Mal dia para buscar

24 de diciembre de 2021

El amor y la felicidad, impregnando los hogares.

Con los años y esa postura de espectador he llegado a una terrible conclusión: ser buenista es rentable.

Dias como el de hoy, navidad (fun , fun, fun ),  se reciben felicitaciones de esas personas que no están convencidos si te has muerto desde la del año pasado. Que si te desean que la familia y el amor. Que si el calor de la amistad. Que si a los tuyos y la bondad. Que si, que los deseos se hagan realidad.

No se puede responder que has dado positivo en el test de estar hasta las narices. No se puede decir que hace falta ser hipócrita de mierda para aparecer solamente cuando se lo marca el calendario. No responder parece hasta un agravio. No se puede, tampoco, indicar que son unas fechas de mierda cargadas de compromisos estériles entre un frio que se te pega a los huesos.

El día de navidad es una publicación amable de facebook con un filtro de instagram.

Y aunque es perfectamente lícito, en una sociedad supuestamente libre, decir lo que uno piensa sobre las cosas sin imponer su criterio a los demás, no se debe. No es rentable. No es amable. No es popular. ni siquiera es algo que tenga que ver con la navidad sino que se puede hacer extensible al resto de las facetas de la vida. No se puede decir que tu marido mujer me parece una hija de puta. Que ese político que tanto te gusta creo que es un miserable cabrón interesado falso. Que tu equipo de fútbol son una banda de niñatos millonarios vagos y quejumbrosos. Ni siquiera se puede comentar que eras mucho más adulto hace unos años. Ojo, que todo te lo digo desde el amor y la amistad. Diciendo esas cosas se acaba la amistad. Quizá es que aunque la teoría lleve impreso que la amistad es poder decir lo que piensas a una persona que sabe que la quieres, la gente se ha convertido en gatos que te arañan si no les acaricias el lomo.

Cuando eres aceptablemente amable se abren las puertas. Cuando eres honesto contigo y con el entorno, sobre todo si dispones de un alma crítica, vas mal.

Conozco a quien ha vivido toda la vida con el freno puesto. Alguien que piensa tres veces las consecuencias de sus palabras. Es esa persona a la que saludan por la calle.

Conozco a quien es tan absolutamente infantil y bondadoso hasta dar repelús que te mira como una abuela con su primer nieto cada vez que se acerca. Alguien que te llama cariño y que te desea amores. Alguien que disfruta del frio en invierno, del calor en verano, de la multiculturalidad si es rodeado por un grupo de atracadores magrebíes a las cuatro de la mañana. Alguien que reconoce ser feliz pagando impuestos y tiene salud cuando no le toca la lotería. Nadie es malo en su mundo. Abraza y sonríe. Da tanto asco como un presentador graciosete de un programa de televisión que lleve diez años en antena y se aferra a un papel que se ha creído como cierto. Esa persona es alguien a quien todo el mundo ama. Todo el mundo ama a Lucy, incluso cuando envía felicitaciones de amor y felicidad que impregne a ti y a los tuyos en estas fiestas en las que la bondad nos lleva por la vida feliz hacia un mundo mejor.

Las felicitaciones , como cada vez que hablamos, ayudan a reflejarnos como las personas que somos. Yo soy de los que no repite mensaje , de los que no responden a mensajes que no hayan escrito para mi.

Hace unos años era un tipo desagradable que devolvía lo que es, ciertamente, un agravio envuelto en amor eterno navideño. Sobre todo porque algunos creen que ser feliz es algo que , si no lo eres, es porque no te da la gana. Un interruptor que se enciende y se apaga a voluntad, como la tele. Era de esos que respondían con existencialismo a mensajes impersonales. Reconozco que eso elimina los mensajes para el año que viene.

Ahora no respondo.

El siguiente paso es ser un hipócrita y desearos a todos que el amor y la felicidad impregnen vuestros hogares.

Hola, soy Edu.

21 de diciembre de 2021

La sociedad sin espejo

Una de las maravillosas capacidades que tiene un espejo es sacar el contrario. La mejor manera de no tener consciencia de uno mismo es no mirarse y aferrarse con ganas a la percepción propia mentalmente establecida. Soy joven, estilizado, con una mirada interesante. Un macarra, una hortera. No hay un tipo en el espejo, con cara de conejo, que me demuestre lo contrario. 


Así que, casi como el rey desnudo, uno es perfectamente capaz de creerse lo que quiera si, simplemente, elimina los reflejos. Quizá por eso lo que se hace es eliminar los espejos: Hay ultraderecha pero no ultraizquierda. Hombres malos pero no mujeres malas. Empresas malvadas pero no empresas con buen corazón. Políticos corruptos pero no honestos. Ciudades contaminantes pero no sostenibles.

Vivimos en un discurso sin espejo.

Eso lo único que hace es convencernos que la idea que tenemos de la verdad es la cierta. Cuando solamente se ve una recreación de la realidad amablemente formada para nuestra propia complaciencia es capaz de tener razón siempre.

Pero eso no es verdad porque siempre hay un reflejo.

20 de diciembre de 2021

20 de diciembre

A algunos dolores, con el tiempo. Te acostumbras. 


"Mi padre, incorporado en la cama, había puesto un partido de baloncesto. Yo lo veía desde un pequeño sofá a su lado. Estábamos solos y yo, desconozco de donde, saqué un valor infinito.

Papá, ¿te arrepientes de algo?

La verdad, ahora que lo pienso dijo sentando parte de cátedra, que es como hacía las cosas—, me arrepiento de no haber pasado más tiempo con vosotros. Está bien que ahora a tu madre no le vaya a faltar nada y que todo esté más o menos en orden.

Mi padre era de esas personas que siempre se adelantaba a los acontecimientos.

Está bien mirar atrás de vez en cuando porque, quizás, todo el esfuerzo ha tenido un resultado —esa era una enseñanza a fuego. Pero, si te fijas ahí venía lo importante—, no están aquí mis amigos, novias o compañeros. Quienes estáis sois vosotros y vuestra madre, que duerme en ese sofá cada noche. Y eso es lo que queda: la familia. Que no se te olvide. Al final es lo más importante y todo lo demás, aunque está bien, no es tan necesario.

Y seguimos viendo el partido."

 

15 de diciembre de 2021

Madrugada - Majesty

Referentes 4,0, la nueva dictadura publicista de los inútiles.

Una de las cosas más obvias, vistas con un poco de perspectiva, es la forma que tienen los publicistas de determinados regímenes de hacerse con símbolos, deportistas, artistas o ambiguas exaltaciones para asociarlas con su propia magnífica y onanística realidad.

Así hemos tenido de todo: La CocaCola americana, la fiabilidad alemana, la fortaleza de la ingeniería rusa, el diseño italiano o la gastronomía francesa pueden ser ejemplos. Eso no quita que sea mejor o peor. Es más, ni siquiera, como las patrióticas banderas españolas de cuando ganamos el mundial de fútbol, tiene nada que ver con que se hagan baratísimas por niños bengalíes. Son españolas y mucho españolas. Y punto.

Hay cosas que vienen con los tiempos. Con eso quiero decir que da exactamente lo mismo que gobiernen unos u otros, íbamos a ganar el mundial igual. Da lo mismo que fuera en una gris y oscura época franquista porque Manolo Santana estaba predestinado a llevarse Wimblendon. Pero si podemos contar lo pobre que era y lo feliz que es ahora gracias a las oportunidades del régimen, mejor. Para eso se hicieron las medallas y los reconocimientos. Y el Nodo. Y Rtve.

Probablemente hasta hace poco lo que se hacía era aprovechar los éxitos de otros para contar lo bueno que es el gobierno. Es exactamente lo mismo que cuando algunos iban por el mundo diciendo a los extranjeros que "soy español, ¿a qué quieres que te gane?". Mi cuñado no sabe coger una raqueta ni dar patadas a un balón. No sabe lanzar a canasta. A duras penas es capaz de contar una historia hilando en condiciones, pero se siente una mezcla de Nadal, Iniesta, cualquiera de los Gasol y con más gracia que el Almodovar bueno.

Sin embargo vivimos en una época de relevo generacional que necesita simbolos mucho más que hechos consumados. Es tal la necesidad de disponer de referentes que les identifique y diferencie que si no hay nadie que gane un mundial, los crean igualmentey luego se quejan de que ese mundial lo ganen los otros que son, sin lugar a dudas, fascistas.

Una de las principales acciones que definen a la adolescencia es el desprecio por todo aquello que les pueda identificar con sus progenitores. Otro es el desparpajo absoluto con el que han llegado a la conclusión de que los problemas, si no se han solucionado ya, es porque no se ha puesto la intención adecuada o que por alguna conspiración judeomasónica no se desea realmente acabar con dichos conflictos.

Y hasta ahora no habia mayor problema porque eran niños pero el tiempo es caprichoso y el dni les convirtió en supuestos adultos. Empezaron a decir que podían solucionar todos y cada uno de los problemas. Que si éramos pobres, gordos y estábamos solteros era porque nadie nos había querido arreglar los problemas pero que ahí estaban ellos: para bajar el precio de la luz, que encontráramos el amor de nuestra vida y además, nos merecíamos ganar tres o cuatro mundiales, tener tres pisos y no pagar hipoteca. Cual cuñados revoltosos nos contaban lo maravilloso que iba a ser todo.

Pero da la casualidad que oye, que no ha sido así. Y cuando alguno se pregunta el por qué no se han arreglado las cosas siendo tan fácil como era, en vez de aceptar la derrota como un adulto o simplemente aceptar que no se puede todo, se mira hacia algo parecido a "el profe me tiene manía", convirtiendo todo y cada uno de los elementos infranqueables en fascismo, capitalismo, conspiración, machismo y antiecologismo. Así que son malos los Phoskitos, los juguetes, el dinero, los empresarios, los que tienen coche y mi madre (que se hizo falangista porque era muy pobre y en 1940 le daban una camisa azul por levantar un brazo).

Y, por supuesto, todos los referentes que se pudieran asociar a algo que no les haga sentirse parte: Plácido Domingo, Zarra, Joselito, Arévalo y Bertín, Di Estéfano, Nadiuska,  Miguel Bosé, el pan Bimbo, los embalses y los torreznos.

Así que han llegado a la conclusión que si se cambian los referentes todo se arreglará por arte de birlibirloque y en vez de dejar que sea la historia y los logros los que se hagan su hueco los han decidido imponer. No es importante, en absoluto, que algo sea bueno o triunfal. Tiene que ser: no binario, ecológico, integrador, multicultural, antifascista, feminista y decir cada tres frases consignas amables con los idearios.

Vamos, lo que era una teta disecada de Agustina de Aragon o el marques de Villaverde, pero en versión 4.0

Lo que intento decir es que me jode sobremanera ver como para quitarnos de la mierda de la publicidad rastrera de la dictadura franquista la única manera que han encontrado es hacer lo mismo pero del otro lado.

Que estamos oyendo lo fascistas que son los de Vox a todas horas pero no se nos puede olvidar que los demócratas de Bildu aplaudían asesinatos hace 10 años. Que los chistes de Arévalo han envejecido igual de mal que lo harán youtubers sin gracia Faristea ( rima) o los tuits oscilantes de Echenique. Que tuvimos 40 años de mamporreros del régimen, hemos vivido unos aceptables 40 años de libertad ideológica ( donde Fraga y Carrillo se respetaban) y ahora , ante la incapacidad de ser una sombra de lo que prometían que iban a ser, han decidido contratar los mamporreros de su lado.

Cuando descubres que eres un inútil, contratas publicistas.

Y fabricas supuestos referentes que pones en televisión a golpe de talonario de dinero público.

A los especiales de navidad me remito. Recuerda todo esto cuando te atragantes con las uvas y descubras que cada vez que alguien te cuenta que vives en confrontación, que la opinión del otro es basura que te va a golpear porque representa el mal y que además has de protegerte bajo el manto que él te proporciona, ese tipo es un miserable con espíritu de dictador, o de dictadore. O de algo que me da demasiado miedo.

Ser un fascista no es ser de la falange exclusivamente. Es ser alguien que te impone su opinión a toda costa y te castiga y desprecia si no piensas lo mismo. Es alguien que, como hacían los chicos de Eta y las brigadas de la posguerra, te pegaban un tiro en la nuca por no decir a todo que sí. Exactamente igual. Y ahora la guerra va disfrazada de programa de televisión o de streaming. No se hacen chistes de maricas, tartamudos o mujeres, se hacen de señoros, jefes y viejos.

Lo mismo pero cambiando el sujeto en vez de habiéndonos convertido en algo mejor.

Revanchismos infantiles de gente con título que no ha vivido de su rendimiento personal nunca y que acepta como válido que si los demás eran malvados eso les permite serlo un poco. Eso si:con puesto y mucho erario público 


Pd: todo esto viene de dos tres cosas:

1- una frase de hace unos dias: "El Psoe cogia dinero y se lo gastaban en putas. El PP lo cogía y se compraban yates. Los de ahora cogen el dinero y contratan a uno sin gracia, le dan un programa de televisión, hacen una huelga de juguetes, ponen el dni canino o te pintan farolas moradas. ¿A ver si van a ser igual de ladrones pero mucho más gilipollas?". Entonces alguien afirmó "no te creas, el sueldo medio es de 120mil. Va con el cargo. Tampoco es tan diferente pagarle las drogas a uno, el ático a otro o una campaña del ministerio de igualdad "

2- que estas navidades viene una avalancha de programas de personajes sin bagaje excepto ser amables con "lo que se debe pensar". Samantha, calienta que sales. 

3-el ridículo del postureo publicitario es mundial. ( en el video, chile y los héroes necesarios para la lucha.)

4 de diciembre de 2021

Triunfo ( de la estupidez) por abandono.

Hay un capítulo de los Simpsons en el que descubren que Homer tiene una configuración cerebral que le permite recibir bofetadas casi de manera infinita sin sentir daño alguno. Mou, con un pasado de boxeador, decide usarlo a su favor y ganar el campeonato del mundo por agotamiento de los contrarios.

Y la verdad en la que se basa parte del argumento es que una de la manera en la que se pueden ganar las peleas es por agotamiento del contrario. No es, siquiera, un acoso que termina con Stalingrado sin suministros. Es simplemente la capacidad de recibir golpe tras golpe y la desesperación del contrario por gastar energías hasta el desfallecimiento. Cuando ya no puede más se rinde porque Homer sigué ahí, en pie. Le mira con la misma cara que decía mi abuela que ponen las vacas cuando ven pasar el tren. Espera, con los guantes abajo y la mirada perdida, hasta que al otro ya no le quedan más calorías que gastar.

Y ya está. Hay veces que esperar te hace ganar peleas.

Cuando escribí "sé que eres un estúpido" pensé en un desarrollo que generara una guerra entre las personas que piensan diez segundos las cosas antes de actuar y un ejército de estúpidos que les ataca. Obviamente los estúpidos, por su propia naturaleza, inician los asedios por lugares insospechados y de manera alocada. Carecen de rigor ni de lógica y casualmente, como un resultado no esperado, van siempre por las zonas inesperadas. Si fuera un castillo de personas cabales con un foso, los estúpidos intentan entrar por donde hay más cocodrilos que es, precisamente, donde hay menos arqueros porque se supone que los caimanes harán su trabajo. Pero, como son tantos, los animales dejan de comer y pueden ascender por las murallas pisando los cadáveres devorados de sus compañeros.

Precisamente por cosas así es por lo que ganan la guerra, se apoderan del planeta y, como son estúpidos, lo terminan destrozando acabando con todo gracias a su propia estupidez.

Pues bien. Dos elementos se juntan en el mundo que vamos teniendo. Una es que los estúpidos son capaces de recibir hostia tras hostia casi sin inmutarse. Por otra parte hacen cosas locas e inesperadas, carentes de toda lógica, que termina con la paciencia y la energía de algunos, que aún quedan, que intentan pelear con las normas y reglas básicas, contra el otro boxeador que hay en el ring.

Y, obviamente, la estupidez gana por desistimiento del contrario.



Pd: cada día hay una noticia nueva que ratifica esta teoría ( sobre todo la de hacer cosas locas).