"¿Quiere que Cataluña sea un estado?. Y si es así ¿Independiente?".
¿Y turgente?. ¿Y comunal?. Porque todos somos necesarios pero Arthur es contingente.
Ese tipo de pregunta es, de cajón de madera, una pregunta trampa. Me suena a eso de "¿Quieres subir a casa?. Y si es así ¿ser el padre de mis hijos?". Después, cuando has llegado, copulado y estás buscando un poco de agua, ya no se hace la segunda pregunta porque se supone que tus hormonas han respondido positivamente y reconozco que lo dificil es responder negativamente a la primera porque en ese caso te dejan muy claro que eran dos cosas perfectamente diferenciadas.
Desde mi punto de vista, que es tan válido y tan estúpido como el de cualquiera, los nacionalismos siempre me han resultado un paso atrás en la evolución humana. Me recuerdan, casi como un vestigio de la evolución, al motivo por el que algunos grupos de neanderthales no se relacionaban con otros. Eso sucedía para no contagiarse de enfermedades para las que no habían generado anticuerpos aunque sea, en definitiva, el origen de algunas religiones de la misma forma que unos no comen cerdo y consideran que es por creencia cuando, en su inicio, era para salvaguardarles de la peste. (este dato es verídico).
El nacionalismo vasco, catalan, gallego, español o europeista, si lo consideramos como una afrenta para con los del bando contrario, es algo imbecil y anacrónico, es generar un enemigo invisible que resulta ser el origen de todos los problemas que no has sido capaz de solucionar. Es el mismo motivo por el que, cuando una relación no funciona, alguien empieza a estar convencido que la hay una tercera persona que juega con los genitales de tu pareja y te la va robando poco a poco. Entonces, en vez de pensar que es probable que se pueda hacer todo de otra manera y que esa figura tercera no existe, intentas poner un muro con alambre de espino entre tu castillo y el exterior. Entonces es cuando haces preguntas del tipo "conmigo o contra mi".
No hay una gran diferencia entre las relaciones humanas y las derivas de algunos gobiernos de la misma forma que es perfectamente lícito que un grupo de personas puedan tener la libertad de decidir sobre su futuro de la misma forma que lo hacen los adolescentes al irse de casa. Es perfectamente lógico por muy grande que sea la casa o aunque en la finca exista una casa de invitados. Es perfectamente lógico que un gallego y un canario tienen menos cosas en común que el conjunto de los habitantes de Cilleruelo de Abajo. Se puede llamar un "hecho diferencial" de la misma forma que se puede llamar "los del pueblo". Pero no he oido nunca decir a un tipo en paro de Cilleruelo que lo está porque los sindicalistas andaluces , los gobernantes del pp de valencia o los comisionistas de Ciu en cataluña le han robado su cotización. Mangantes, chorizos e idiotas hay en cada casa y en la de todos. Lo más lógico es que nuestro ejemplo rural se dedique a buscar un sustento en vez de quejarse como un niño llorando abandonado en el Corte Inglés. Lo más rentable en cuestiones de marketing es quejarse porque los mensajes que incluyen la palabra "robo", "expolio", "traición" o "sometimiento" calan en el indignado medio.
Es mucho mejor culpar a un ente lejano y genérico que a uno mismo. Es más fácil ponerse digno, torcer el morro, hacer una huelga y quemar las calles que ponerse a trabajar en hacer las cosas mejor porque eso supone un esfuerzo y asumir los errores propios. Ojo, a nadie que se haya bañado en el mediterráneo (desde Sant Carles de la Rápita hasta el Peloponeso) le gusta admitir que se equivocó. También va con el clima y la dieta.
Y, por el contrario, tenemos internet y nos recuerdan, los resúmenes de lo más visto del año, que nos parecemos mucho a los escoceses, a los de Wisconsin y a los de Seul. Me resulta absurdo abrazar a un tipo de asia y escupir a uno de Burgos.
Algunos dicen que los catalanes tienen cuernos y algunos catalanes creen que España es un ogro que les ha maltratado por envidia. Los dos se equivocan y los dos se parecen. En ese momento empiezan a discutir sobre si "hay una tercera persona", sobre si "ya no me quieres como antes", sobre si "ya no te necesito para ser feliz", sobre si "yo lo intenté y tú no", sobre si "mis amigos dicen que ya no me ven feliz" o incluso sobre si "deberíamos de separarnos".
"Ser", como definición, es una necesidad humana ante el miedo de la aceptación de las decisiones propias. Ser de un equipo de fútbol, de una compañía de teléfonos, de un estado o de una comunidad autónoma. "Estar" es algo más complicado porque implica una decisión y a veces esa decisión es estar solo.
Jugar a los enemigos es de estúpidos, sobre todo cuando la felicidad se pone por debajo de los enfrentamientos. Nadie es feliz por tener una nacionalidad u otra. Se es feliz porque se es, sin más. Por una cuestión de tranquilidad y satisfacción.
Vivimos en una región del planeta donde el libro de Belén Esteban y el disco de Pablo Alborán es el más vendido. En Cataluña también. Tengo un conocido que dice que es porque los españoles van a comprar allí ya que los catalanes de verdad sólo leen a Kierkegaard traducido.
Pd: y todo esto independientemente de cuestiones logísticas como quien va a pagar las pensiones o el paro, de si se va a pagar en mases o en euros, de si van a cambiar los planes de educación o si se decide circular haciendo el pino puente...