Mal dia para buscar

26 de febrero de 2023

Muerte vudú.

 Dicen que si eliges una carta de entre estas cinco ( escoge una):


No cogerás el rey porque es la única cara.
El 7 de tréboles es la unica negra
El 9 de diamantes es la primera carta
Y el as , pues es un as y resulta demasiado importante y centrado...
Así que como el 4 de corazones es bastante visible y además se reafirma con estar la cuarta. Esa es la tuya.


(Spoiler chungo: He hecho el experimento un par de veces y no ha funcionado)

Sin embargo he pensado seriamente en si acaso existen partes de nuestro jodido comportamiento humano que va marcado y contra el que es muy dificil luchar. Quizá es eso con lo que juegan los magos, encontrando el hueco en el que caemos una y otra vez.

Y, poco a poco, he llegado al concepto de la muerte vudú. 

¿Qué es eso?. Da la casualidad que en 1942 un tipo llamado Walter Bradford Cannon se percató que en algunas tribus, cuando el chamán señalaba a uno y le decia que se iba a morir, resultaba que se moría. Que, exactamente al contrario del efecto placebo, el cuerpo humano actúa, gracias a la mente, creando daños físicos que pueden llegar a matarte porque, precisamente, estabas convencido que te ibas a morir. Una especie de autoprofecía cumplida pero a lo bestia.

Como vivíamos en los tiempos de la falta de consideraciones éticas, alguien ( Ritcher, en el año 1950) hizo el siguiente experimento: cogió a unas ratas y las metió en recipientes llenos de agua para calcular el tiempo en quie tardaban en morirse. Los resultados fueron dispares: unas ratas , aparentemente dándose cuenta que iban a morir, se rendian a los 10 minutos y otras, empeñadas en sobrevivir, duraban hasta 50 horas. Eso no era determinante para el estudio porque no había ningún patrón.

Así que aplicaron cambios. Lo primero era usar ratas savajes en vez de ratas de laboratorio. Ahora, como no estaban acostumbradas al ser humano, más de una murió incluso antes de entrar en el agua, quizá adelantando el momento de lo irremediable. Las ratas salvajes morían antes aunque eran más fuertes que las de laboratorio.
 
Con las ratas de laboratorio hicieron algo curioso: se quedaban esperando hasta que practicamente estaba muerta, La sacaban, la cuidaban y la ponían en forma de nuevo, y la volvían a meter. Entonces, quizá con algo parecido a la esperanza ratuna de volver a ser salvada, la rata duraba casi siempre el tope máximo de horas. Se podría decir que la esperanza o la ilusión de esperanza daba energías para la supervivencia.

Lo que intentaban explicar era la poderosa capacidad de la mente, incluso si eres una rata, de aplicar sus convencimientos al resto del cuerpo. Tanto para bien o para mal aunque no haya explicacion física ninguna tanto a la muerte como a la mejoría. 

Pero claro que, como con el juego de cartas, dicen que siempre escoges el 4 de corazones pero...la esperanza es lo último o lo primero que se pierde.

Body Bag

 Pues me ha recordado poderosamente a Aimee Mann


Calm me down with Ketamine
It's better than you holding me
Hollywood apologies don't work for me
My father thinks you're full of shit
And Lea thinks you're a narcissist
They went through the hell of it
They hurt for me

[Pre-Chorus]
She's at the [?]
She likes how you play guitar
I hope that she's worth all the lying, lying


[Chorus]
Hold me through the heart attack
If it's love will you love me to the body bag?
Help me hurt and then I'll come back
I'll come back, I'll come back to you
I know people never change
If it's love I will love you til my body breaks
Help me hurt and then I'll come back
I'll come back, I'll come back to you

[Verse 2]
Blame it on the mania
But I'm the one who stayed with you
Sex and drugs and stadiums don't bother me

[Pre-Chorus]
She's at the [?]
She shows you her plastic heart
I hope that she's worth all the lying, lying

[Chorus]
Hold me through the heart attack
If it's love will you love me to the body bag?
Help me hurt and then I'll come back
I'll come back, I'll come back to you
I know people never change
If it's love I will love you til my body breaks
Help me hurt and that I'll come back
I'll come back, I'll come back to you


[Bridge]
Hold me, hold me now
Hold me, hold me now
Hold me, hold me now
Hold me, hold me now

[Chorus]
Hold me through the heart attack
If it's love will you love me to the body bag?
Help me hurt and then I'll come back
I'll come back, I'll come back to you

( no he encontrado versión de estudio, sorry)
Chralotte Lawrence, se llama.

18 de febrero de 2023

17 de febrero de 2023

La moda de ser un gilipollas.

Hay un dato que, para todos los que tenemos más de 30 años es de una obviedad aplastante, parece que se olvida cuando se juega a los juegos de los relatos: cuando eres joven tiendes a cometer gilipolleces.

Hay gilipolleces que son menos importantes: llevar hombreras excesivas, teñirse el pelo de amarillo pollo o dormir en el asiento de atrás de un Volkswagen Golf blanco. Son los tres ejemplos que se me ocurren sin pensar demasiado.

Hay gilipolleces que, como las cicatrices, se te quedan y te pueden generar una sonrisa pero no llegan al grado de importancia suprema: haberte intentado bajar en marcha y en un camino de gravilla de una BH roja para terminar frenando en el suelo con la cara. 

Hay otras que, por el contrario, pueden llegar a ser absurdas si se ven desde cierta distancia: tatuarte el nombre de tu primer amor en el cuello, grabarte apaleando un gato y subirlo a una cuenta de tiktok con tu nombre y apellidos o cortarte los cojones. Tus amigos te pueden incluso animar mientras lo haces pero el tatuaje no se quita, el video sale en la entrevista de trabajo que hagas con 25 y los huevos no te crecen solos. Quizá, incluso sin haber consumido demasiadas substancias que te hayan dejado el cerebro como un queso de gruyere, te puede parecer una buena idea porque te despertaste muy mujer y mucho mujer esa mañana, pero a la larga es posible que un día sufras de un profundo arrepentimiento.

¿Acabo de hacer un razonamiento transfóbico o estoy atentando contra la libertad personal de un ser vivo?. Pues no, te estoy diciendo que hay cosas que hoy te pueden parecer una buena idea pero te recomiendo que las pienses diez o doce veces. Es más, te estoy diciendo que es más que recomendable visitar a alguien que te haga ver lo trascendente de esas decisiones y que si aún así quieres seguir, sigas. Que a mi me la suda.


Existe un discurso interesadamente miserable que tiende a repetir, una y otra vez, que tienes derecho a todo lo que te salga del orto. Que ni los poderes, ni los padres, ni los profesores, ni los profesionales y mucho menos el sentido común puede poner en duda lo que tú quieres ahora mismo. ¿Que quieres que se te trate como un helicóptero apache?. Perfecto, el gobierno obligará a tu comunidad de vecinos a poner un helipuerto para satisfacer tus derechos fundamentales. ¿Que, dado que te has puesto macarrón a alitas de pollo del KFC pesas 150 kg, te han llamado gordo cuando te quedaste anclado en el torno del metro? Vamos a cambiar todos los metros del pais para no fomentar la gordofobia. ¿Que ahora en vez de helicóptero dices que eres un hamster?. Haremos una rueda de esas infinitas para que corretees y pondremos las hojas de lechuga subvencionadas en el Mercadona. Da igual porque aquí estamos, con una bandera nueva, para defenderte de todos los demás. La otra opción es decirte, a tu puta cara, que eres gilipollas. Pero eso no es electoralmente rentable.

¿Sabes lo que pasa?. Que de la misma forma que todos los imbéciles nos poníamos hombreras ahora los imbéciles juran que quieren que se les respeten sus derechos como Opel Corsa, que se les ponga una plaza de parking digna con dinero público y se les regalen unos puntitos en cualquier oposición pública a la que accedan, ya que son una minoría oprimida. La manera de conseguir cosas no es esforzarse, es ofenderse.

Con todo eso no quiere decir que sea perfectamente digno ser trans, gay, gordo, negro o que te pongas palote viendo a Ana Rosa Quintana. El problema reside cuando, después de ciertos discursos que aparentan ser ventajistas, aparecen datos sorprendentes: en Suecia, pioneros en leyes trans, se pasó de 8000 casos en 30 años a 1000 el año pasado. Hay un 7600% ( sietemil seiscientos) más de personas trans en Cataluña. No pongo en duda que durante años exista un porcentaje de personas que se hayan escondido por miedo a represalias sociales pero ¿tanto?. En España hay un 5% de personas gay segun algunos estudios. El 80% de la población del planeta se define como heterosexual. La OMS establece que hay un 0,5% de personas trans ( unas 10000 en España). Pero si a un Español le dices que le pones un piso , le das una paga o le regalas una tapa si te dice que le gusta olerle el culo a las cabras, le gusta no mucho, muchísimo. Y si pones de moda entre algunos sectores poco formados intelectualmente que ser objetofílico es mucho mas guay, mañana aparecen copulando con la estantería del Ikea.

En Escocia detuvieron a Adam Graham. Adam había violado a un par de mujeres y le metieron en la carcel. Da la casualidad que Adam ya no era Adam, sino Isla Bryson y ahora se identificaba como mujer. Así que se fue a una carcel de mujeres. Oye, lo mejor que puedes hacer es meter a un violador en una carcel de mujeres. No sé. Es que ahora es mujer y no vamos a cercenar sus derechos fundamentales de género. Ponle un helipuerto.

Desde mi absolutamente personal punto de vista lo tengo bastante claro: eres libre de tomar una decisión. Pero una. No dos, ni tres, ni volver atrás, ni quitarte el tatuaje, ni adelgazar sin sudar. Tampoco creo que haya que poner por delante del derecho del 95% de la población, el 5% restante. Ni siquiera, y lo digo con total sinceridad, el 50% contra el otro 50%. Las bases de la igualdad, la de verdad y no la de algunas espantapájaros, es tratar a todos como iguales. Si yo te trato como diferente porque eres trans o chino, soy un mierda. Pero hay cosas que no se quitan como las hombreras y si tomas una decisión, es para siempre. No me toques los huevos cuando se ponga de moda lamer sobacos. Que a alguien le gustará, porque hay gente para todo, pero la vida no son retos de tiktok.

Respeto tus decisiones pero me cago en tus modas. ¿Quieres ser independiente?. A la puta calle, pero no vengas a pedir dinero o que te lave las bragas. Acepta y jódete con tus decisiones porque no hay vuelta atrás. No es algo temporal ni una experimentación. No es una moda que luego vayas a revender el wallapop para sacarte unos euros y ser feliz como la del anuncio, guapi.

Sí. Hay quien juega con su vida como quien juega con la moda. Eso NO es respetable, sintiéndolo mucho. Si Jose ramón quiere ser Mari Carmen, perfecto. Si José Ramón, que tiene 16 años, quiere ser Mari Carmen pasándose por el forro todas las voces que le piden que se lo piense dos veces porque así tiene más seguidores en su cuenta de Twitch, que se quede como Mari Carmen, pero siempre, aunque le salga bigote.

El problema, supongo, es que si tenemos a gilipollas que se creen en posesión de la verdad ( como un adolescente futbolista mal avenido que gana más de cien mil) poniendo leyes, no nos salen leyes, nos salen modas.

¿Te acuerdas de los tatuajes tribales que se pusieron de moda hace unos años?. Pues ahora, con 16, nadie te puede decir que estás haciendo el imbécil. Aborta, cámbiate de sexo, métete unas rayas, llega a casa todos los sábados a las nueve, ponte macareno a ron. Son tus derechos. Eso sí, si te metes una hostia con el coche te lo tienen que pagar papá y mamá. Trabajar y esforzarse, en una sociedad en la que el victimismo es más rentable que la capacidad personal, es de loosers.

En vez de educar y aconsejar vamos a dejar que, con el razonamiento pueril de la libertad, hagas lo que te de la gana. En un futuro nos vamos a reir casi como cuando veo a una madre negociando con sus hijos de tres años sobre si van a cenar verdura o tres pizzas.

En asia dicen que quien va a terminar con la civilización occidental van a ser las generaciones de idiotas que nos persiguen. No creo que estén muy desencaminados porque, en realidad, les estamos dando munición.


14 de febrero de 2023

14 escápulas de febrero

Todos los 14 de febrero, casi como una aspiración irresoluble, he escrito en este quejumbroso blog gotas de amor aspiracional que, casi de la misma forma que el éxito profesional incuestionable, no ha llegado nunca de una forma plena.

Eso es muy malo para los enemigos del conformismo entre los que me incluyo.

Después, mirando atrás sin llegar a romperme el cuello, creo que soy capaz de reconocer más de una ocasión en la que, sin saberlo, he estado cerca. Como casi todas las cosas que tiene la vida, uno no es consciente de donde está hasta el momento en el que ya no está. Uno no es consciente de su agilidad hasta que la pierde o de la posibilidad hasta que se ha difuminado lo justo para convertirse en un recuerdo. O cuando, sencillamente ( de forma real o metafórica) se muere.

El amor se ha convertido con el cine, las redes, las parejas subiendo al monte a buen paso o las exageraciones pornográficas, domésticas, gastronómicas o viajeras, en un reto en el que parece que hay que rendir a un nivel muy por encima de las posibilidades personales porque esa puta pareja feliz que te cuenta cuánto disfrutan de su vida en común no va a ser menos que tú. Y, por supuesto, llegada una edad no vas a ser menos que todos los que estuvieron antes. La cabeza, que es una consejera infame, busca continuamente ese lugar perfecto, la receta adecuada, las palabras indicadas y una nueva sorpresa con la que llenar de plenitud esos ojos que son capaces de ser el espejo en el que sientes que esa persona, gracias a que existes, es feliz. Que, como un primer sorbo de elixir, has conseguido anclarte en su cerebro. Eso, no otra cosa, es algo que me hace sentir bien.

Pero no se puede ser excepcional a todas horas y, como en la teoría psicológicas del síndrome del impostor, la idea de no ser suficiente se va haciendo poderosa hasta el punto de llegar a la conclusión de que para ser mediocre, mejor no ser. Entonces es cuando una vocecilla te intenta convencer que quizá es que no ha llegado, que la vida te tiene preparada una gran sorpresa, que todo es una cuestión de estar dispuesto y en orden, como un bombero en forma para el aviso que te haga salir urgentemente. Es una voz mentirosa, aviso.

Estar enamorado, probablemente, es hacer equipo.

Sin embargo te han convencido que se tiene que estar sano, desayunar sonriendo, no roncar en la cama, mantener relaciones sexuales de calidad suprema, cenar mirando al mar, descubrir paisajes infinitos, reconfortarse al calor de un fuego de leña, aportar una cantidad de dinero importante a la economia familiar y que el vino no rasque cuando lo bebas en el siguiente bar de diseño nuevo con el que hayas sorprendido ese martes.

Hay quien está solo porque, en su papel de princesito o princesita, nadie se lo dio nunca teniendo en cuenta lo muchísimo que lo merecía. Hay quien está en su soledad atronadora porque siempre se vió incapaz de acercarse, ni de lejos, a ese estándar imposible. Yo pertenezco al último grupo.

Quizá el amor es como los hijos: estabas convencido que te iba a salir ingeniero, deportista, ordenado, guapo, culto y que hablase seis idiomas. Mi madre lo piensa de mi pero ninguna de las afirmaciones son ciertas del todo. Será que me quiere. Claro que de un hijo no puedes deshacerte y del amor se puede salir corriendo, lo cual es demasiado habitual hoy en dia.

Como dice mi canción de amor favorita:

Como no soy directo, ni fácil, ni honestoMe he hecho un remedio con lo que había dentroEs sólo cuestión de fé, es sólo cuestión de féY como tengo problemas, para decir te quieroPor prejuicios extraños, por esnobismo agoreroVoy a morir de pie, voy a morir de pie