...apuntes del libro nuevo:
Mal dia para buscar
29 de mayo de 2021
Marta y los medios.
20 de mayo de 2021
Cuando no eres capaz de soportar la verdad.
Como algunos sabréis, y otros no, al humorista David Suarez le van a juzgar por hacer cierto chiste del 2018 que incluye una felación, él mismo y alguien con el síndrome de Down. Obviamente , aunque roza el límite del mal gusto pero no por ello creo que alguien deba ser inhabilitado de su trabajo durante cinco años. Como todas las cosas que resultan dialécticamente incómodas, porque es un supuesto excesivo y no un hecho consumado, el grupo de los bienpensantes de este mundo se le han lanzado al cuello pidiendo que pongan sus huevos en una bandeja de plata para escupir sobre ella la saliva de la moralidad.
En una de sus ultimas apariciones en youtube ( donde unos días tiene gracia y otros huele bien) hace una reflexión interesante: "qué casualidad que todo el mundo que se dedica a defender causas sociales en sus redes sociales sea una hija de puta. No digo que esté mal defender causas sociales (,,,) pero estoy tan convencido que la relación entre defender causas sociales en twitter y hacerlo en la vida real es cero. Estoy seguro cuanto más hacen algunos "blablabla" son más hijos de puta. ¿Por qué? Porque es mil veces más fácil hablar que hacer cosas."
Es lógico pensar que David es un tipo de veintitantos años que tenía un futuro prometedor y que se dió de bruces contra el bienquedismo. Que fue despedido y despreciado por ese grupo social estupendísimo que se permite ser absolutamente cruel con lo que considera que se lo merece y juega al juego de la indignación absoluta para con sus valores. Ya se sabe que en España , hace no mucho, no se podían hacer chistes del rey, de la guardia civil o de jesucristo. Por eso se hacían de maricas, gangosos, mujeres y Alá. Atrévete a decir algo hoy públicamente que incluya a Mahoma abusando de una mujer gangosa mientras escandalizas a maricas. Claro que si sale Jesucristo vestido de guardia civil dando por el ojete al rey, es de partirse y lo seleccionan en La Resistencia. A mi o me hace la misma gracia o el mismo asco, según cómo me lo cuentes.
El caso es que David se dio brutalmente contra la realidad y con esa concepción de que la libertad es decir libremente aquello que le parece bien a la corrección moral impuesta por los demás.
Pero, y lo que intento es avanzar, este extraño mundo público en el que vivimos dispone de ejemplos peculiares. Una de las cosas que tiene el mundo del streamin es la necesidad de acaparar público. Ahí se ponen, delante de sus cámaras, seres habitualmente jóvenes que intentan labrarse un futuro a golpe de seguidores. Unos procuran generar contenido de interés y otros han optado por la versión moderna de la telebasura. En ese último grupo aparece el Hot-Tub, porque ya tiene hasta nombre. Se refiere a streamers que emiten en bikini desde la bañera de su casa. Lo primero que afirman es que leyendo las codiciones de uso de la plataforma en cuestión no es ilegal. Da igual lo que diga quien emite porque ella ha descubierto, por sorpresa como es de suponer, que de esa guisa el número de seguidores crece exponencialmente. Ahora está indignada porque han decidido que sus ingresos van a verse reducidos. Mierda, los moralistas de internet que van a dejar en la ruina a esta joven con grandes y curvosos valores. La muchacha en cuestión, como otros muchos que creen en la bondad del mundo y en las firmes convicciones éticas de las buenas gentes, descubrió que un buen escote y un tanga deportivo son mucho más rentables, en el mundo real, que preparar unas charlas sobre la influencia de la cultura griega en el mundo contemporáneo. Viene a ser el ser cantante, torero o futbolista en vez de estudiar que se puso de moda en los 70.
Y ojo (alerta feminista) no hay ningún proxeneta en todo aquello que lleva a esta muchacha ( o muchachos, que los habrá) a ir por el camino de la explotación personal de su buen físico para la consecución de dinero. Simplemente ha encontrado el camino rápido.
Los que, después de contarte el último chiste sobre Jesucristo, critican a David son los mismos que se la pelan con la jovencita pero, después, afirman que dichos comportamientos han de ser erradicados de internet por inmorales.
Hay miles de ejemplos de todo esto. Hay miles de situaciones que nos ponen delante de la cara la verdad y no lo que juramos que es la verdad. Queremos apostar por la libertad pero al tipo éste que le despidan y le metan en la cárcel. Queremos aportar a la cultura pero quien se lleva los seguidores es la pelirroja en bikini. Queremos eliminar los extremismos pero algún hijo de puta sigue votando a los extremos mientras jura que es ecuánime, demócrata y desea el bien global. Queremos ayudar a los demás siempre y cuando le ayude otro o yo sea uno de "los demás"
El estúpido siempre es el otro pero, en la intimidad, cometemos las mismas estupideces.
La verdad es lo que hacemos y no lo que decimos. Más de uno no es capaz de soportarse a si mismo cuando se le pone delante de la cara su puta y personal verdad.
Quizá tenga razón David al afirmar que cuanto más moralista es alguien en sus redes sociales, cuanto más defiende a los gatos, a abrazar inmigrantes, a recaudar fondos para una niña con leucemia, a ayudar a Siria, Palestina o lo que toque ese día, es más hijo de puta. Conozco a quien lo defiende todo y con eso ya está compensando la paja que se hace delante del ordenador con una heredera de Lolita. Viene a ser lo mismo que el hipócrita que pensaba que después de confesarse podía volver a pegar a su mujer.
Quizá no ha cambiado nada, solamente el motivo de los chistes,
Y los que se indignan siguen sin saber soportar la verdad.
19 de mayo de 2021
No secrets ( The treble) (80-90´s style game)
El juego es fácil. Adivinad los videos originales.
18 de mayo de 2021
Ramón Rodriguez , antecedentes.
Ramón Rodriguez siempre fue educado con unos firmes valores. Aprendió que no debía abusar de los que habían tenido tanta suerte como él, a ceder el asiento en el autobús. Se esforzaba en fomentar los valores en los hijos de sus amigos cuando parecía que los primeros ya se habían rendido. Apoyó la igualdad salarial de sus compañeras de trabajo y reciclaba todo lo que podía antes de ir en bicicleta a la oficina.
Un día descubrió que María Gonzalez ganaba más que él por realizar el mismo trabajo. Lo vio en un mail con su nómina que también adjuntaba la de ella, incluyendo los días de baja por asuntos propios remunerados de su compañera. Recordó, por un momento, todas las veces que se había posicionado por que cobraran lo mismo creyendo, con firmeza, que él cobraba más. Parece ser que no era así y que ella era consciente de ello.
Tampoco podemos hacer extensivo todo por un caso puntual. "Es lo de los perros y los mataperros"- se dijo a modo de chiste y esbozando una sonrisa como quien perdona una salida de tono a alguien a quien aprecia de verdad. En realidad, si eso es así, también significa que las cosas han ido cambiando.
Resulta parecido a la multa que le habían puesto por la mañana. Iba es su bicicleta, retando al frío que hay en esas horas en las que todo el mundo va en alguna dirección. Quizá no todos porque un agente, probablemente ocioso, le había parado para aprovechar y multarle. El caso es de debe de existir algún tipo de normativa, que Ramón desconoce, que le obliga a ir con casco, con un seguro de responsabilidad de bicicleta, catadriópticos de una determinada forma y , además, la bolsa que lleva en forma de bandolera no cumplía las dimensiones autorizadas por algún bando municipal referente a la movilidad. "Lo hacemos por su seguridad"-le dijo el policía según le notificaba la lista de sanciones.
"Las normas están hechas para cumplirlas"- repitió mentalmente mientras guardaba el cargador de sanciones en el bolsillo y empujaba la bicicleta.
María le vió llegar sudando y se sonrió. "¿Qué te ha pasado?". Le contó que le habían puesto varias multas. Que intentar ser un tipo concienciado con el medio ambiente no es tan fácil como pedalear silbando mientras los pajarillos hacen ameno el amanecer sobre la ciudad. Que existen más normas de las que creía conocer. Que las sujecciones para los pedales deben de estar homologadas. "A mi que vengas en bici me parece fenomenal"- le respondió- "porque así aparco en tu plaza de aparcamiento". Después le contó cómo uno de sus hijos había sido premiado. "¿Cual?"- María tenía dos hijos. Si somos políticamente incorrectos podremos decir que uno era un niño convencional: hacía deporte, sacaba unas notas medianas, correteaba por la oficina cuando venía y sufría de las inquietudes que se le suponen a un preadolescente. El otro, sinceramente, era una jodida bola de grasa que había descubierto cómo exagerando rasgos podía llegar a conseguir todo aquello por lo que debía esforzarse su hermano. Te miraba con cara de niño apaleado desde el borde del escritorio como uno de esos perros vagos y pedigüeños a los que les das un poco de pan para que te dejen en paz y que, después de olisquearlo y chuparlo un poco, lo abandonan porque no les gusta y te siguen acosando hasta que les das jamón. Se llamaba Asdrúbal. Es ese tipo de nombre que parece original y moderno el día que se le ocurre a sus progenitores pero que le persigue durante toda la vida más aún que siendo el hermano de un gran conquistador. Obviamente según su madre era a él al que le habían premiado. A veces se llama premio una atención personalizada porque eres espectacularmente insoportable y hay alguna ley que impide dar una bofetada a tiempo. En realidad la separación de María viene de un momento en el que Asdrúbal se puso a patalear delante de su padre justo en la mitad de la tanda de penaltis de la final de la copa de Europa del 2017 y, tras decírselo con la condescendencia posible pero sin ningún éxito, el niño del demonio decidió quitarse de medio a su competidor por la atención paterna y tiró la tele 4k al suelo. Cuando ella entró en el salón, alertada por los gritos, encontró a su futuro exmarido azotando al niño por su comportamiento. Y el niño, igual que con la tele, se quitó a un competidor por el amor de madre y, como extra, una pensión generosa para no hacer pública una demanda por malos tratos infantiles.
El exmarido trabaja por las mañanas en su oficina y por las tardes se le puede ver repartiendo comida a domicilio con una mochila enorme. Una vez le tocó llevar un pedido a su antigua casa y ella le puso una sola estrella.
Ramón sabe que uno ha de pagar por pegar a un niño y se lo repite a si mismo, con intención de eliminar las ganas de materializarse en Herodes, cuando ella suelta a la fiera por la oficina en las jornadas de conciliación. Aprovechando que está ocupado manipulando a otros adultos ella desaparece unos minutos para salir a fumar.
"Lo cierto es que es problema de ella"- se dice a si mismo cuando siente la paz de no tener al niño cerca.
María se ha echado novio. es un muchacho más joven que ella al que conoció bailando una noche en la que dejo a los niños con los abuelos. Es pelirrojo. Y cubano. Siempre hace chistes con eso. Parece que llega con un finlandés pero cuando abre la boca te das cuenta que ha llegado de un lugar mucho más caluroso. Aprovechó unos cursos de verano y, simplemente, decidió no volver. Viven en el edificio que está frente a la casa de Ramón gracias a unos pisos de bajo alquiler que promovió el ayuntamiento. Obviamente ella sigue empadronada en casa de sus padres para que el pelirrojo no tenga penalizaciones en el pago, no sea que tenga que pagar lo que pagan los demás. A veces les ve, de lejos y desde su ventana, en alguna de las fiestas que dan. "Es envidiable cómo saben divertirse los demás"- piensa antes de dormir apostando por si María, el día siguiente, llegará a la hora al trabajo o no. No sería la primera vez.
Más o menos esa es la vida de Ramón Rodriguez.
Excepto que un día, al levantarse, decidió coger su coche, aparcar en su plaza de garaje, ignorar a Asdrúbal, denunciar a su empresa por pagar diferente a trabajadores por realizar el mismo trabajo, fotografiar a María robando material de oficina y hacer llegar un escrito al ayuntamiento con las pruebas de malversación de las ayudas para la inmigración en el edificio de enfrente.
Y fue despedido, acusado de maltrato infantil, de discriminación sexual y de racista. En un control sorpresa su coche fue inmovilizado por contaminar. Perdió el trabajo, María dijo que una vez le había piropeado sin su consentimiento y eso le generaba cefaléas que le impedían llegar a la hora con regularidad al trabajo, tuvo que acudir a un curso de comportamiento para con los niños y realizar labores de voluntariado obligado en centros de inmigración.
Así que si por las noches ves a dos tipos en bicicleta entregando pedidos por una miseria, que sepas que son el exmarido de María y Ramón: racista, machista, pedófilo e intolerante. Comparten piso y resquemor.
Pero nadie les importuna cuando los partidos, en la tele, se ponen emocionantes.
"Al menos no cogí un fusil y me puse a pegar tiros"- comenta Ramón para sus adentros antes de domir.
8 de mayo de 2021
A la libertad como toros
Si algo tuvieron en común la caída del muro y la muerte de Franco fue que las personas , supuestamente de bien, salieron de sus madrigueras como los toros al llegar a la plaza. Agitados, rompiéndolo todo, levantando polvo tras las carreras por la arena y desgastando la energía que les quedaba.
El complejo de nuevo rico y el de nuevo liberado se parecen de forma sospechosa. Son eyaculaciones públicas de ruidoso mal gusto que parecen disponer del derecho a jactarse sobre los demás como quien pisa la tumba de su enemigo en un catárquico baile.
Ya no quedan crestas de colores por las calles.
Mañana abren toriles. Como quien va a derrapar en la curva de La Estafeta saldremos a toda velocidad mientras, vestidos de blanco nos golpearán los mozos con periódicos que hablarán de paro, de los cientos de miles de muertos, de las enfermedades, de la crisis, de la economía globalizada que nos habrá hecho más pobres. Es probable que empitonemos a un par de ellos. Que mantengamos el trabajo y que estemos vacunados. Saltaremos sobre las montoneras detrás de los cabestros que nos marcan el camino directamente a la plaza mientras retransmiten nuestro recorrido en directo y comentan, dignísimos, cómo esta vez lo hacemos en mayor o menor tiempo. Mientras nos dejamos llevar haremos fotos felices de nuestro camino.
Ahora lo que toca es hacer ruido, follar sin criterio, cantar "hoy voy a salir a por ti" absolutamente bebidos bien entrada la noche y saltar los burladeros. Ahora hay que ser una adolescente de buen ver con casa vacía, dinero regalado y la firme convicción que libertad y exceso son lo mismo, que beber más, gritar más y pasarse más significa un hito superior. El cornúpeta se cree libre los tres minutos que van desde que abren la puerta hasta que llega la primera banderilla.
Eso sí, al toro que sale a la plaza sin armar mucho escándalo le devuelven a toriles y, con suerte, vive plácidamente en algún terreno de la Salamanca profunda llegando a viejo y teniendo muchos hijos. Los animalistas y los astados listos, lo prefieren.
Moraleja: no seas gilipollas, que le dan tu oreja a otro. Y el rabo. Eso sí que duele. No pierdas el rabo.