Mal dia para buscar

27 de febrero de 2010

Cinco amigos.

Probablemente las soluciones más sencillas son siempre las más efectivas. Afirman que la política más efectiva para reducir el número de suicidios en nuestra sociedad es que cada uno se sienta libre de poder hablar sobre aquellos temas que le interesan sin miedo a la reprimenda general. Hablar, simplemente y sin prozak, sobre el amor, la felicidad y las relaciones sociales que son, en realidad y muy a pesar de aquellos que dejan a un lado la vida por el trabajo, lo que realmente nos hace humanos.

Sin embargo en esta sociedad en la que se comercializan las emociones y uno se siente más feliz cuando tiene más de 500 personas en su mierda de facebook hemos de pararnos a pensar que el ser humano no es capaz de gestionar un número superior a las 150 amistades. Se entiende, eso está claro, que una amistad es esa persona que si necesitas dinero te lo deja o que está a tu lado de manera clara cuando eres capaz de pedirlo u obviamente lo necesitas. El resto de las personas, las que se han tomado copas contigo, quienes han pasado por tu cama, los que te mandaron una tarjeta en san valentín y luego te hicieron sentir abandonado, no son tus amigos. Es más, creo que era en el libro "el desorden de tu nombre" de Juan jose Millas, donde se afirmaba que amigos de los de verdad hay 5. Son aquellas personas, estén o no a tu lado, para quienes guardas los acontecimientos y quienes aparecen en tu vida de manera esporádica y mental cuando vives una circunstancia en la que les añoras. Son esas personas que te gustaría que estuvieran a tu lado dependiendo de la historia que te cuenten en el cine o en una esquina frente a la fachada de algún museo mientras dices, sin ningún tipo de contención verbal, lo que tu mente genera y sin miedo a reprimendas o castigos. Son quienes aún te hablan después de oirte decir lo que tienes dentro (y tú haces lo mismo).

Y no hay más.

Y con esas personas es con quien tienes que hablar, según cuentan, para ser más feliz.

Claro que la elección casi nunca es recíproca o te niegas a que lo sea, pero son 5. Ya puedes empezar a borrar gente del facebook. Eso sí: cuidado con quien te quedas aunque quizá la naturaleza es sabia y dentro de algún tiempo, más del aceptable y menos del apropiado, veas que la vida lo ha decidido por tí.

No todos tus amigos son amigos tuyos en el facebook. Probablemente los menos. Por eso el facebook miente.

Pd: Canción: ¿Donde estabas?. La Unión. Del disco 4x4 y dedicado a todos aquellos que les abandonaron en el disco anterior.

26 de febrero de 2010

Nuestro pais de mierda.

Vivimos, definitivamente, en un pais de mierda.

Pensábamos, cuando nos estabamos despertando de la transición que toda esa alegría exhacerbada de los 80 se debía que nos habíamos estado aguantando desde hacía demasiado tiempo e intentábamos recuperar a marchas forzadas la revolución hippy, el glam, los inicios del rock, la revolución sexual y el consumo indiscriminado de drogas.

Convivían en nuestros televisores La Bola de Cristal, las películas de Paco Martinez Soria, Peret, Almodovar y Mcnamara, las Vulpess (donde aún toca a veces "cariño" Igartiburu) apadrinadas por el señor Tena y Sabina acostado en una calle en el programa de Tola.

Después nos creímos las reinas del baile. Entramos en la Otan, en la CEE y nos compramos coches caros haciendo bromas sobre esos europeos a los que intentábamos mirar por encima del hombro mientras ellos veían cómo (y así lo tituló algún periódico) un torero con bigote y pistola entraba en el congreso. Después todo explotó a base de corrupciones políticas familiares, el Dioni llevándose el furgón, Sabina haciendole una canción y marios y condes en la cárcel.

Luego llegó Aznar y la chulería de nuevos ricos de viaje por las Azores. Proclamábamos que italia había quedado atrás en lo económico y considerábamos que el éxito de cine de barrio era algo coyuntural, un retazo cultural de nuestras añoradas raíces históricas. Después descubrimos con pavor musical que la canción que más dinero genera en concepto de autores es Paquito el Chocolatero.

Ahora, con unos políticos que cobran lo indecente mientras piden austeridad popular, con 4 niños en un seat león fumándose unos porros queriendo tener como novia a la marisol , con un presidente que parece que se preocupa más de la sostenibilidad global que de sostener el precio del pan, con un ex presidente que le hace una peineta al anfiteatro, con una televisión que le paga 30.000€ a un tipo por decir "tócame la polla", con un presidente valenciano que reconoce públicamente que no tiene en la cuenta la mitad de lo que cuestan sus trajes y un tipejo presidente de una asociación sin ánimo de lucro que va a cobrar 24500€ como pensión creo que seguimos viviendo en un país de risa donde cada uno se preocupa exclusivamente por sí mismo.

Ojo, que a los demás no les va mucho mejor. Cada uno tiene su Paquito el Chocolatero. Quizá nuestra base aún sigue siendo la misma: de barro, de broma o de mierda.

25 de febrero de 2010

El viaje cobarde


Sobre la imagen, en grande.
Pd: por cierto que para este tipo de incomodidades viajeras, para esa sensación de terner que escapar (por motivos diversos) he encontrado Busco Un viaje, donde pones tus gustos y el dinero que tienes y te da opciones de viaje válidas.

Silversun Pickups

Llevo varios días oyendo intensamente a los SilverSun Pickups

Y aunque les perdono por no tener la voz tierna o enérgica de Tom Yorke que se hace merecedora de este sonido ni la guitarra sucia y maravillosa de Dinosaur Jr, me ha vuelto a recordar a la pasión que me dieron los Smashing Pumpkins cuando los conocí.
Se agradece, por supuesto, un poco de energía contenida en este espectro musical algo tristón y lleno de carne femenina repetitiva que es la música actual.

24 de febrero de 2010

Micronaciones

A raiz de la historia de uno de los grandes mentirosos de la historia, Geoge Psalmanzar, que leo en el blog de maikelnai y de cómo este señor se inventó una nación (basada en Taiwan) para lograr representatividad ante la alta sociedad londinense allá por el siglo XVIII ha llegado a mi memoria la realidad del pais de Sealand.

Sealand no es más que una plataforma petrolífera abandonada a 12 millas naúticas del Reino Unido que fue construida en 1942 e independizada tras su compra en 1967. Es, probablemente, la micronación más famosa del mundo.

Micronaciones hay muchas. Casi todas se forman por una reclamación territorial (normalmente economicamente interesada) y tienen en común la falta de reconocimiento por parte de las demas naciones (salvo casos ya comentados). Intentan conseguir el estatus diferente de microestado (a Andorra me remito) que, al estar reconocidos por las naciones unidas, disponen de un voto en la asamblea general de las mismas (un estado=un voto).

El caso de Sealand, como el caso de esa ciudad que Google quiere hacer en el mar (según ellos para ser equilibrados con el planeta y refrigerar sus servidores con agua y así hacernos el bien) (según otros para no tener ninguna legislación que les haga pagar impuestos o tener que ser éticos con nuestros datos personales), saltó a las noticias cuando se rumoreó que The Pirate Bay (un portal de enlaces de descargas, más o menos) quiso comprarlo para hacer lo mismo que estoy diciendo de Google. Al fin y al cabo está a la venta por unos 750 millones de euros (como es lógico a través de una inmobiliaria española).

Así que se llame Sealand, Gnostopia, Hutt River, Seborga o la república independiente de tu casa ( a la que puedes llamar Petoria) recuerda que si tiene población permanente, territorio determinado, gobierno y capacidad de entablar relaciones con otros estados ES una micronación. Mi problema es que suelo bajar a comprar el pan, pero yo para entablar relaciones siempre estoy dispuesto (aunque mis relaciones internacionales son, últimamente, profundamente deficitarias). Habrá que hacer turismo. Hay vuelos económicos, largos viajes en moto, depósitos de gasolina llenos y ganas de mimos y afecto para reuniones bilaterales en alguna cumbre.

23 de febrero de 2010

Mujer estresada: duerme, sueña y piensa.

Dos noticias científicas relacionadas con esa última frontera de lo desconocido que es el cerebro, llegan a la prensa estos días.


La segunda dice que se ha demostrado que dormir mejora en un 40% la capacidad de asimilación de conocimientos ya que vacía el hipocampo. Ese es el motivo por el que los bebés, que tienen mucho que aprender, duermen más que los ancianos.

Así que si eres mujer y tienes muchas cosas que hacer sigue mi consejo y duerme.

En algún lugar leí que durante el sueño se generan los recuerdos con los que convivimos el resto de nuestros días y que las cosas que soñamos, aunque no lo parezca, siempre tienen un origen en alguna vivencia, idea o pensamiento del día anterior. Existen personas que viven sus sueños de una manera absolutamente real (Orionautas) que es lo mismo que sucede cuando una persona esta sometida intensamente a mórficos y solamente existe un único caso médico de una persona que no sueña (llamado Yuval Hamzany)

Los mortales siempre soñamos algo que no tiene por qué recordarse, pero se sueña de la misma manera que nuestro cerebro siempre está pensando en algo aunque cuando nos preguntan solemos responder, tras un titubeo que... "...nada".

A mí me gustaba verla dormir por la mañana, pero ya no me acuerdo. Eso es que he pasado demasiadas noches en vela y , a mi pesar, soy hombre. ¿En qué estaba pensando? . En nada. O quizá sí. Quizá en esa frase de la eternamente onírica Leolo (película): Porque sueño yo no lo estoy. Porque sueño, sueño. Porque me abandono por las noches a mis sueños, antes de que me deje el día. Porque no amo. Porque me asusta amar. Ya no sueño. Ya no sueño.

22 de febrero de 2010

Arrepentimientos a lo Hawthorne


Tiger Woods, que es a USA un referente deportivo, educativo, de comportamiento y cultural, ha dicho que está profundamente arrepentido.

Bill Clinton también estuvo profundamente arrepentido de eyacular sobre Mónica.

El capitan de la selección inglesa está muy afectado por haber estado tirándose a la mujer de un compañero de equipo.

Son tremendamente teatrales esas representaciones públicas de arrepentimiento, esos badulaques sentimentales que buscan siempre una compensación electoral o de patrocinadores.

Existe uno de esos efectos psicológicos tan manidos, llamado efecto Hawthorne, que es capaz de afirmar el superior rendimiento que es capaz de realizar un trabajador cuando considera que está siendo observado. Su nombre se debe a que esos estudios se realizaron en una fábrica con ese nombre de 1927 a 1932. De ellos se deducen ciertas "leyes" sobre la iluminación de las fábricas a fin de lograr esa sensación en el operario y que así trabaje más y mejor.

Supongo que estos arrepentimientos públicos tienen algo que ver, dado el caracter luminoso de los focos y la observación pública del evento, con la certificación de que haciendo eso mismo se logrará ser mejor deportista o mejor político.

El estudio de este efecto también afirma que cuando un operario es seleccionado para ser estudiado siente una subidita en su ego profesional que también influye directamente en el rendimiento. Con ello parece ser que a todos estos gurús sociales que son valorados más allá de su mero trabajo particular, bien sea metiendo pelotitas en hoyos o invadiendo países, se consideran más capacitados cuando les prestamos un exceso de atención.

Cuando el señorito de a pie ha de arrepentirse, tal y como yo lo he hecho (y haré) muchas veces, busca una situación íntima y personal para expresar ese profundo arrenpentimiento a quien ha defraudado con su acción. Es lo lógico. Los prohombres como Tiger no. Él no tenía a su mujer cerca cuando hizo pública su mala conciencia y la dijo cuánto la quería.

Quizá lo que sucede es que cuando socialmente creamos operarios estrella no nos importa tanto a quien perjudica o no su acción. Clinton nos fué infiel a todos. Tiger traicionó los votos de fidelidad que nos hizo. Kate se metió rayas a espaldas de nosotros. A mí personalmente siempre me ha importado un pimiento lo que hagan en su vida personal siempre y cuando hagan su trabajo con prestancia y esmero. Sin embargo algunos psicólogos siguen considerando que poner luces sobre el trabajo de cualquiera mejora su rendimiento. Por esa razón un personaje público tendrá un incentivo añadido para hacer mejor lo que tenga que hacer, aunque eso sea pedir perdón.

El resto de los mortales: tú , yo y aquellos que nos traicionaron, seguimos pidiendo perdón de manera íntima y personal. Otras cosas también preferimos hacerlas a media luz, claro que eso es otra cosa y otra cosa, por supuesto, es que te perdonen y te vuelvan a querer.

21 de febrero de 2010

Urje guardilla

Bajaba esta mañana a por el pan (sin napolitanas con chocolate) y me encontré con esto.
La revolucion Hoygan ha llegado.

Comisarías: los nuevos confesionarios

A saber: una señora mayor se acerca a la puerta de la comisaría. Lleva una chaqueta vieja de corte y una falda larga de tela azul que deja ver unos delgados tobillos encima de los zapatos de andar, feos pero cómodos. Tiene el pelo corto, gafas de pasta oscura y es de estatura baja. Le cuesta abrir esas puertas protegidas por apertura remota como en los bancos. Está algo alterada. Va directa contra el cristal donde un agente la atiende.

“Mire usted- dice la señora quitándose las gafas- Buenos días. Ayer vino mi hija a hacer una denuncia porque se había levantado por la mañana muy pronto porque tiene que ir a trabajar al "Carrefur" ya que de lo que ha estudiado no encuentra trabajo aunque es titulada por la universidad y se encontró el coche llenito de pintura. Eso es una vergüenza porque tuvo que llegar tarde al trabajo y eso no se lo paga nadie, porque es así. Y mi hija se levanta muy pronto y además ahora que no tiene coche porque lo compró hace apenas 3 meses con las primeras pagas. Fíjese usted, una chica joven que tenga que levantarse tan pronto para trabajar en algo que no ha estudiado. Así que estos días se ha levantado a las seis y con el tiempo justo porque los autobuses tardan en llegar y yo digo "lo bien que lo hacía con el coche", pero claro, ya se sabe, que hay mucho loco por ahí. En fin, que lo que pasa es que mi hija hizo la denuncia ayer y ya sé quien ha sido.”

El agente parece que es un experto en estos casos, tras aguantar, le pide a la señora su documentación.

“Pues fíjese que no la llevo, porque con las prisas no he tenido tiempo. Ha sido mi vecino, bueno, el hijo del que era mi vecino. Ese sí que era un buen señor y siempre le podías pedir un favor y siempre era amable con todos. Claro que desde que se murió (pobre hombre) el hijo está cada día más loco. No sólo con mi hija, sino con todos los vecinos. Las cosas no pueden estar así porque, claro, no habla con nadie, a otro chico también le mete palillos en la cerradura y hace pintadas en el portal. Esta mañana, cuando le he preguntado que si había sido él, me ha empezado a insultar. Me ha llamado hija de puta y no sé cuantas cosas más. No puede ser. Luego que si yo le he tratado mal y que si soy una vieja asquerosa. Pero, ¡bueno! , ¿usted se cree?. Por eso ya sé quien ha sido el que le ha hecho eso a mi hija. Ha sido él y además me ha estado insultando. No puede ser, las cosas no pueden estar así. !A donde vamos a parar!”

“Entonces, señora, deberá de venir su hija a ampliar la denuncia”

“Pero si mi hija, la pobrecita, está trabajando. Luego, cuando llega a casa, lo que tiene que hacer es descansar porque se levanta muy temprano. Claro que por eso vengo yo, para ver si se puede hacer algo. ¡Me ha llamado sucia!. ¿Usted ve?. No deberían de permitir eso, con lo bueno que era su padre. Hay que ver que justo al lado de nuestra casa hay un bloque con esos, ocupas, y son unos chicos estupendos. Tendrán sus cosas, no lo niego, pero, mire usted, son unos chicos que siempre te ayudan y aunque van con todos esos perros que llevan, siempre te echan una mano y son amables. Tienen esos colores en la casa y son muy alegres. Pero este otro, este otro no sé yo por qué la ha tomado con nosotras, porque dice que soy yo que le hago la vida imposible. Mire, la verdad es que este chico tiene que tener algún problema, pero no podemos seguir así porque otro vecino se ha comprado un coche y cuando lo aparque debajo ya verá usted como se lo estropea, como a mi hija. Un coche nuevo… una pena, ¿sabe?. Porque está trabajando y con toda la ilusión que le hacía…. Pero sí, es el vecino, así que ya lo sabe usted.”

La señora, tras esos momentos de agitación se pone la chaqueta correctamente, se vuelve a poner las gafas, se gira con la espalda bien recta y sale por la puerta contenta de haber cumplido con la justicia, no sin antes darnos a todos los buenos días. ¿Serán las comisarías de policía los nuevos confesionarios del siglo XXI?.

Pd: completamente verídico.

20 de febrero de 2010

Aznar vestido de lagarterana


Existen determinadas personas y personajes que sólamente con nombrarlos parece que se ha nombrado al anticristo. Aznar, la SGAE, los terroristas vestidos de lagarteranas, Bush, Berlusconi...

Desconozco si se vive bien en ese lado del camino, porque no conozco a ninguno de ellos, al menos personalmente.

Sin embargo, como soy un tonto que no cree en la maldad intrínseca de las personas, creo que esa "frikización" de los personajes es un recurso válido para la calma social.

Que se necesitan monigotes a quien tirar tartas, básicamente.

Supongo que si un día nos encontramos en una calle oscura a Aznar o a Teddy Bautista vestido de lagarterana nos va a entrar un miedito en el cuerpo digno de mención. Pero cuando haces un chiste te sucede como con aquellos eternos del ministro de exteriores Morán: era una baza segura para el éxito.

Existirá, seguramente, una explicación psicológica a ese placer desmedido por convertir a algunos personajes poderosos en la copia personal de Ronald McDonald de la misma manera que descubres cómo estás pasado de moda cuando los amigos de tus ex hacen chistes sobre tí. Enfadarte, en ese caso, es una guerra perdida.

Lo que sucede es que a determinadas personas parece que disfrutan con esa especie de repulsa desmedida. Todos nos escandalizamos cuando un grupo de jóvenes le llamaron asesino a Carrillo en la complutense y sin embargo como le han gritado a Aznar y éste les ha hecho una peineta (que no sabía yo que se llamaba así) nos hace gracia e indigna que se responda. No niego que Aznar se haya ganado a pulso los insultos y las mofas, porque lo ha hecho a golpe de chulería. No niego que Zapatero sea la copia burlesca de Mr Bean. No se me olvida ese seseo de Rajoy que seguramente tiene su barba llena de esputos. Ni siquiera defiendo al irracional recaudador de la Sgae, o a cualquier bufón que hayamos creado. Sólamente creo que cuando un perro está atado es muy fácil hacerle burla y reirse cuando ladra. Ponte delante de un pit bull suelto y saca la lengua, que te la arrancará de un bocado. Riéte de la pareja de tu amiga, en vez de su ex.

Anoche me desperté entre sudores fríos soñando que se reían de mí. Saqué un dedo fuera de las mantas. Hice una peineta. En algún sitio me tienen vestido de lagarterana. Me duele, pero me aguanto.

Hubiera sido más elegante seguir durmiendo.

19 de febrero de 2010

Delafé y las flores azules



Personalmente conocí a este grupo escuchando con tremenda concentración esa maravillosa emisora musical llamada Radio3 en uno de los múltiples viajes a Madrid, justo a la altura de La Cabrera. Oí "enero en la playa" en esa larga recta llena de subidas y bajadas que te acerca al Jarama y me prometí a mí mismo comprarme el disco nada más llegar a la capital.

Nunca les llegué a ver en directo porque preferí la amistad que perdí (y un concierto de Pastora) al amor que después encontré (y perdí también, porque soy muy despistado y bastante gilipollas). Hicieron un gran primer disco con dos momentos grandiosos (El ya comentado enero en la playa y por supuesto "Mar el Poder del Mar") y un segundo disco que estaba correctamente realizado pero parecía un larguísimo anuncio de la temporada de verano del El Corte Inglés.


Ahora vuelven, espero que no intentando repetir una y otra vez aquellos grandes momentos. Les oiré, se supone que optimistas y luminosos, para darte calor cuando ya se oye de lejos el mar de este verano. Espero, ansío, deseo que como dicen me digan alguna vez: "Te he visto cantar. te he visto sentir.Te he visto llorar. Te he visto sonreir. Hacer el payaso, ponerte moreno. Te he visto en forma, te he visto enfermo. Creer, crear, nadar en el mar. Te he visto cansado, andar preocupado. Te he visto vestido. Te he visto desnudo. Te he visto dormir y creo que soñabas".

Son una de esas debilidades tontas de la vida que no debería de confesar un tipo moderno, elegante y especialmente delgado ahora como soy yo, pero todos tenemos nuestro corazoncito meloso e infantil.

18 de febrero de 2010

Las cosas que nunca harías.

Cuando nació mi sobrina y mi hermana, ilusionada como la madre primeriza que era, hablaba de su futuro y de las ideas sobre su educación, confesaba que jamás convertiría a su hija en un monstruo consumidor de dibujos animados como anestésico para conseguir que comiera.

Año y medio después me pidió que pusiera un dvd en la cocina para ponerle dibujos a esa niña que no se quería comer sus purés.

Es lo mismo que el experimento con Wifi en un autobus escolar americano, del que se congratulan porque los estudiantes se quedan absortos en vez de gritar y pelear camino del colegio. El facebook y el porno son anestésicos.

En el momento en que después de un gran esfuerzo consigues cierta capacidad laboral lo que sucede es que fantaseas con tu gran trabajo, tus coches caros, tus viajes por el mundo, tu especialización personal y esa independencia maravilosa que se siente cuando puedes entrar en un bar, irte a tu cama con cualquiera y decidir cuando , cómo, cuantas veces e incluso de qué forma. Unos cuantos polvos después o algunas relaciones incorrectas después, tras descubrir lo sólo que alguien se puede sentir en su misma cama, descubres la falacia de ese pueril razonamiento. Descubres que es lo mismo que beber como un cosaco: el dolor de cabeza que te queda después es horroroso.
Las mujeres que se acercan o acaban de superar los 40 están viviendo algo parecido. 24 años, fin de carrera. 15 años de vida laboral intensa. Alguna que otra decepción sentimental. Siempre han dicho que esperarían el momento, oir violines, como decía Garci (*). Hermosa, con esas ropas interiores de ejecutiva que sujetan el culo de gimnasio y sus primeras arrugas se despierta en la habitación de un hotel con la lluvia de una ciudad ensoñada, moderna y cosmopolita golpeando los cristales justo antes de descubrir en el espejo que nunca se prometió tener una familia, pero sin saber si debe de ir al médico por ese vacío que nota y que quizá es tarde para llenar.

Lo cierto es que nos hemos olvidado del peso que tienen aquellas cosas "normales". Nos hemos jugado muchas cosas a la carta de la exclusividad, de la personalmente lícita carta egoista del sacrificio de lo que nos venía de serie para cambiarlo por la consecución de sueños como si esos sueños fueran excluyentes (cuando hay quien lo tiene casi todo). Matamos con absurdo desdén a quien nos quiso, como quien dice "aparta de mi ese caliz". Despreciamos las ciudades que nos acogieron. Esperamos para terminar lo interminable creyendo que habría tiempo para todo. No quisimos ver dibujos animados mientras nos daban de comer.

Y, pasado el tiempo, te pesan las cosas que nunca harías.

(*) Jose Luis Garci afirmó en un entrevista que la pimera vez que besó a una chica fue, para él, un momento decepcionante. Enganchado como estaba al cine siempre pensó que el amor se componía de situaciones románticas y edulcoradas, con música de fondo. Cuando sus labios se posaron sobre ella esperó, con los ojos cerrado, esos violines obvios del momento y por mucho que esperó, no sonaban. Descubrió que el amor es menos bonito que en el cine, al menos en lo musical.

17 de febrero de 2010

El maquiavelismo ha llegado.

Acabo de dar 64 en este test de maquiavelismo.

A Nicolas de Maquiavelo le asignaron la famosa frase de "el fin justifica los medios". Era uno de tantos políticos italianos que vivió la caída de los Medici y cómo se sufrió un cierto declive político y social que él achacaba a la falta de valor de los gobernantes de aplicar las medidas adecuadas para la consecución de los cambios apropiados que volvieran a su sociedad al antiguo esplendor.

Su principal legado es su obra "El Príncipe", donde se aboga por una política autoritaria ya que cuando uno es clemente o liberal le da libertad tanto a las personas como a los hechos. Estos hechos afectan a toda la población y pueden originar matanzas o masacres. Sin embargo, con autoridad, evita hechos que afecten a toda la población porque aplica sus ajusticiamientos de persona en persona, evitando males globales (ej: invadir un pais lejano para tener gasolina barata).

La diferencia del pensamiento de Maquiavelo respecto de la concepción que tenemos del dictador convencional es que valora enormemente lo que piense la mayoría por lo que la satisfacción general, como importancia democrática que consiga su reelección electoral, es prioritaria.

Basándose en estas ideas se ha desarrollado el apelativo de maquiavelismo para determinadas personalidades, tanto políticas como personales.

Richard Christie y L. Geis allá por 1970 definieron la personalidad maquiavélica como esas personas frías, calmadas, orientadas a los hechos, de alto nivel intelectual y que contínuamente valoran aquellas opciones y posibilidades que, a base de controlar el grupo, les permitan la consecución de sus objetivos.

Cuando la transgresión de lo ético es excesiva se les denomina psicópatas sociales.

Cuando no se hace público y se utiliza de manera profesional, se llama político convencido de esos de los que afirman que , aunque te vaya a doler, es por tu bien (ej: aplicar la pena de muerte matando a un par para que nadie haga matanzas en un instituto)

En realidad aunque suene fatal, aunque tenga cierto significado delictivo, ese populismo político donde se espera que un ente superior se preocupe de nuestro bien global, pasando por encima de quien tenga que pasar es algo que reclaman las sociedades en tiempo de crisis porque nadie piensa que vaya a convertirse, uno mismo, en algún ajusticiado por el Maquiavelo de turno.

En lo personal, quizá consideramos a veces que algún efecto colateral negativo ha de tener la consecución de nuestros objetivos, si es que los tenemos claros. O quizá hemos hecho nuestra la idea de que algunos elementos de nuestro alrededor son defectuosos, como cuando yo quitaba las lentejas malas del paquete con mi madre sobre la mesa de la cocina.

En definitiva parece que lo que separa un razonamiento lógico de ser una personalidad maquiavélica son las consideraciones éticas de aquello que tengamos que saltarnos.

Como diría Arrabal: el maquiavelismo ha llegado.

16 de febrero de 2010

El principio de indiferencia

Dentro de las múltiples paradojas matemáticas que existen, el principio de indiferencia (o principio de la razón insuficiente) (o principio de Laplace) destaca por su sencillez. Consiste, basicamente, en que cuando no hay razones evidentes para inclinarnos por una posibilidad todas las opciones son igualmente válidas.

En realidad toda esta serie de ideales matemáticos son peculiares porque con el mismo razonamiento si A considera que Dios no existe y B considera que Dios existe debería de existir un medio Dios (Dios/2) (principio del punto medio)

En lo que nos concierne la verosimilitud de cada resultado es 1/n , siendo n el número de diferentes opciones. En una moneda las opciones de cara y cruz son igualmente validas: 1/2, en un dado cada cara tiene la posibilidad de 1/6.

Si un político tiene dos opciones, subir o bajar impuestos, la posibilidad de aplicar cada opción es 1/2. (no entiendo cómo les cuesta tanto decidirse). Si ella puede quererte o no quererte, la posibilidad de que te quiera es igual que la de bajar impuestos: 1/2. Si ella es política, date por jodido. Por supuesto que esto se basa en la elección pura entre dos supuestos válidos sin los añadidos de tu fuerte olor corporal o lo impopular de subir impuestos (o que, simplemente no te quiera: 100%).

Esta teoría se suele aplicar a la economía y los hábitos de consumo de un cliente ya que tiene la misma posibilidad de sentirse satisfecho con diferentes opciones, por lo que todas son válidas. El problema es cuando en esta sociedad las posibilidades son tantas que parecen infinitas (John Maynard).

Si vamos un paso más allá y consideramos las implicaciones filosóficas de la misma la posibilidad que tu vida sea una mierda es igual a la que no lo sea. La posibilidad , en un bar, de dar con la mujer adecuada es inversamente proporcional al número de mujeres en el bar. Y como en este mundo hay más mujeres que hombres la posiblidad de que ellas encuentren al machote de su vida es mayor que la que tienes tú de curar, a base de cariño de pareja, la demencia.

Son meras demostraciones matemáticas, no tiene que ver que seas un "gualtrapa" o que ellas, según afirman, finjan sus orgasmos para no perderte.

Sea como sea resulta que has de sentirte indiferente ante lo que venga porque puede venir cualquier cosa dentro de lo probable y de manera inversamente proporcional a las opciones que seas capaz de adivinar.

Yo sigo pensando que existen maneras de hacer trampa en este juego probabilístico de la vida aunque tenga mucha imaginación y eso acerque mi principio de indiferencia a cero y a base de dividir entre cada posibilidad. El problema es ése: mi maquiavélica capacidad de crear posibilidades.

15 de febrero de 2010

Lunes de Carnaval


Disfrazarse en carnaval es una actividad que parece apasiona a la mayoría del mundo. Me han contado que la ministra de economía se ha disfrazado de brote verde y cuando se ha encontrado con Emilio Botín (disfrazado del señor con sombrero de copa del monopoly) le ha dicho que iba de guisante, porque le ha dado vergüenza. Esperanza Aguirre había hecho suyo un coqueto disfraz de enfermera, pero dado el desequilibrio entre hospitales y sanitarios madrileños, se ha quedado en casa. Leire Pajin ha desempolvado un uniforme de V, la serie, para estar acorde con el momento interesteral (no confesional) en el que Zapatero y Obama se encuentren. Rajoy estaba de Santo Job, esperando a que se cayera el gobierno solo y Zapatero se ha dado cuenta tarde que estabamos en carnaval y ha cogido una capa negra de sus hijas intentando que no se notara su despiste.

Lo cierto es que cada uno se disfraza si es que quiere y de lo que quiere. En realidad la elección de ese disfraz, en esta fecha en la que se suele decir que todo está permitido, supongo que hace visible nuestro sueño de ser quien precisamente no somos. Existen ideas para todos los gustos (via yonkis, aqui, aqui, aqui , aqui, aqui y aqui)

Por mi parte, debido al frío y a la desgana habitual en mis febreros me he disfrazado de eremita con barba blanca y me he dedicado a recuperar algunos papiros de las estanterías, poner en orden mi vida interior y (erroneamente) rebuscar en el facebook. Claro está, me encontré con esto:
Porque hay personas que se han disfrazado de olvido. Pero es normal, es carnaval. Yo llegué a pensar en disfrazarme de futuro, pero se habían acabado los disfraces. Como carnaval etimológicamente significa "abandonar la carne" mañana pienso ir rápidamente a comprar pescado, que es muy sano. Me disfrazaré de Atún para que me llamen Bonito, es una confusión habitual.

14 de febrero de 2010

Los Valentines

Siempre he pensado que San Valentin es al Corte Inglés lo que Papá Noel a la CocaCola: una apropiación comercial de una celebración felizmente pueril.

Lo que sucede es que si el 24/12 no te regalan nada o el 14/2 no te expresan cariño, jode.

Y aunque ambas celebraciones parecen ser anglosajonas estoy leyendo por ahí que el el sr Noel está inspirado en un obispo cristiano de origen griego llamado San Nicolás. Sin embargo lo de mandar postales en San Valentín es tan inglés como cobrarte 12 libras por un desayuno o hacer humor que despierte tu sonrisa en vez de tu carcajada.

Desde mi estúpido punto de vista y, he de corroborar, el de aquellas personas que han estado a mi lado algún que otro 14 de febrero, la demostración impúdica del amor me ha resultado una debilidad en sí misma, aunque verlo así es una estupidez. La nota fría y directa representando amor incondicional parece ser una reminiscencia de esos sudores que te entran por el cuerpo cuando ella te mira desde el otro pupitre cuando estás en clase de matemáticas antes de llegar al instituto. Quizá por eso y por ese papel absurdo y duro que te da por representar segun vas cumpliendo años, nunca fui capaz de hacerlo: de mandar una nota, de quedarme espiritualmente desnudo.

Pero sé que quise de manera adolescentemente incondicional.

Sé que me quisieron como para poner en duda su manera de ver el mundo.

Como no hubo valor para decirlo fuera o no San valentin ahora sólo resuena esa remezcla descarnada de "Single" que hicieron EveryThing But the Girl.

Siempre logramos aquello que queremos irracionalmente, es cierto. Siempre hay una "autoprofecía que se cumple" diría alguien que cree que todos los destinos están marcados. Yo no lo creo, por ello estoy en pleno proceso de cambiarla, pero cuando has jugado a ser Clint Eastwood tantos años es complicado. Por todas las veces que no lo dije o no lo diré: Feliz San Valentín, preferiría decirlo con las manos debajo de la mesa.

13 de febrero de 2010

El rápido y feliz paso del tiempo

Se sabe que psicológicamente la noción del tiempo es un concepto relativo. Se sabe que cuando alguien, por supuesto sin la posibilidad de poder ver cómo pasan los minutos por medio de algún reloj, recibe estímulos que no espera (por ejemplo música china en una pizzería) cambia su sensación sobre el paso del tiempo. Unos pensando que va más rápido y otros que va más lento.

En realidad cuando percibimos la sensación que el tiempo se ha pasado volando normalmente significa que nos lo hemos pasado bien.

Para comprobar eso un grupo de estudiosos de la universidad de Minneapolis han tomado a un grupo de cobayas humanas para hacerles realizar un test que previamente dijeron duraría 15 minutos. En un caso duró 10 y en otro 20.

Preguntados sobre el test los que tuvieron menos tiempo lo asimilaron con una experiencia positiva y los otros como un momento irritante.
"As time goes by", se cantaba en Casablanca después de que Ingrid Bergman nunca dijera "tocala otra vez, Sam". La verdad es que la concepción del tiempo, relativa para todos, es la que sientes cuando acaban las vacaciones y sólamente has movido tus deberes de una habitación a otra. Es lo mismo que cuando miras el reloj y has estado haciendo el amor hasta las cuatro. Es, también, cuando atontado por la historia, no sabes cuánto estuviste en el cine ni cuando empezó aquella conversación. Ni siquiera lo que tardaste en escribir ese post.

Si pasa rápido se supone que es bueno.

El problema es si pasa demasiado rápido pero, claro está, la percepción del tiempo es relativa. Cuando vi a Pink Floyd en directo tocando Time se me hizo muy corto. También se me hizo corto la última vez que se me hizo tarde en la cama. Y yo tengo reloj en todas mis habitaciones.

12 de febrero de 2010

Música para la nieve

Siempre que veo nevar por la ventana, con la casa caliente a mis espaldas, me quedo un momento en silencio hasta que llega a mi memoria la voz de Callas llevándome a la intensidad y la calma que me trae la nieve vista desde mi castillo.
Sin embargo como la generación a la que pertenezco ha sido educada en lo musical de espaldas a lo clásico y hemos tenido que descubrir a Van Morrison o Tom Waits por nuestra propia cuenta. Como entre los armarios que aún mantengo llenos de cd´s y la colección de vinilos, aparte de la acumulación compulsiva de mis discos duros, sólamente hay música contemporánea, dejo una actuación del actor Asier Etxeandía con voz más que sorprendente y un corte de David Gahan mientras sigo mirando por la ventana con la ilusión del niño que espera que mañana no abran el colegio.
Acurrucaos, ciao, un beso.

11 de febrero de 2010

La mentira eléctrica

La última vez que me mintieron lo hicieron al estilo Mayra Gomez Kemp, que es no diciendo toda la verdad. De todas formas mentir, como decía mi compañero de clase Jaime, es el arte de que la otra parte no lo sepa. Eso lo decía refieriéndose a su novia de instituto Silvia, que actualmente es la madre de sus hijos y le tiene firme como el palo de una escoba.


De todas formas, es conocido que determinados accidentes que dejan sin control partes cerebrales alteran el comportamiento de las personas. Basándose en esos hechos, un grupo de investigadores tomaron a 44 personas y les invitaron a mentir. Descubrieron que aplicando una pequeña descarga en la corteza prefrontal anterior del cerebro conseguían que las mentiras fueran más creíbles, haciéndonos mentir únicamente cuando lo necesitamos, de una forma más real y rápida. Y con muy reducidos signos de microexpresiones o sudoración.

Lo que habían conseguido es inhibir esa conciencia que nos dice, como un angelito en el hombro, que lo que estamos diciendo es mentira cochina de indochina.

Algunos, cuando están borrachos como cubas, no son capaces de redimir sus pequeños impulsos, sus pequeñas verdades. Son capaces de decirte, como si tuvieran pentotal sódico corriendo por sus venas, las más dolorosas afrentas o los más asombrosos cumplidos. Ahora resulta que si metes los dedos en un enchufe y te afecta a la cabeza el resultado es el mismo, pero sin resaca. Se supone que disponemos todos de un filtro que es capaz de ocultar nuestro verdaderos pensamientos y que de la forma descubierta o de múltiples formas conocidas nos hace de forma mágica saltárnoslo con agilidad atlética para dejar desnuda toda la verdad.

¿Para qué saber la verdad? ¿Para qué pensar siempre en esa tendencia humana hacia la ocultación de las miserias? ¿Por qué estudiar el funcionamiento de los polígrafos?. Como dice alguna canción, de haberlo sabido me hubiera ido sin decirte nada.

Me sobran motivos.

10 de febrero de 2010

En la cama

Existe una película chilena titulada "En la Cama" . Se basa en dos personas que nada más conocerse deciden irse a un hotel barato a mantener relaciones sexuales. Depués del sexo, en ese intervalo mágico a veces que se baña con el olor que deja impregnadas las paredes de la habitación, comienzan a charlar.

Sin el miedo que dan las relaciones y esa tendencia estúpida a no utilizar las palabras incorrectas las conversaciones son ágiles, son sinceras. Mezclan en sus historias la alegría y la pena, la felicidad extrema y la extrema decepción que denotas cuando hablas de la pérdida de lo vivido.

Después, un tiempo después de ese mismo día que se han prometido será el último, cuando recuperan el sexo, ya no es lo mismo.

Porque nunca es igual cuando ya te conoces aunque muchas veces, cuando te conoces, o tú mismo o ella no es capaz de reconocer que es mejor.

Porque donde amas, donde sueñas y donde engañas. Eso es en la cama.

9 de febrero de 2010

El esguince sentimental

Eduard Punset, faro que nos guía de vez en cuando, escribe sobre la similitud entre el dolor físico y el dolor emocional en nuestro cerebro. Afirma que el cerebro humano aborda de la misma manera las necesidades emocionales que las físicas, reaccionando neurológicamente de la misma manera ante una u otra carencia.

El sufrimiento, en la wikipedia, se define como la emoción que somete al sistema nervioso al desgaste. Inconscientemente genera dolor o infelicidad y conscientemente agotamiento o cansancio.

La doctora Naomi Eisenberger ha desarrollado estudios sobre las bases neuronales del rechazo social afirmando que el rechazo social es igual de doloroso que el físico, lo cual reafirma el artículo del sr Punset. Lo mismo sucede, para no ser negativos del todo, cuando nos sentimos resguardados en un entorno afectivo positivo.

Existen afirmaciones que aseguran estadísticamente que una persona tiene un riesgo mayor de morir los 6 meses posteriores a la pérdida de un ser querido y todos hemos conocido el cambio físico que suponen los efectos colaterales de actos emocionales intensos. La frase "engordar de felicidad" no es falsa.

Curiosamente los hombres son más afectados por este tipo de dolores.

El cerebro humano, naciendo como nacemos desprovistos de casi cualquier capacidad de sobrevivir por nosotros mismos, es capaz de descubrir cómo la afectividad es capaz de suplir nuetras necesidades de calor y comida, por lo que genera la misma importancia a la afectividad como a la supervivencia física. Esta situación igualitaria parece que se mantiene durante la vida del sujeto. Y si no te quieren, te duele.

Tendrás un esguince sentimental.

8 de febrero de 2010

The school of life

Esa extraña y usurpadora civilizacion que es la británica ha presentado hace tiempo La Escuela de La Vida (The School of Life) que fomenta la excusa, probablemente cierta, de que vivimos en una sociedad con fuertes problemas en lo referente a la resolución de los obstáculos habituales de la vida. Por eso (y por la pasta) lanzan la idea de que en esta vida no se puede subsistir sin saber pensar, como un concepto global.

Tener tienen razon.

Así que si vemos los temas de sus cursos bien podrían ser los titulares de una estantería de libros de autoayuda: cómo leer, cómo ser un buen amigo, cómo hacer que dure el amor, cómo equilibrar la vida personal y laboral...
En realidad la aparición de este tipo de escuelas que no hacen más que reflejar la importancia de los valores universales es el resultado de la concepción errónea de la vida ochentera que ha considerado que los conocimientos, el triunfo laboral y la recompensa económica eran la panacea personal.

Y ahora todos esos grandes profesionales de entre 30 y 40 años, que son los que pagan este tipo de cursos, descubren asombrados lo separados que están de determinados elementos de la vida que no han sabido cultivar.

Es el mismo motivo por el que las nuevas religiones se hacen hueco entre la santería convencional sólo que en el caso de la escuela de Bloomsbury lo disfrazan de negocio educativo.

Cuando te sientas al lado de la cama de alguien que ve de cerca la muerte y hace balance de su vida descubres de una forma soprendente cómo recuerda sus amores, sus amigos, las cómodas conversaciones con una copa en la mano y un mundo por arreglar. Ves cómo valora la familia por ser ése el núcleo definitivo que te acompaña en los malos y buenos momentos y, aunque en su haber figure un irrefutable triunfo laboral, sólo es capaz de añorar el tiempo que no pasó cultivando todos aquellos valores que estos jodidos ingleses te quieren enseñar a base de talonario.

No es tan dificil. Consiste en aprender lo que merece la pena, charlar horas en la mesa de algún bar, abrazar a tus amigos, no perder a quien te quiera y fijarse en lo que pasa a tu lado.

Eso ha sido siempre la escuela de la vida.

Se aprende en la calle.

7 de febrero de 2010

Pobres vergonzantes todos

Hace dos días conocí el concepto de "pobre vergonzante". Se refiere a esos antiguos ricos venidos a menos que tanto nos gusta de ver a los habitantes en la cada vez más reducida clase media.

Lo cierto es que tenemos que reconocer ese impúdico placer que nos suponen las caídas al vacío de las estrellas. Quizá porque caer desde más alto, por una ley física absolutamente general, es más doloroso.

Quizá por eso y porque la televisión se sigue convirtiendo en el espejo, desde el marujeo mañanero hasta el porno de las 2am, de todas nuestras miserias, Antena 3 (que no tele5) se plantea la producción española del programa británico Famous, rich and homeless .

Como bien describen en alguna crítica es "la visión obscena de la pobreza", sobre todo cuando se utiliza de manera mercantil para conseguir audiencia, anuncios y dinero mientras disfrutas viendo a Sofía Mazagatos intentando empeñar algún candelabro.

Poco ético pero efectivo. Y la efectividad es lo que cuenta en este mundo sin ética.

En definitiva no resulta más que hacer pública la capacidad de cualquiera en degradarse a sí mismo por un sueño. Todos lo hemos hecho aunque nos cueste encontrar las palabras.

Supongo que el concepto de pobre vergonzante se puede aplicar a cualquiera cuando se acerca sospechosamente san valentín que lo puedes considerar como la certificación de tus amores, el desprecio por lo sentimental o la visión obscena de las relaciones que se da cuando te arrastras. Aunque siga suspirando por algo que no era cierto, me lo dicen en los bares, es algo que llevas dentro. Que no dejas que te quieran, sólo quieres que te abracen y publico que no tuve ni valor para dejarte.


El problema es que hace tiempo que la televisión se jacta de las miseras personales y que todos, absolutamente todos, nos hemos degradado más de una vez. Algunos por dinero. Otros por sexo. La mayoría por esa idea amorosa irracional que nunca es perfecta pero que la tele, una vez más, nos quiere vender como tal en, exactamente, una semana.

Y nos convertirá de una u otra forma en pobres vergonzantes porque creímos ser ricos una vez (aunque aún lo seamos a veces).

6 de febrero de 2010

La alarma social

De una u otra manera la sociedad es reflejo bastante fiel de los diferentes vomitorios periodísticos que recibimos a diario. Quízá de una manera irracional cada uno asumimos como propias las miserias y vanalidades que nos vende la prensa en general. Un día somos más brutos que Belen Esteban, otro día nos creemos los campeones del mundo de fútbol y alguno que otro consideramos que la mera pertenencia a esta patria nos hace ser los reyes del edredoning.

Es, poco más o menos, el resultado de los estados de opinión que resultan del bombardeo mediático.
Sobre la imagen, se ve más grande

Hasta hace no mucho nos hemos creido los reyes del mundo. Hemos tenido Sol, playa, crecimiento desmesurado, una casa nueva, un coche nuevo, una moto nueva, una amante nueva y nos hemos parado más de 20 segundos en ver las cotizaciones en bolsa de nuestros valores favoritos. Hemos viajado a EEUU con ganas de comprar y nos hemos movido por europa con la cabeza bien alta. Hemos ganado la eurocopa de fútbol y el mundial de baloncesto. Tuvimos un representante número uno en el tenis mundial y algunas de nuestras empresas eran cercenadas por esos incultos dictadores de sudamérica que no sabían con quien se la estaban jugando. Nuestras mujeres habían empezado a liberarse como campeonas y a visitar destinos de turismo sexual mientras pedíamos créditos de manera exponencial para los nuevos vicios que nos iban poseyendo.

Después todo, por algún motivo que nunca es culpa de uno mismo, se acabó.

Ahora la culpa es de los bancos, y hay que quemarlos. De los inmigrantes, y hay que apalearlos. De los empresarios. Del vecino del sexto, que tiene cara de cabrón. De este gobierno que vive de espaldas a la realidad y no se baja el sueldo pero sí a los controladores que ganan como perras. De la fuerza de las maeras o del cambio climático.

Y como reflejo de un mes gris nos quedamos en casa con la cabeza baja. Alargamos la revisión del coche. Hemos vendido la moto. La última chica que vino a probar el asiento de atrás (loquillo dixit) se marchó. Se nos lesionan los jugadores y Nadal tiene un problema de rodilla. No somos capaces ni de coger un vuelo barato de fin de semana por miedo a no tener para comprar pollo (sin filetear, que es más barato) y los créditos nos miran de reojo cuando se acerca el fin de mes con cara de querer robarnos.

Tampoco es para tanto, pero eso se llama alarma social.

Porque el español medio no tiene de eso: punto medio.

5 de febrero de 2010

Diferentes formas de morir

Me han llegado dos videos sobre las diferentes formas de morir (que es un acto único). Uno es un video basado en la idea adolescente de ¿qué harías si te quedaran 8 días?
El otro está basado en la lucha, muchas veces absurda, entre mantener vivo a alguien a cualquier precio

Sinceramente. Hay tantas formas de morir como personas. Probablemente sea el último momento en el que elegimos ser nosotros, únicos, especiales. Existen muertes tremendamente absurdas e incluso la muerte maravillosa de Lupe Velez. Existe la literariamente bella muerte del ferroviario o las cotidianas muertes de six feet under.

Mientras tanto, más aún de tener que nacer, estudiar, trabajar, procrear y morir (que es lo que llaman FML (Fucking my Life) , PVDM (Puta Vida De Mierda) o Asco de Vida) nos queda tiempo para algunas buenas cosas y así cuando llegue, como quien no quiere la cosa, vivir un pequeño flashback a ser posible feliz.

4 de febrero de 2010

Apátridas del marketing

La mejor manera de saber lo pesadas (literalmente) que pueden ser las visitas que llegan a casa es comprarte el felpudo chivato, que es, por su sencillez y su crueldad, una gran idea.

Tambien puede ser, si se trata de una cena, la manera de conocer de una forma científica, la cantidad de alimento que son capaces de ingerir las visitas.

De grandes ideas está el mundo lleno, no lo vamos a negar.

Sin embargo muchos publicistas o analistas de mercado se intentan situar en una fragmentacion artificial del mundo mezclando conceptos que no tienen nada que ver.


Como todo el mundo sabe las inclinaciones sexuales y el manejo del dinero son factores estrechamente relacionados. Los gays son discriminados históricamente en los bancos porque por mucho dinero que tengan no les dejan meter nada (no sea que las enfermedades de transmisión que sólamente ellos tienen se contagien al buen hombre de la caja).

Si, obviamente, lo que he dicho es una estupidez... ¿por qué se empeñan en vender este tipo de cosas? ¿Funciona? Si una entidad se ha gastado un dineral en ello es porque alguien cree que sí. De todas formas, muy afectuosamente: que le den por el culo al banco en cuestión.

Lo triste de todo ello es que no resulta ser más que un caso más en la fragmentación, la diferenciación publicitaria que se intenta hacer socialmente. Tienes que ser de un equipo de futbol, y los demás son el enemigo. De una compañía de téléfonos, y la otra es el demonio. De un banco, de una inclinación sexual, de un país, de una partido político, de una región, de un barrio... y lo que no sea, lo que no te identifique con ese lugar o empresa de pertenencia es, por definición, malo. El mal siempre viene de la empresa contraria.
Y, sin embargo, todos se amparan en estar orgullosos de este mundo global.

Las marcas, lo que hacen, es sacar nuestra parte retrógrada y se escudan, como un servicio de atención telefónica, en que los males del mundo siempre llegan desde el otro lado, lugar desde el que nos intentan convencer que habita el demonio esforzándose en hacer daño colateral.

Algunos se lo creen.

Otros aún no sabemos si pertenecemos a algún sitio. Así nos va a los apátridas.

3 de febrero de 2010

Miedo de frente, amenaza de lado

Es curioso. Han descubierto que se percibe mucho más rápidamente el miedo si la imagen que nos lo transmite la percibimos por el rabillo del ojo en vez de manera frontal. (130ms frente a los 210ms en una percepción frontal).

Se supone que esa mayor capacidad de reacción se debe a que el ser humano está más preparado a recibir amenazas de manera no frontal y ha desarrollado esa más veloz capacidad de respuesta en su sistema límbico.

Supongo que por eso nadie me tiene en cuenta cuando voy de frente. No les doy miedo, no resulto una amenaza.

La verdad de todo reside en el sistema evolutivo. Nos hemos aprendido a defender de todas aquellas amenazas que tienen a llegar de manera sorprendente, como si se estuvieran escondiendo. A mi me pasa lo mismo con las llaves. Si las puñeteras están encima de la mesa de la cocina, no las encontraré nunca. Buscaré mucho antes entre los cojines del sofá, en los bolsillos de todos los pantalones, entre los papeles del despacho, en el cajón de la moto, en la guantera del coche. También me pasa lo mismo con las relaciones personales. Si su cara dice que me quiere no me lo creeré nunca. Si, mirándome de frente, su boca dice que me deja o hace dias que no responde a ningun mensaje, tampoco. Buscaré por mi visión periférica a una excusa bastante mejor que yo para descubrir lo que me la está robando, porque ahí está la amenaza: en mí.

La naturaleza nos ha hecho demasiado confiados, a veces. Demasiado desconfiados, la mayoría. El problema es que nuestra evolución nos hace desconfiar mucho más de lo que viene de lado cuando quizá esté de frente o encima de la mesa de la cocina, junto al móvil.

2 de febrero de 2010

Papelinas en la Herriko


Y es que ya no hay glamour en el terrorismo autóctono.

Lejos quedan aquellos años en los que ETA, que se había autodenominado el referente ideológico de la sacrosantamente aria raza joven vasca, decía ajusticiar a los pequeños traficantes (y los mataba) porque les acusaba de echar por tierra las ilusiones de los jóvenes vascos. Mal visto estaba, entre los más radicales de mis conocidos abertzales, quedarse en casa fumando unos porros en vez de subir con las botas chirucas a la cima del monte Gorbea.

Ahora sólamente van al monte a esconder sus bombas en los zulos o para hacer los videos de primera con pistolas en la mano y esos pasamontañas con color de gato muerto. El resto del tiempo que les deja el agotador trabajo de matar o quemar contenedores lo pasan en casita echando unas partidas con la play y con una nube que les persigue a todas partes, como en la canción.

En ese parvulario en el que se ha convertido el terrorismo han calado las nuevas tecnologías y los nuevos vicios. No me extrañaría encontrarme en Twitter algúna entrada de pocos caracteres a favor de considerar el tráfico de drogas como el impuesto revolucionario que colabora con nuestros amigos guerrilleros colombianos del otro lado del charco.

Reconozcamos que, como un equipo de fútbol que ha bajado a tercera preferente, estos asesinos que se visten en el decathlon como si fueran perroflautas, ya no son ni la sombra de esos carniceros de primera que se jactaban de ser. Ni siquiera aprendieron del IRA ese look digno y rudo de Burberry.
Desafortunadamente hasta el miserable acto de matar se puede hacer de muchas formas, algunas hasta elegantemente. Sin embargo ya dicen en muchos sitios que las drogas te vuelven (aún más) loco, más feo y menos glamuroso.

Los chicos malos del independentismo se han convertido en yonkis de tercera.

1 de febrero de 2010