Como si todos tuvieramos que ir a un bar y sólo existieran dos en este mundo, parece que el futuro se decantará entre el amigable, bien diseñado, novedoso y progre Google y el arcaico y odiado (por mi parte personal con razón) Microsoft.
Basándome en la realidad de la elección y teniendo que inclinarme por algún lado voy a cometer la torpeza de inclinarme, si es que hay que hacerlo, por Microsoft.
Hay quien ha titulado esta lucha como "gratis contra pago" y es una respuesta falsa porque obviamente, los dos son negocios.
Google ganó 3015 millones de euros el año 2008. Microsoft 12629. Ambas empresas, siguiendo la lógica del mercado, quieren ganar más. Uno agarra su sistema operativo y sus programas (fuente del 82% de su beneficio) , le cambia el nombre (Windows 7) y se lanza a la caza del usuario. El otro , como si fuera la antigua historia de Fausto, ofrece excesos a cambio de tu alma, y se esconde tras la etiqueta de "gratis" cuando quiere ganar más dinero con tus datos.
Básicamente son dos concepciones de la realidad con un mismo objetivo.
El usuario básico responde con facilidad sorprendente a las etiquetas gratuítas. Facebook , youtube y el resto de las redes sociales, así como infinidad de aplicaciones que usamos a diario se nutren de nuestras fotos, nuestros textos y nuestras inquietudes. Se convierten, poco a poco, en los núcleos de opinión del siglo XXI. Todo esta ahí, como en una nube, esperando a ser consultado.
El gran miedo del "establishment" actual es sentirse inseguro ante la falta de control del poder popular. Contra eso nos gusta pensar en internet como un medio libre donde la fuerza de la mayoría nos hace llegar a la verdad de la democratica decisión de todos. El problema reside en que esa decisión está mediatizada por el administrador del medio (los dueños de facebook, los de tuenti o el propio google) ya que, en definitiva, nuestras opiniones les pertenecen.
Algunas dictaduras encubiertas, como la de Chavez en Venezuela, se han lanzado de cabeza a cerrar medios de comunicación. Otras dictaduras como la china, en un intento de mantener a su población lejos del pensamiento ajeno, han cerrado las puertas a internet.
A nosotros se nos olvida que cada vez que abrimos una página, cada vez que escribimos un comentario o mandamos un mail, cada vez que jugamos con una foto o intentamos erotizar a una novia lejana, algún tipo tiene acceso a esa información. Desde el momento que sale de nuestro ordenador no es nuestra y en la mayoría de los casos es del señor Google que está en su derecho de venderla o vendernos a un comerciante de viagra porque ha considerado que sería interesante alargar nuestro pene. (Eso es la "minería de datos" de la que ya hemos hablado).
Cierto es que en esta lucha lo interesante es la diferente posición ética de ambas empresas y probablemente aunque Microsoft parte con la ventaja de haber sido el demonio durante muchos años (sin ocultarlo, y eso es de agradecer) Google viene con la sonrisa que tiene un captador de una secta con la firme intención de sodomizarnos, robarnos nuestros secretos, venderlos y meternos mano dejando bien claro que todo ese placer nos lo da gratis.
Mi bolsillo dice Google, pero mi ética dice Microsoft.
1 comentario:
tu lo has dicho, simple y llanamente NEGOCIO,
marketing puro y duro
no se tu, yo llevo pagado un alto precio...
Publicar un comentario