Quizá la actividad más tediosa del domingo es hacer la cama, porque está ahí, quieta, oliendo a sueño y con tu forma. Te despiertas despacio. Desayunas despacio. Te asustas pensando en lo que vas a tener que correr el lunes y en la lluvia de marrones (brown storming) que te va a caer. Sobre todo si mañana es el primer día laborable de septiembre cuando aún es agosto.
Pero la tecnología tiene una solución para casi todo y ya existe la cama que se hace sola, sobre todo si es después de soñar contigo.
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