dividido su cerebro en buenos y malos no pueden proporcionar la inteligencia que necesita el mundo. "Ahí tenemos nuestro punto de partida irreconciliable"- me dijo.

Supongo que la verdad está en un punto intermedio entre lo que él piensa y lo que pienso yo, aunque en las discusiones siempre hay que irse a algun extremo del cuadrilátero porque, si no lo haces, no existe el momento adrenalínico de la discusión. La verdad no está en el bando de los más valientes, quizá tampoco en el lado de la inteligencia, sino en algún tipo no muy listo que sea capaz de hacer algo con una prudente valentía.

Supongo que, si los problemas fueran muebles del ikea, la verdad está cuando despliegas el manual en el suelo, separas los tornillos, organizas los tablones y empiezas a hacer cosas hasta que la conjunción astral del cerebro y las manos terminan pariendo un mueble barato con diéresis. (Que es mejor que nada y peor que el mueble que quisiste tener)

La creación de esa sociedad nueva que va apareciendo resulta ser un trabajo en común donde la parte teórica y práctica se respetan para la consecución de un objetivo. Olvidar a cualquiera de las dos en medio de un discurso sin hechos al abrigo de un mitin o en una manifestación multitudinaria sin discurso plausible es una pérdida de tiempo por la que algunos, probablemente los menos, llorarán en sus alcobas mientras buscan la parte de arriba del pijama.

Quiero estar convencido que los gobernantes lloran pero que alguien les ha enseñado, casi como nos enseñaron erroneamente a los niños de mi generación, que no se pueden demostrar las flaquezas en público porque el público nunca será capaz de entenderlo.

Y sí, ahí estoy llamando tonto al público y mucho más a sus valientes que no son capaces de llorar, ni de pensar.

26 de enero de 2013

Animalillos animados

Nunca entenderé la devoción absoluta del ser humano hacia los videos de gatos en internet.
Sin embargo reconozco que algunas de las animaciones con animalillos siempre me hacen gracia...
Desde el cocodrilo gordo que intenta comer un flamenco:
Pasando por ese antiguo anuncio de la Llama que Llama:
Recordando a Scratch:
Volviendo al grandisimo (temporada de patos, temporada de conejos) de 1976:
Sin olvidar el "proyecto rosa":
O aquel corto de animación que obtuvo un oscar:
...cualquier capitulo del correcaminos:
En realidad todo viene por un anuncio de VW en el que un perro se cree un golf.
Porque supongo que los compradores de coches nos seguimos sonriendo con los mismos chistes de nuestra infancia.

25 de enero de 2013

Irascibles

No me lo voy a inventar.

Conducía por calles urbanas, de esas que tienen unos dispositivos luminosos también llamados semáforos que están dispuestos para la regulación del trafico tanto de vehiculos como humanos. En mi frente una luz verde esperanza me permitía ese momento de felicidad automovilística que permite llegar a meter segunda en medio de una gran ciudad. A los lados, casi como si fueran los espectadores de una cabalgata, los peatones esperan gastando su tiempo en sus pensamientos y en sus móviles como si hicieran algo que pudiera ser virtualmente importante. De repente, haciéndose un hueco entre ellos, una silla de ruedas motorizada se abalanza sobre el asfalto, poniendo a prueba mis frenos. Sin dejar de empujar la manilla del brazo de la silla me mira y me grita, según se alejaba y haciendo honor al efecto doppler: "¡gilipollas, que soy minusválido!" (aunque debería de haber gritado que es minusválido y gilipollas, que no es lo mismo).

Dicen que la situación de tensión que vivimos es algo que nos afecta en nuestro día a día. Estoy convencido de ello y de que estos dias grises en los que no para de llover y la luz se convierte en un bien escaso nos afecta profundamente en la manera de relacionarnos con los demás. Las señoras se cuelan en el metro y los jubilados siguen cruzando por donde les da la gana esperando que les atropelles para acabar de golpe con este frío invierno. Los adolescentes van a su ritmo sin hacer absolutamente nada por un futuro he les han dicho desde todas las cadenas y todas las redes sociales que no tendrán y los sueldos cada vez más míseros se clavan en las espaldas de los que se encogen de las gotas que les oxidan las gabardinas de hace tres temporadas.

La mayoría intenta engañar a su seguro para ver si puede recuperar parte del poder adquisitivo perdido y el pequeño comercio se ha convertido en un reino del regateo que no se merece el pequeño comerciante que sufre tanto como tu y menos que El Corte Ingles.

Es un dato cierto que el juego del escondite es el único que es común a la infancia de absolutamente todas las culturas de la tierra y, sin embargo, cuando tenemos que salir de la cueva en la que nos escondemos parece que el enemigo es el congénere, al que gruñimos como un perro cuando te acercas al bol con su comida.

Estamos alterados, molestos, enfadados, irascibles. Hay gritos en la frutería, en la cola del paro, en las cajas del Zara. Parece que vivimos considerando ese momento en el que nos vayan a sodomizar como si la comida fuera escasa, las sonrisas amenazas y los abrazos estén prohibidos. Parece que el vecino que deja la puerta del portal abierta deba de ser apaleado por la junta de la comunidad y, si no lo hace, sea un tremendo caso de prevaricación donde los ricos y los poderosos te pisan como el pobre hombre que has asumido que eres.

Lo has asumido porque te lo han repetido más veces que un mal eslogan publicitario pero, al igual que la publicidad, no tiene que ser verdad. No éramos tan buenos ni nos queríamos tanto antes y no somos los hijos de perra que creemos ser ahora, por mucho que nos gritemos o nos denunciemos a diario. Dicen que la mitad de los parados sienten esa punzada de la depresión y el desanimo que se tapa con gruñidos.

Lo más curioso es que nos gritamos entre nosotros mientras los que se merecen nuestros gritos y nuestras babas llenas de rabia se quedan en su casa viendo como nos vamos destruyendo.

Quizá es porque en la guerra moderna los coroneles se quedan en los cuarteles.

23 de enero de 2013

Mega y los ladrones

El gordo ese que se hizo rico a base de dejar que la gente utilizara cierta infraestructura para piratear todo lo que pudiera (y que algunos lo llamaron "cultura libre") ha cogido parte de su tremenda fortuna para lanzar un nuevo portal que es básicamente lo mismo pero con la estrategia legal de que las contraseñas son de cada usuario, motivo por el cual se supone que cada uno se responsabiliza de lo que sube a ese lugar casi angelical que se denomina "la nube" y no es más que un conjunto de ordenadores que se quedan tus fotos, tus películas y tus cosillas por si se les ocurre la manera de comerciar con ellas. Más o menos como facebook pero con copyright, como dropbox pero a lo bestia, como google drive o skydrive pero con unas supuestas malas intenciones.

Lo curioso de todo esto es que todos aquellos que jamás se van a gastar ni un euro en cultura de la manera convencional ya se han hecho una cuenta premium por lo que pudiera pasar, engordando las cuentas del tipo en cuestión que tiene, entre otros triunfos, haber sido el nº1 mundial en el counter strike online (siendo un cheater, según cuentan). (cheater=tramposo)

Y han llegado a saturar de peticiones, con sus correspondientes pagos bancarios, el servidor

Personalmente me resulta un ejemplo de la hipocresía humana pero, al comentarlo, sufrí este momento casi irrisorio:

Así que me tuve que callar.

22 de enero de 2013

Be yourself

SOMEONE FALLS TO PIECES / SLEEPING ALL ALONE, SOMEONE KILLS THE PAIN / SPINNING IN THE SILENCE / SHE FINALLY DRIFTS AWAY / SOMEONE GETS EXCITED IN  A CHAPEL YARD / AND CATCHES A BOQUET / ANOTHER LAYS A DOZEN / WHITE ROSES ON A GRAVE  / AND TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO

SOMEONE FINDS SALVATION IN EVERYONE / ANOTHER ONLY PAIN / SOMEONE TRIES / TO HIDE HIMSELF / DOWN INSIDE HIMSELF HE PRAYS / SOMEONE SWEARS HIS TRUE / LOVE UNTIL THE END OF TIME / ANOTHER RUNS AWAY / SEPARATE OR UNITED / HEALTHY OR INSANE

AND TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO/ TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO

EVEN WHEN YOU´VE PAID ENOUGH /BEEN PUT UPON OR BEEN HELD UP / WITH EVERY SINGLE MEMORY OF  / THE GOOD OR BAD, FACES OF LUCK / DON´T LOSE ANY SLEEP TONIGHT / I´M SURE EVERYTHING WILL END UP ALRIGHT / YOU MAY WIN OR LOSE

BUT TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO, EH / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO, EH / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO / AND TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN  / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN  / TO BE YOURSELF IS ALL THAT YOU CAN DO

Audioslave. 2005.

21 de enero de 2013

Tú no puedes encajar la verdad

Tú no puedes encajar la verdad!" - le gritaba un grandísimo Jack Nicholson a Tom Cruise en el interrogatorio final de Algunos Hombres Buenos. Lo decía con la absoluta certeza de que la verdad, como un componente global y completo, blanco y puro, exacto y textual, tiene siempre componentes que, en este mundo de meritorios (que no de merecedores) lo convierten en algo gris. "Dime que me vas a querer siempre" es lo mismo que pedir que mientas porque algún día, después de que te haya castigado con el peso de su pierna sobre la tuya, lo único que deseas es dormir solo de la misma forma que alguna noche quieres vicio y ella besos. Hay momentos en los que sonries en una visita a sus amigos en vez de jugar, como un adolescente con demasiados años, a un videojuego. La verdad, como la sinceridad, se compone de la parte de certeza que nos resulta incómodamente gratuita.

Sin embargo en este hipócrita escenario en el que la verdad se supone que se acepta por dolorosa que sea (pero se castiga cuando es dolorosa) asistimos a puestas en escena políticas en las que se gritan palabras como justicia, responsabilidades y verdad de una forma tan elocuente que, para algunos, no suponen más que una liberación en vez de una amenaza.

Y la verdad, por su propia definición, es siempre una amenaza.

La semana pasada el gobierno argelino, en vez de sentarse a charlar amigablemente sobre el motivo por el que un grupo de terroristas se habían atrincherado en una planta de gas con unos cuantos rehenes extranjeros (que son los que cuentan) para ver si podían llegar a una solución, lanzaron unas cuantas bombas llevándose por delante casi todo lo que pudieron y zanjando la crisis en un par de días. Recordé un libro que subtitula "¿Por qué vendemos democracia a cambio de seguridad?" y que responde a todos esos que, en medio de una cerveza, proclaman la falta de valentía de los jueces y los políticos, los empresarios y los policias... "esto lo arreglo yo con un buen par de hostias". Lo que se les olvida es el hipotético caso en que las hostias se las den a ellos y les encanta gritar, cuando las cosas no salen como debieran, que aquel gobierno, aquel novio o aquel supermercado, les engañó ocultando la verdad.

La verdad, en el siglo XXI, empieza a ser un componente de confianza. Importa más que lo hagas que cómo lo hagas. A los muchachos de las olimpiadas de Londres se les olvida añadir, dentro de la verdad, los sobornos para conseguir aquellos juegos y , sin embargo, se sienten orgullosos de haberlos organizado. A los organizadores de los viajes de alcohol y vicio se les llena la boca con el sol y las playas de Salou, con las grandezas culturales de los festivales de música moderna de la España contemporánea. A mi se me olvida, lo reconozco, la redondez de algun culo al describir a alguna amiga porque sé que si añado ese componente de la realidad la verdad no me hará precisamente libre y es más que probable que la verdad termine siendo un castigo mucho más que una liberación, por mucho que nunca haya estado en mi mano.

"¿Eres tú John Wayne o lo soy yo?"- admitió el recluta bufón, el mismo que fue premiado por admitir la verdad cuando aseguró que no creía en la virgen María. En la vida real admitir verdades, acertadas o no, no tiene ningún premio.

Reconozcámoslo: la verdad se ha convertido en un arma en contra de quien la ejercita. Si apareciera el lider del gobierno, el rey, dos jueces o el señor de la oposición admitiendo un error basado en una verdad, los lobos del enemigo se lanzarían como bestias salvajes a la yugular con el fin de despedazarlo. Si no aprendimos a agradecer la verdad y a perdonar los errores es complicado que alguien pueda valorar las ventajas de funcionar con valores absolutos que nunca van a ser recompensados.

"Soy un cabrón, un corrupto. Lo admito. Me he lucrado y estoy dispuesto a cumplir la pena. Aquí está el dinero que me llevé." ¿Votaríamos a ese político?

"Lo reconozco. Te engañé. No me di cuenta de todo lo que te quise" Nunca más volví a saber de ella. (es un ejemplo novelado). Tengo más de un conocido/a, engañador/a sexual profesional, que repite continuamente lo mucho que ama a su mujer/esposo y lleva varios años de matrimonio feliz.

Dime ahora para qué vale la verdad hoy en día por mucho que algunos, en sus atriles y en sus alcobas, la pidan como un valor absoluto o como un eslogan de un mal anuncio publicitario de esos que tienen un asterisco que puntualiza lo que te encantaría creer que es cierto.

Pd: La verdad no es lo cierto, es la creencia.


18 de enero de 2013

Los retos imposibles, la culpa y la balanza

Hace bastantes años conocí a una chica de cuerpo escultural y amplia sonrisa. Me invitó a ir a la playa y recuerdo una erección adolescente en el momento aquel que se sumergió en el agua, se quitó la parte de arriba del bikini y me abrazó con sus redondos y turgentes pechos. Después, secándose ella sobre la arena y quemándome la espalda yo, me propuso ir a tomar algo. Acepté con la condición de pasar por casa a cambiarnos de ropa. "Por supuesto"- me dijo con aquella sonrisa. Al llegar a casa yo me apropié de la ducha y me llevé mi muda. Mientras el vapor iba apropiándose de todo la puerta se abrió y ella se desnudó completamente para acercarse a mi lado. Me besó con cuidado y me dijo al oido: "¿donde tienes los análisis de sida y venéreas de esta semana?". Me quedé quieto. "No los tengo. Mucho menos de esta semana"- respondí. "Nunca pensé en copular esta semana"- añadí. "Lo que tengo son condones en la mesilla de la cama"- completé con una sonrisa pícara. "Veo que no sabes lo que puede pasar"- me dijo frontándose. "Ya, pero no me hago análisis semanalmente... tampoco tengo relaciones semanalmente...bueno, ni mensualmente... a veces ni semestralmente..."- dije mientras descubrí que aquello no podía salir como mis hormonas deseaban. "Es una pena"- me dijo casi a la vez en la que yo salí de la ducha y ella se quedó allí, gastándo mi gel.

No he de confirmar, por lógica, que jamás volvió a darse aquella situación aunque puedo certificar que estaba sanísimo.

En realidad ese no es más que un ejemplo novelado de todas esas veces en las que se ponen barreras tan altas que es imposible franquearlas. Una empresa que pide una persona de menos de 25 años con carrera y cinco de experiencia a la par que el control absoluto de varios idiomas está haciendo lo mismo. No es una exigencia, es una imposibilidad.

Nuestras exigencias, muchas veces, nos eximen de admitir que, en realidad, no queremos que sucedan ciertas cosas. Estoy convencido que ella, en algún momento de reflexión, afirmará que estuvo segura de querer llegar a más en aquel momento pero si me ciño a la realidad lo cierto es que puso un listón imposible que dejó la culpa en mi lado de la balanza. Eso, en realidad, es una manera hipócrita de decir que no.

Porque decir que no es de mal gusto y, además, te carga de culpa. Pedir lo imposible es una forma de poder afirmar que no fui yo, fuiste tú. Es una manera de dejar, como un gobierno autonómico, la culpa en el tejado del contrario. Es una forma de publicitar tu bondad y reconocer las flaquezas del contrario. Es una manera de ser un cabrón.

No tiene por qué pasar sólo en las alcobas y en las duchas. Pasa en las selecciones de personal y en las condiciones laborales de los comerciales. Pasa en las apuestas de los padres sobre los logros de sus hijos y pasa en la cantidad de goles que meten los delanteros despedidos y los entrenadores cesados. Pasa en las relaciones en las que uno dice estar dispuesto a todo si le llevan la cabeza de la luna en una bandeja junto con el desayuno (recordemos La Fábula de Alfredo) . Pasa en alguna pantalla del Angry Birds y más de una reunión social de antiguos alumnos. Pasa cuando tu trabajo no avanza y alguien te dice que el problema es que no has hecho un estudio de mercado ponderado.

Pasa en todas esas ocasiones en las que el reto roza lo imposible, te aseguran que es sencillo y te sientes un tremendo gilipollas.

A veces, lo admito, se da a la inversa.

Bunbury lo llamó el club de los imposibles.

17 de enero de 2013

Sobrecogedor: definición alternativa



sobrecogedor, ra.
1. adj. Que sobrecoge.
2. m. ant. recaudador.


Supongo que, en argot político, se podría decir que SOBRECOGEDOR es el que recoge un sobre. Esa es la definición alternativa.

16 de enero de 2013

El alfabeto de las toolbars

Hace un mes decidimos, en nuestro taller, anotar las diferentes toolbars que, por error u omisión, nos encontramos instaladas en los navegadores de nuestros clientes. Hicimos una pequeña lista:

A: ask toolbar / adviva toolbar / alot toolbar
B: babylon toolbar / burstmedia toolbar / bubblers toolbar
C: conduit engine / chameleon toolbar / casalemedia toolbar / clarotoolbar / clarosearch / coremetrics
D: delio toolbar / discover usa toolbar / driversearch toolbar / doubleD toolbar / dvdvideosoft toolbar
E: eorezo / euskalbar
F: facemoods toolbar / funmoods toolbar / fissa / fastalidas toolbar / finderbar
G: guffins toolbar / goofull toolbar
H: hitbox toolbar
I: inminent toolbar / IMVU toolbar / intershare esp toolbar / iliVid toolbar / incrediblibar
J: jettoolbar
K: kiwee toolbar / kreapixel
L: linkury smartbar
M: mediaplex toolbar / mediaplus toolbar / MP·.es toolbar / Mediamule toolbar / malavida / midicair
N: neobux toolbar / nomada Q toolbar
O: Offerbox / oovoo
P: pdf creator bar
Q: quick launch toolbar
R: radio toolbar
S: sweetim / search toolbar / softonic toolbar / Sharewarepro toolbar / scoccer inferno / statcounter / scummtoolbar
T: tradedoubler toolbar / toolbar cleaner
U: uptoDown toolbar
V: Vivid toolbar
W: widgi toolbar / webtrends live / whitesmoke toolbar
X: xcode toolbar
Y: yontoo layers
Z: Zango toolbar / zedo toolbar / Zynga toolbar

Se aceptan incorporaciones.

Lo curioso de todo esto es que todas estas cosillas entran cuando el usuario, en un alarde de falta de capacidad de lectura, acepta la instalación de las mismas. Así que podemos admitir sin ningún lugar a dudas que el 99% de los problemas de los equipos informáticos se deben a la aceptación absurda de programas de los que desconocemos su uso. Siempre lo explico igual cuando me preguntan el motivo por el que su antivirus no les ha bloqueado dicha instalación: "Imaginemos que el antivirus es una puerta blindada en tu casa. No deja que los ladrones entren. Puede ser débil, como un antivirus gratuito, o fuerte ,como un internet security de esos que convierten tu equipo en una lenta caja blindada. Sin embargo llaman a la puerta y tú, que no sabes quien es, la abres y la dejas abierta. Después te sorprendes cuando te han robado el candelabro de la abuela y llamas enfadado al tipo que te puso la puerta."

Programas para revisar si tienes alguna de estas (aparte de ver el explorador o quitarles de "agregar o quitar programas"):
spybot 1.6.2
malwarebytes

14 de enero de 2013

Medianeras

Existe un tipo de cine que se escapa del común de los humanos. Es ese espacio entre el silencio y la reflexión al que nos da pánico acercarnos y, también, es ese lugar al que casi nunca somos capaces de llegar solos con la excusa de lo triste que resula ver cine en soledad o con la consideracion contemporánea de que el arte es un cúmulo de divertimentos. Conozco a más de una persona que jamás se sentaría delante de una cinta sin efectos especiales a no ser que alguien le obligara con unas esposas o alguna promesa posterior de dificil cumplimiento. Este corto es uno de esos casos y, sin embargo, verlo con el silencio y el detenimiento adecuado puede revolverte y alegrarte cuando descubres que ha conectado con esa parte de ti que no te gusta mirar.

Por supuesto. Hay un largo para este corto. Y se llama igual: MEDIANERAS.

28 minutos dignos de ver.

12 de enero de 2013

Nadie es capaz de verse la espalda.

Cuentan que una de las cuchilladas con las que se suicidó Manuel Mota le atravesó completamente hasta dejar ensangrentada una mochila que llevaba a la espalda

También cuentan que el niño que fue atropellado por la cabalgata de reyes se escapó de la mano protectora de su madre para alcanzar un caramelo mal tirado.

Ambas son historias dramáticas y dolorosas, tremendamente injustas si se acepta la existencia de un Dios bondadoso. No lo son más que los dramas que acarreas con tu historia ni con los fatídicos acontecimientos que te va a deparar el futuro, que también estará salpicado de luces y de sonrisas, de orgasmos y de chistes. La buena noticia es que el cerebro humano, como un filtro osmótico de la verdad, tiende a quedarse con lo bueno. Se queda con lo que te recuerda su cuerpo encima del tuyo y con lo que te trae a la cabeza la noche en que llegasteis tarde y no podías parar de reir.

Toda la enorme consecución de titulares llenos de dramas y conversaciones llenas de victimismo pueblan los periódicos como las pirañas los ríos del norte de Africa, dejando a un lado la vida de verdad. Casi como si fuera el principio de indeterminación de Heisenberg es absolutamente imposible dar una lectura real de nada porque el instrumento de lectura altera las variables del entorno y la prensa siempre da una visión interesada de la verdad que ataca a la exclamación y al fatalismo. Mi psicólogo dice que "nadie ha sido nunca capaz de verse la espalda" y eso explica la capacidad mística que tenemos de dar consejos y no ser capaces de solucionar nuestros pequeños conflictos porque somos parte del problema. "La terapia"- me dice intentando que no la abandone- "es una manera de tratar de verte desde fuera para poder encontrar las soluciones más sencillas". Supongo que es una especie de navaja de Ockham, una obviedad muy dificil de llevar a cabo de manera contínua.

En realidad por cada suicidio hay cientos de golpes de amor a diario. Por cada niño injustamente muerto de manera accidental hay miles de noches de sexo. Por cada político corrupto hay toneladas de chistes y por cada día que no te puedes ver la espalda hay un amigo.

Claro que eso no es noticia ni te da un escalofrío que te recorra desde el cuello hasta donde empieza el culo. La espalda, dicen que se llama. La que no te ves.

Me compré un espejo y abandoné la terapia.

11 de enero de 2013

19 virtual-16 presencial

Seis millones de españoles están conectados de una u otra forma a la red las 24 horas del día.

Eso no sería una noticia si no resultara que se  ha puesto encima de la mesa el dato que afirma que nos relacionamos con una media de 19 personas virtuales y 16 presenciales a lo largo de una jornada. Eso es un dato triste, casi como descubrir que la gente ha dejado de ir al cine o que se venden más lectores de libros electrónicos (e-readers para los freaks)  que libros electrónicos. Conozco a gente que es capaz de mantener una moderna y lustrosa vida social virtual mientras se pasan las horas en calzoncillos y sorbiendo de refrescos con ruido a la vez que van incrementando su ego a base de amigos en facebook y "me gustas" o retuits a las tonterias que se convierten en visitas a  los tumblr que afirman que son sesudos blogs pero, en realidad, tienen chistes de "cacaculopedopis", que son los que funcionan siempre, como el de la diferencia entre un urólogo y un ginecólogo, que es el olor del dedo.

En realidad  internet se ha convertido, en una de sus facetas, en el refugio social donde alguno encuentra todas aquellas cosas que, por una u otra razón, la vida real no le proporciona o no se atreve a probar por miedo o por autocompasión. Las relaciones personales tienen sus componentes, como piezas de lego que cada uno va conformando. Tienen el complemento a las necesidades que podemos llegar a sentir, tienen el afecto y la intimidad, tienen la pasión y el intercambio, tienen, incluso, la estúpida banalidad del regodeo sobre las anécdotas cotidianas. Buscarlos en un mundo 2.0 no tiene por qué ser malo pero  todas esas personas que se quedan en su casa buscando amigos o caminan pensando que el whatsapp es más importante que lo que se les puede cruzar por delante se olvidan que nuestros padres, nuestros abuelos e incluso un pequeño grupo de neanderthales formaron sociedades gracias a la relación presencial entre humanos. El sexo virtual no produce embarazos y se acaba con un click.

Hay una acción que empieza a ser común y que resulta altamente desagradable: que dejen de hablar contigo porque un mensaje en su teléfono es mucho más importante que tú. ¿No te das cuenta, imbécil, que yo estoy ahí delante?. Pues no, parece que los mensajes 2.0 han de ser respondidos de forma inmediata, como si la interconexión tuviera asociado el gen de la inmediatez. Hay días en los que (tú también) he mandado un whatsapp al otro lado de la mesa para que prestaran la atención apropiada. Yo he chateado con mi sobrina en la cena de nochebuena.

Las personas 2.0 no son más importantes que las que están a tu lado. Triste es que ya sean más y más triste que sigas pensando que son más importantes que las que se han tomado la molestia de intentar verte, incluyendo ese elemento desestabilizador que empieza a ser la comunicación no verbal. Y no me refiero a emoticonos.

Si el comercio virtual va matando poco a poco a las luces de las pequeñas tiendas que añoras cuando sales a la calle te pido que pienses si quieres poder seguir quedando con gente cuando, en medio de una conversación, vibra tu teléfono.

8 de enero de 2013

Zombies de la Wikipedia

He de reconocer que mi padre era un control freak no diagnosticado. Dejaba notas explícitas, mucho más claras y menos políglotas que las ilustraciones del Ikea, para el encendido y apagado correcto de la caldera e incluso, sin tener ningún miramiento por la seguridad de casa, escribía perfectamente la manera de quitar la alarma en cinco pasos. Junto a los mandos de la televisión existía un resumen para encontrar el canal adecuado y he de reconocer que dejó instrucciones precisas en un word, realizado con macros e hipervínculos, para los pasos a seguir en el momento de su fallecimiento. En más de una ocasión acceder al domicilio familiar en periodo vacacional no era una aventura sino una jinkana (que es eso de ir siguiendo las pistas escritas hasta llegar al tesoro).

Una de las cosas en las que los psicólogos del mundo están embarcados es en la diferente forma de pensar que tienen aquellas personas que consideran que más de un dato no hace falta retenerlo porque está en internet. Dicen que cuando se vive continuamente manteniendo una conversación 1.0 (con quien te estás tomando un vino) respondiendo a otra conversación 2.0 (con quien hablas por whatsapp) e incluso soportando un twitt y dos o tres retuits lo que se hace es fomentar un tipo de razonamiento paralelo en vez de lineal, que es como se hacía antes. Probablemente sucede con la información lo que le pasó a nuestra generación con las raíces cuadradas: que la calculadora mató la capacidad de cálculo del homo sapiens.

Un grupo de estudiantes de Vitoria ha decidido resumir El Quijote en 74 twits. Ya no hace falta ver la peli para hacer un trabajo sobre el libro, ahora te lees 140*74=10360 caracteres (menos de una página). Supongo que con eso lo que se pierden son los detalles e incluso la maravillosa sensación de descubrimiento que tiene eso de aprender con el tiempo.

Sin embargo el ser humano, que tiene esa capacidad evolutiva tan maravillosa, va desarrollando áreas cerebrales en detrimento de otras. A mayor dependencia de aparatos informáticos, mayor disfuncion de la memoria. En Matrix no se valoraba saber karate porque llamabas por teléfono al operador y te enviaba un sms para convertirte en el mismísimo Bruce Lee. Supongo que eso pasa con ese desprecio enorme por todas las cosas que nos invitaron a memorizar. Las señoras llaman a los concurso de televisión con sus hijos enganchados a la wikipedia para no tener que buscar que Napoleón nació en Ajaccio, Córcega. "La generación del disco duro" llaman a los que nacieron con internet debajo del brazo. "El efecto Google" es eso de negarse a memorizar nada partiendo de la premisa, electricamente sostenida, que habrá una wifi o una conexión de datos funcionando en el momento en el que lo necesitemos.

Todo ello repercute en que las experiencias modernas se convierten en breves porque se ha reducido el tiempo de espera y esfuerzo para lograr la base de la información. Todo ello nos lleva, quizá, hacia una especie de Homo Link multiconectado que ha cambiado su capacidad de retentiva por un algoritmo de búsqueda.

Cuando hablan de los trenes de alta velocidad lo explican diciendo que únicamente benefician a la ciudad de origen y a la de destino pero condenan al ostracismo a todos esos lugares intermedios en donde no para. En una sociedad que se va orientando hacia el dato final sin ningún aprecio sobre el camino para lograrlo o incluso contar con él en la base de datos que tenemos dentro es probable que nos produzca una dependencia parecida a los gritos de pavor que tiene mi sobrina cuando se queda sin cobertura de datos.

Skynet no es una máquina inteligente, es un servidor lleno de datos.

Lo primero que hace es darnos el caramelo de los resultados, después nos impide a vivir el maravilloso proceso del aprendizaje y después, controlará el mundo tras convertirnos en zombies de la wikipedia.

Aunque supongo que simplemente desarrollaremos otras funciones cerebrales.

...Voy a buscarlo en google.

7 de enero de 2013

La tecnología que nos merecemos.

Del 22 al 29 de diciembre se han descargado 30 millones de veces el angry birds y el 25 de diciembre, que es cuando la inmensa mayoría abre sus regalos, se descargaron 20 millones de apps por hora. Así que ya está, ya tienes una tablet. ¿Y ahora qué?. Hay que reconocer que lo de tirar cerdos con el dedo es divertido y que se pasea por el facebook con una agilidad pasmosa. Algunos, con aplicaciones como Pulse o como Flipboard, lo utilizarán para no tener que pedir prestado el periódico en la barra del bar y otros, como si fueran de esos que se compran un deportivo para que les miren en los semáforos, lo sacarán en medio del aeropuerto poniendo cara de interesantes mientras el corrector ortográfico les impide escribir con una mínima agilidad.

Yo tengo una tablet, supuestamente de las caras, desde hace tiempo. Hace 30 años que uso un ordenador a diario y, por cosas del destino y del trabajo geek que me caracteriza, lo he usado todo. Tengo una conclusión: la tecnología moderna es una basura y las tablets, paradigma de la modernidad, uno de sus exponentes más claros.

Sin embargo ha sido el regalo de las navidades y es una de las pocas cosas que mantenienen las estadísticas del consumo de tecnología en pie donde comprar un ordenador de verdad, un ultrabook o un portátil convencional se ha convertido en un lujo de ricos. El cliente que se compraba un ordenador de 1000€ que le duraba 8 años a pleno rendimiento pasó a comprarse un portátil que arrastró hasta los 5 años de vida y ahora se compró una tablet (probablemente de menos de 200€) que va a descubrir en verano que vale para poquito.

Los gurús de la tecnología, que son una banda de soplagaitas que matan al pc todos los años, siguen pensando que Apple va por delante en algo y tienen poluciones nocturnas pensando en Kinect, están convencidos que el 2013 será el año de la explosión de las pantallas táctiles, la informática gestual, los móviles con pantallas de 5 pulgadas y la computación en "la nube". Probablemente estén en lo cierto por mucho que facebook se haya convertido en un lugar caótico y enfermizo que se muere a golpe de spammer (me refiero a esos amigos que ponen diez o doce cosas cada vez que se conectan). Probablemente algunos de esos inventos que nos resultaron brutales terremotos tecnológicos se han convertido en algo parecido a la intromisión contínua del demonio que es el Whatsapp (18millones de mensajes el día de año nuevo).

La tecnología ha pasado de hacer que tengamos una sola máquina que lo hacía todo (y que apagábamos de vez en cuando) a una colección de gadgets que siempre están vibrando y que creemos necesitar.

Una tablet es un dispositivo que permite leer el correo, escribir documentos de manera rudimentaria, leer noticias y tener una mascota virtual (estoy aburrido que que me pregunten por el Pou, que es un tamagochi 2.0). Puedes bajarte las series de televisión en tu ordenador de verdad y verlas en la cama en vez de hacer efectivo el sacrosanto deber del matrimonio (o "arrejuntamiento"). Puedes llevar música e incluso, en un alarde tecnológico, conectarlo a tu lustrosa televisión de plasma por el HDMI. En realidad la mayoría de los humanos no usan la tecnología para nada más y estos aparatitos compensan su falta de potencia con un exceso de glamour directamente proporcional a los restos de huellas en las pantallas.

Creo que la tecnología de verdad, esa que nos daba más y más potencia, se ha muerto porque la crisis nos impide seguir a su ritmo y porque el marketing te hizo creer que aquello era mucho mejor que el ordenador que te compraste con lo que te sobró de la hipoteca de la casa que no sabes, ahora, si vas a poder pagar. Es cierto que se llegó a la luna con mucha menos potencia que la que desparramas con el envío de una foto por el Line y que no somos capaces de valorar lo mucho que tiene de mágico que recibas una foto de su pezón (acompañada de sus mejores deseos) justo en el momento en el que te dispones a dormir pero eso también se podía hacer hace diez años. Claro que aquello era de freaks y ahora es tremendamente cool, casi como ser un fashion victim de los que seleccionan en el APM.

Las tablets son una basura, pero molan.

La sociedad, en general, también es una basura. Tenemos la tecnología que nos merecemos.

4 de enero de 2013

La pasión inútil en guardar para mañana

Félix de Azúa contaba que el proceso de enamoramiento consiste, básicamente, en encontrar en el otro algo que te gusta y que deseas tener para ti por lo que se inicia un proceso de intercambio. El problema está en que, una vez pasado el tiempo, esa persona se ha convertido en lo que tú eras antes y tú en lo que era esa persona y, por lógica, os repudiais. Es una visión tremendamente catastrófica pero resulta ser un silogismo correctamente construido.

Por otra parte algunos, que se disfrazan de sociólogos, establecen los 12 puntos básicos que hacen que las relaciones duren. Hablan de pensar positivamente y de compartir actividades. Hablan, como si se sonrojaran con el trasluz de la aureola de un pezón, de tener pasión y de sentirse feliz como si fuera algo sencillo y automático que se lograra con la mera intención. También es casi un silogismo y resulta pueril como un propósito de principio de año.

Las relaciones, me da igual que sean afectivas, sexuales, laborales o coyunturales, son parte del gran misterio de este mundo superpoblado en el que vivimos a lo largo del siglo XXI. Un padre chino, cansado de que su hijo de 23 años haga más caso a ciberespacio que a la familia, ha contratado un sicario virtual para que acabe con los personajes que tenga en el World of Wordcraft. Una madre americana ha establecido las 18 reglas básicas para que su hijo tenga teléfono móvil. Los dos son modos de relacionarse. Uno está dando un puñetazo encima de la mesa y la otra intenta hacer que su niño razone, lo cual puede terminar con un puñetazo encima de la mesa si es que, como cualquier adolescente, se niega a hacerlo.

Lo curioso de los adolescentes es que intentan y juran que nunca se convertirán en lo que repudian de sus padres y descubren, un día que están relajados, en que se están convirtiendo en una copia actualizada de todo lo que vivieron entre ese periodo de tiempo desde que naces hasta que empiezas a vivir por ti mismo.

En un estudio de Science han preguntado a un buen montón de personas sobre sus valores. Les han preguntado por sus grupos favoritos y por sus parejas, por las ideologías políticas y por el tipo de ropa que les hace sacar la cartera. La mayoría ha admitido que están contentos con lo que son y con los gustos que tienen. Alguno habrá aceptado como lógico que le guste Jersey Shore o el estilismo de Lady Gaga de la misma forma que podría adorar las hombreras cuando estaba de moda Spandau Ballet. La inmensa mayoría de las personas dicen estar contentas con lo que se han convertido y, sin embargo, le dan mucho más valor a   lo que quieren ahora que a lo que querían entonces. Te creiste profundamente enamorado de alguien hace 10 años y ahora ya no valoras tanto aquel amor enfermizo que viviste. Pagarías más por ver a tu grupo favorito de ahora dentro de cinco años que lo que serías capaz de abonar por ver a tu grupo favorito de hace cinco. La historia, y esa es la conclusión del estudio, parece que se acaba todos los días y existe una pasión inútil en guardar para mañana lo que crees que es definitivo hoy.

Escriben: “la gente toma decisiones que influyen poderosamente en las vidas de la gente en la que se convertirán; y cuando finalmente se convierten en ellos, ya no parecen tan interesantes”. Eso es lo mismo que decía el señor Azúa.

Supongo que quiere decir que, por muchos años que tengamos, siempre somos adolescentes que intentan enamorarse de algo cada día, como la canción de Alphaville.

Tampoco quita que, cuando te despiertas adulto y cansado, cuando los días te castigan con el juicio eterno de las decisiones equivocadas que tomaste, cuando resoplas al dejarte caer en el sofa y las resacas duran tres amaneceres... entonces añoras el pasado, pero añoras otras cosas y no es que las valores más, sino que las idealizas. Eso se llama nostalgia.

Lo otro es un descuento hiperbólico explicado con palabras de andar por casa. Más o menos certificar que nos apasiona más el futuro que el pasado que tuvimos cuando, en realidad, lo que intentamos es agarrarnos a nuestro presente que, como dice la rae en su tercera acepción, es una palabra que significa regalo.

2 de enero de 2013

Un millón de tontos.

El pais titula: Un millón de españoles despilfarra su talento. Y se quedan tan tranquilos. No sé que es peor, si ser tonto y malvivir o ser un tipo listísimo que se dedica al esclavista acto del victimismo y va, albergue por albergue, enseñando su cociente intelectual a cambio de unas alubias.

En realidad nos encanta ser unos mártires. Desconozco si es un problema mediterráneo, como la dieta. Desconozco si es cierto que estamos rodeados de mentes preclaras pero nos da verguenza demostrarlo.

Yo no soy un tipo inteligente, aunque mi madre dice que soy listo (que no es lo mismo). No sé bailar bien ni sé comer con las manos. En cuestiones sexuales estoy lleno de fantasmas y limitaciones, pero intento ser altamente complaciente. Dicen que ronco y nunca fui nada flexible, ni siquiera en mis años de algarabía atlética. Reconocer abiertamente todo esto, en vez de dejar todo lo demás para grata sorpresa de quien correspondiera, me ha supuesto más de una negativa previa, como si fuera una renuncia preventiva. Tengo un conocido que hace lo contrario y alardea, como un pavo con las plumas extendidas, de las enormes capacidades sexuales que es capaz de desarrollar. Insiste continuamente sobre ello y repite lo bien que folla, lo rápido que conduce y la velocidad a la que termina los sudokus. Sé positivamente que no ha hecho un sudoku en su vida pero he de admitir que ese tipo (que es bajito, contrahecho y algo grimoso) me ha dejado abandonado (siempre por una mujer más alta y guapa que el) todas y cada una de las veces que salimos juntos a tomar algo por la costa cántabra.

Dicen, en el artículo, que las sociedades soviéticas elegían a sus niños más inteligentes para formarles como los dirigentes de las sociedades del futuro. No dicen lo mal que le salió a la unión soviética la lucha contra el tontísimo capitalismo que se alimenta de los programas que defeca la MTV cada vez que aparece en un zapping. Dice que hay un altísimo porcentaje de niños superdotados que se esconden en la mediocridad de sus notas para no llamar la atención y supongo que si la inteligencia es algo humano habrá un buen montón de trabajadores superdotados sedados por el paro, también por no llamar la atención.

Lo que alimenta es ese orgullo tan paternalista que gusta de admitir lo listo que es tu niño, lo rápido que aprendió a hablar y lo fuerte que golpea la pelota. No conozco un solo progenitor que no hable maravillas de sus vástagos. Mi madre me quiso presentar, hace muchos años, a la hija de una amiga suya. "Está muy gorda, mamá"- le dije."No, hijo. Es robusta"- me respondió.

España es un país de seres autosobrevalorados. Habrá inteligentes, no lo dudo. Pero también habrá tontos y gordos y lerdos y babosos y estúpidos... como en cualquier lugar. España no deja de ser un lugar en el mundo donde es más que probable que el porcentaje de inteligencia esté igualmente desarrollado que en cualquier otro sitio.

Pero nos encanta decir que corremos mucho, pero no ponernos zapatillas de deporte. Nos gusta alardear de lo bien que montamos los muebles del ikea, pero nadie nos vió con una llave allen. Hablamos de lo bien que vemos de lejos, pero no nos pidas que leamos aquel cartel. Nos ponemos ufanos con todo lo que sabemos de informática pero seguimos navegando con google en vez de con la barra de direcciones y nos encanta oir lo inteligentes que somos, aunque lo despilfarremos.

Es el tonto el que despilfarra, así que hay un millón de tontos.

(Eso sí, creer la mentiras propias es, en algunos casos, un componente de éxito. Se llama "prometer lo imposible" y funciona cuando hay otro, más tonto, que se lo cree. No hablo de politica, aunque lo parezca)