Mal dia para buscar

31 de agosto de 2011

Se acabó el verano

Se acabó ese extraño momento en el que ir disfrazado de macarra por la playa es algo moderno. En el que ser un simpaticón sin recursos no es ningún problema. Se acabó el tiempo en el que te encanta inventarte historias para macerar la verdad delante de aquellos que te ven cada muchos veces. Se acabó, incluso (foto 1) el tiempo de los descubrimientos.


Se acabó pensar que vas por ahí (foto 2) tocando los culos de dos en dos, y que eso es sano y satisfactorio. Se terminó el agotador trabajo de esconder las bolsas de resaca debajo de los ojos y de soportar las largas carreteras en las que abres las ventanas (o un poco la visera del casco) para ver si el viento se va llevando los malos pensamientos.

En definitiva, se acabó ver culos y disfrutar como un niño pequeño (foto 3) para volver a ser un adulto que sonríe como si hubiera cometido una travesura que ha durado casi un mes.

Bienvenidos a casa, que es donde está la vida de verdad sonriendo mientras te ve llegar. Algunos vivimos todo el año en verano (porque tenemos alma de traviesos y zangolotinos) y por eso estamos en terapia. Aunque Fukushima siga irradiando, los empleos perdiéndose, las parejas rompiéndose, el 15M despistándose, las pensiones reduciéndose y las música de verdad dejando de radiarse este año. Y es que el año de verdad empieza ahora, en septiembre. Y va a ser, sinceramente, la rehostia.

Y si te lo pierdes: Tu verás (como la canción).
Pd: o como el final de verano azul.

27 de agosto de 2011

Lovemark

Lovemark es un concepto acuñado en 2004 en un libro para definir, más o menos, ese extraño proceso que permite que en vez de asumir que estás bebiendo agua carbonatada marron con un toque de caramelo pienses que tienes dentro de ti la chispa de la vida.

Tiene incluso su propia página web, como era de suponer.

Lo curioso de todo ello viene desde la "viejuna" idea aquella, al absoluto estilo de la candidez de Julia Roberts, preguntando a Richard Gere qué es lo que fabricaba para ser rico en Pretty Woman. "Nada"- le respondía él después de un breve balbuceo. Algún amigo, amante del marketing y ocasional profesor del mismo, afirma que el éxito de un producto, una marca o un bar viene dado en un 70% por la capacidad que tenga de despertar los sentidos del consumidor más que por la realidad que pueda existir en la diferenciación o calidad del producto final. No es importante, viene a decir, que hayamos inventado nada e incluso que lo ofertemos de manera diferente sino que demos con el estímulo adecuado para que el usuario final crea que aquello le puede llevar al nirvana de la sociedad contemporánea y diferenciarle de sus iguales. Apple, Google o Ikea, que no han inventado ni el teléfono, ni los buscadores, ni los muebles, son unos fenónemos en ello. "Es lo mismo que ser el tipo perfecto, con la materia prima perfecta pero el que se lleva a la cama a la chica es el sonriente muchachote de zapatos lustrosos que tiene el don de decir las palabras mágicas aunque su materia prima esté más podrida que la madera de un tresillo tirado a la basura".

Basándonos en esa realidad (que afecta principalmente a las mujeres) en el que la composición técnica o el resultado final del producto a comercializar se sitúa en una segunda fila en el éxito comercial (social o sexual) yo me preguntaba si acaso eso no terminará llevando la evolución técnica de nuestra cultura hacia atrás.

Hace no muchos años la publicidad decía que aquel coche corría más, que duraba más, que consumía menos. Decían que aquel detergente lavaba más blanco e incluso aparecía un señor con un algodón para demostrarte que los azulejos quedaban impolutos. Ahora esas demostraciones huelen a teletienda y en prime time llueven sobre ti unas tormentas de sensaciones que te llevan a comprarte aquel coche, intentando considerar que es bueno, porque en tu cerebro se metió la idea de que, ahora, te gusta conducir.

Quizá acaben algunas personas, si no lo están ya, poseídas por esas ideas.

Que viene a a ser darte cuenta de la estupidez de algunos actos que cometemos pero grabamos con el iphone, lo buscamos en google mientras nos sentamos en la silla de Ikea y esperamos que la guapa sin conversación o el fornido de camisa apretada se despierte de la cama (para irse a su puta casa y dejarnos en paz).

Y resulta tan absurdo como un vídeo realizado en Madrid este verano sobre lo ridículo que resulta una persona viviendo lo mismo que le venden en los anuncios. Pero, y eso hay que reconocerlo, el ser humano no es capaz de vivir siempre de una manera correcta y cerebral. Yo me equivoco miles de veces (cada dia) buscando las sensaciones que se supone que tengo que vivir. Es más, ahora mismo voy a la ducha para ver si soy capaz de cerrar los ojos y pensar que estoy bajo una cascada de aguas cristalinas en medio de la selva, con un cuerpo atlético, sin vello corporal y que en la orilla me espera una mujer de cuerpo escultural, piernas interminables, larga melena rubia y que, además, me adora. Gel de ducha, pero con un anuncio que me pone. No pasará, pero ya consumí. Cada uno tiene su lovemark, algunas las tienen todas.

26 de agosto de 2011

40

Sí, es mi cumpleaños.
En realidad cumplir cuarenta es como una pequeña frontera que tienes a bien de pasar y, por otra parte, es un lugar en el que te sientas un momento a mirar hacia atrás para darte cuenta que, hasta cierto punto, hace tiempo que pasaron los años en los que podías ir por la calle comportándote como un adolescente porque, eso es verdad, dejaste de serlo hace algún tiempo. Pasaron los años en los que el sexo era una actividad atlética variada y variopinta e intentar volver a ello es una estupidez digna de un inmaduro que no se acepta (y que es un poco puta). Pasaron los días en los que eran tus padres quienes indicaban el camino y ahora eres tú el que les tiene que recordar la dirección de las carreteras. Pasaron los años en los que ellas te preferían antes que a ese ornitorrinco con gracia al que se tiraron la última vez (en vez de a ti), excepto si les va lo vintage. Ahora eres tú el que das la paga. Tú quien empieza a darse cuenta que algunas cosas se han quedado en tu vida para siempre y otras tienen que pasar. Tú quien se compra una (o dos) motos. Tú el que tiene el armario de la ropa seria y el de la ropa que empieza a no ir contigo. Eres tú el que mira con otros ojos a las aventuras por carreteras lejanas y el que vuelve a adorar despertarse en un hotel en vez de en un saco de dormir. Eres el que va a las fiestas del 40 cumpleaños de sus compañeros de clase y mira sorprendido cómo los niños corren alrededor de la mesa y pasas la mirada hacia sus progenitores con la misma cara que ponías cuando ellos acababan los exámenes y tú mirabas las preguntas sin conocer las respuestas aunque sabes que una parte de ellos te mira con envidia. Eres el que va guardando cajas con partes de su pasado en el trastero al que subes cada 6 meses por curiosidad mórbida. Eres el que se sienta soltando el aire cuando llega a casa después del trabajo y el que , en realidad, es el mismo que ayer, cuando tenía 39. El mismo que el año que viene tendrá 41. Pensar que ese cambio se da en un día es como creer que aquello se rompió de golpe: una mentira. Pero hoy hay que hacer un cambio de numeración, como quien pone en hora el reloj en nuestra artificial forma de medir el tiempo.
Tengo que poner en hora mi reloj particular. Ese que en la época de mis padres era de péndulo. El de mi sobrina es digital. El mío aún funciona a cuerda. Supongo que tengo cuerda para rato.

Pd: 39
pd2: 38
Pd3: 37

22 de agosto de 2011

Turismo de calidad +7.4%

Bienvenidos, señores turistas, a España.

Aprovechando que Tunez, Egipto, Marruecos y todos esos paises baratísimos para el amante del low cost que es el turista europeo están un poco alborotados según la sacrosanta BBC, hemos decidido ampliar nuestra oferta.

Tenemos sangría barata, balconing, ibiza, estramonio, mallorca bilingüe (modo germano : on), miles de vírgenes ansionsas de ser penetradas por los borrachos falos de sus adolescentes, apuestos jóvenes con perfil en Badoo sentados sin camiseta delante de su Opel Astra con alerón y lengua bífida para sus mancebas de piel blanca. Tenemos Dj´s, un par de ruinas para justificar el elemento cultural del viaje, estupendas puestas de sol, los precios (y los comerciantes) más arrastrados del continente, centros residenciales con pisos en oferta propiedad del BBVA, más campos de golf que melones y un par de líneas de AVE que se han convertido en los orgullosos pantanos de la democracia moderna.

Tenemos diversidad cultural (a base de manteros políglotas) y sainetes de regalos (para los avanzados en el idioma) en el 5 de su canal. Tenemos licenciados en derecho que le sirven el cafe por la mañana, ingenieras químicas que le hacen la cama de su hotel, un grupo de farmaceúticos en paro que barren las calles mientras duermen la borrachera y el litro de cerveza a menos de 3 euros.

Tenemos toros, a Sergio Dalma, Bisbal, Malu llorando por el novio que no encuentra y, para rematar la oferta, nos hemos traído el Papa Tour 2011.

Tenemos un muchacho con un master en Harvard que volvió a casa de sus padres especializado en serviles un mojito mientras luce pectorales detrás de la barra, una doctora titulada que baila en el podium de la discoteca para pagar la hipoteca de su piso de 50m cerca de Aluche y algún que otro mendigo que, si le da 30 euros, le levanta el muro de su chalet de veraneo ya que pasó 10 años trabajando en la construcción.

No me extraña, pensando en ello, que nuestros políticos estén orgullosos del turismo de calidad donde el que te atiende está más cualificado que el turista de turno.

En septiembre asistiremos a un hinchado anuncio de la bajada del paro.

19 de agosto de 2011

Existencialismo

Jean Paul Sartre define al hombre como un ser "condenado a ser libre". Probablemente sea la definición de libertad con la que nos gusta vivir aquellos que vivimos en la época que nos ha tocado vivir.

Existencialismo en estado puro.

Somos libres de crecer, de estudiar lo que queramos e incluso, se supone, de trabajar en aquello que nos apetece ya que, con el paso de los siglos, hemos ido ganando esos pequeños espacios que nos han concedido como derechos las necesidades básicas y nos han permitido decidir entre las necesidades banales de la vida.

Los defensores de un Dios suelen decir que dejar al hombre con esa carga de divinidad es algo que, por excesivo, terminará haciendo mella en el ser humano. Es cierto también, que la dependencia de "religiones alternativas" (desde religiones propiamente dichas hasta la dependencia irracional de los colores de un equipo deportivo) tienen un nuevo esplendor en el siglo XXI.

También es cierto que la sociedad moderna tiene un componente esclavizador de gran tamaño. Tener que. Que estudiar, trabajar, cumplir horarios, vigilar la espada de los deadline que viven sobre nuestras cabezas, los cumplimientos de las hipotecas, visitar a la familia, cumplir con la pareja, saludar al suegro. Al final ese es parte del pequeño Dios que nos obliga y nos castiga, al estilo de Fromm, cada dia que pasa.

Y quien no vive eso vive ese juego absurdo de sertirse parte de algo. "Soy de Vodafone", "Soy de mac", "Soy del Barcelona" e incluso el "soy gótico" o "soy gay", con lo que implica somerterse libremente al dictamente de la marca, colores o grupo social. Resulta muho más dificil responder positivamente a "a las 12, con un bañador, en la piscina" que responder a "¿qué te apetece hacer hoy?"

¿Es posible el componente utópico como concepto de la libertad individual?. Todas las sociedades utópias, desde 1984 hasta Walden 2, presentan un futuro carente de ella, como si el ser humano fuera incapaz de lograr aquello por lo que lleva siglos luchando.

Democracias, libertades, libre albedrío, carpe diem...

Es probable que tengan razón cuando algunos son capaces de afirmar que vivir sintiéndose un Dios es demasiada responsabilidad.

Y no nacimos con responsabilidad de serie.

Descanso


Estoy de descanso. Aunque intente dormir con lorazepam y no logre quitarme el uniforme ese que me hace vivir en un mundo lejano. O aunque vaya a la playa, llevo mis cosas conmigo.


18 de agosto de 2011

P(uto)apa

En 1997 molotov publicó su disco "donde jugaran las niñas" que contenía la canción (que yo ponía en los bares antes o después de "song2" de blur (por cuestiones de similitud musical)) titulada "Puto".
Un mexicano, más tarado que la tercera clonación de la oveja Dolly, considera que su lucha es matar maricones para defender el ideal ario de la sanidad mental que se supone que defiende la Iglesia. Le han detenido y está el furgón entre el psiquiátrico y los juzgados sin saber a donde girar.
Claro que, como siempre, canciones hay para todos los gustos.
El problema está en los que se creen que el Papa viene a llevarse a tus hijos, que los maricones tienen ácido en vez de sangre, que el Madrid va a volver a ser campeón de europa, que los centros comerciales son baratos, que Ikea hace buenos muebles, que la crisis se ha terminado, que los del norte de europa son más educados que tu vecino y que las promesas que te hicieron tienen algún valor.


Porque parece que el derecho a manifestarse es libre siempre y cuando se manifiesten los de tu lado. Y da igual que seas un sacrosanto cristiano de valores morales decentes o un rojeras convencido en el mundo igualitario libre de opinión en el que te gustaría vivir.

Estas cosas que nos pasan son una sociedad de risa con valores de tercera división. Egoísmo social. Y el egoísmo nunca es bueno porque solo y exclusivamente eres capaz de pensar en ti. Eso no es nada religioso, nada laico, nada de nada.

Ha faltado quemar algún comercio. Si van a saquear la Fnac de Preciados, por favor, que llamen. (pero, claro, los británicos están borrachos)

16 de agosto de 2011

Las hordas de jovenes cristianos


La visita del Papa me importa algo menos que el campeonato nacional de badminton. Me pasa lo mismo que con la próxima corrida de toros que se celebre en mi ciudad: no voy a ir. Si fueran unas de esas cosas que si yo no las consumo no existirían, no habría toros, toreros, jugadores de badminton (que siempre me los imagino indios vestidos de blanco bailando a lo bollywood en los tiempos muertos) y, por supuesto, no habría papa ni esas hordas de jóvenes cristianos con los que he ido topando los últimos tres días y que son los gruppies eclesiásticos.

Porque jóvenes con mochila a la espalda, sombrero de paja, acreditación colgada y caminando tras una bandera que indica el origen geográfico del grupo me he encontrado en el castillo de Javier, en Salamanca y Burgos en cantidades invasoras (me cuentan que Zaragoza está igual). Más o menos me recuerdan a los grupos de fans que persiguen al Justin Bieber de turno allá donde vaya a dar un concierto del que ya conocen el repertorio. Madrid tiene que ser, en estos momentos, el epicentro de la cristiandad.

¿Es criticable? Por mi parte no porque sigue siendo un pais libre. ¿Es criticable que parte del dinero público financie partes de dichos eventos?. Hasta cierto punto. Voy a explicarme.

El fútbol, como fenómeno, me resulta tan absurdo, tan vacío y tan similar a la fe que toda aquella inversión pública en estadios, en cortes de tráfico, en perros olisqueando debajo de los asientos para encontrar bombas y en despliegue mediático me ha parecido una pérdida de dinero. Sin embargo los defensores de dicho deporte justifican su existencia con el negocio y los puestos de trabajo que es capaz de generar. Bares, restaurantes, conductores de autobuses, fabricantes de bufandas con los colores del club, pensiones y hoteles en la cuidad del partido... hasta los lazos culturales de amor y odio que se forjan entre aficiones. Al final, y como si fuera una justificación económica (que lo es) resulta que aquel fenómeno es parte del engranaje que hace moverse las arcas de toda una industria, inluída la de aquellos que arreglan las guitarras con las que cantan aquello de que vienen con alegría.

Una excusa, si lo banalizamos, para ganar algo de dinerillo.
Y el Papa mueve masas. No sé de donde salen ni cual es su motivación, pero las mueve porque yo las vi.

Algún hostelero ateo hará su agosto en agosto porque mueve más gente que un concierto de Bisbal (que yo también prohibiría por salud pública)

Visto así tampoco me parece que España se vaya a volver la puerta del infierno y no deja de ser un reclamo más en este extraño verano del 2011 aunque el telonero, Rouco, no sea una gran estrella ni toque bien la guitarra.

Y en algún caso reconozco que me han dado ganas de gritar, ante el paso de alguna joven, !Por el amor de la Virgen maria, Sal de ese cuerpo!.

Claro que con el badminton me pasa casi lo mismo.

Pd: y si pones la tele y te encuentras a Ramoncín con Nieves Herrero hablando de ello en 13Tv (que está), directamente crees en los milagros.

15 de agosto de 2011

En el fin del mundo

No he actualizado el blog debido a que, en un arranque de ese tipo de furiosa cólera que te arrastra en medio del verano sin planificar nada, conduje hasta que llegué a un lugar parecido al fin del mundo.
Y justamente ahí decidí darme la vuelta.

Pd: consejo: si haceis 500km en moto, vigilar la espalda, cuidar vuestro culo y si pasais muchos kilómetros con los genitales encima del depósito de gasolina, os aviso que se duermen.

11 de agosto de 2011

10 de agosto de 2011

La justicia nunca duerme

El 19/12/2006 robaron en mi comercio.
Hoy, 10/08/2011, he recibido una llamada de la Guardia Civil indicándome que habían encontrado material correspondiente a dicho robo ya que en un disco duro incautado a una banda de ladrones (con más de 200 robos demostrados a sus espaldas) aparecía información de uno de mis clientes y, a través de éste, habían obtenido mi teléfono.

Definitivamente la justicia nunca duerme.

¿Lenta? Quizá.
Pero no descansa, y eso reconforta.

9 de agosto de 2011

Arquetipos revolucionarios (asaltando una tienda)

Hay que reconocer que las revueltas ya no son lo mismo que hace unos años. Los disturbios en Londres, que son casi un Great Smoke (por el humo) al estilo pillaje y con una blackberry en el siglo XXI, son trending topic continuamente y ya existen multitud de formas de seguir este mal llamado movimiento de protesta sin moverte de tu casa.


En realidad, supongo, el detonante viene a ser una especie de Rodney King (disturbios en LA, 1991) con la decoración que da reconocer que más de uno ha subido el video de él mismo saqueando una tienda para llevarse la ropa de verano a casa más rebajada que nunca. Aquí se llama Mark Duggan y no es más que la excusa, sin más, para hacer reventar a la sociedad más agresiva británica que, como es sabido, son esa banda de macarras alcoholizados que viven en un pais que se gobierna y actúa de espaldas a sus habitantes más abundantes, que son precisamente los que están por ahí quemando Croydon, porque el resto, que son ese grupo de adolecentes con cara de niños buenos que se rien de ti en el momento en el que sacas tu inglés de Opening, están en las costas mediterráneas intentando tirarse a cualquier cosa que tenga pechos o haciendo balconing.

También es cierto que mantengo la idea de la escandalización de la noticia, quizá porque he vivido muchos años bajo el paraguas de la kale borroka que era mucho más excesiva en los telediarios que veían asustados mis padres que en el paseo cotidiano por las calles de mi querido Bilbao. Y por supuesto que, aunque pudiera llegar a razonar el origen de determinados disturbios (en menos casos de los reales), la sensación de avergonzarme de mis vecinos alborotadores es compartida cada vez que la línea de la razón (que está en cada escaparate) es cruzada.
¿Acabarán estas imágenes con la idea del británico casi amanerado que te pide disculpas después de pisarte en el metro pero que lo vuelve a hacer todas las mañanas (pisarte y disculparse)?. No lo creo. Existen unos determinados arquetipos que están grabados a fuego en las retinas de las sociedades. Los americanos son tontos y gordos, los del norte de europa viciosos y reservados, los mediterráneos ruidosos, los franceses chovinistas, los árabes machistas, las portuguesas se cree que no se depilan y los que tienen una blackberry son yuppies de medio pelo.

Aunque no puedo evitar sentir un cosquilleo de orgullo cuando alguno quiere comparar la manera británica de quejarse con el movimiento 15M porque hay que reconocer que, si buceamos en los arquetipos, los británicos somos nosotros y los bárbaros, los británicos.

Desafortunadamente alguno aún será capaz de mantener esa anacrónica idea de la equilibrada y educada sociedad británica en contra de la "belenestebizada" sociedad estatal. No se puede luchar contra las ideas establecidas, aunque sean mentira. Dicen que no existen noruegos chalados y que los disturbios irracionales son cosa del tercer mundo.

Problemas, injusticias y gilipollas hay en todos los sitios.

8 de agosto de 2011

Parejas de protección oficial

Volviendo a leer cosas escritas en el año 2003, me he encontrado con este borrador:


Considero que al igual que con la vivienda y debido al profundo interés que tiene el gobierno por la generación espontánea de contribuyentes han de existir las “Parejas de protección oficial”:

Es sencillo. Solamente hay que extrapolar el manido concepto de “Pisos de protección oficial” al campo de la pareja. Para tener una vivienda hay que ganar dinero, pero no mucho. Entonces entramos a formar parte de un concurso público en el que se sortean las viviendas para que no exista problema, pero siempre hay alguien recomendado. Después esas viviendas hay que pagarlas con unos créditos blandos y no se puede vender en, al menos, quince años. Bien. Es fácil. Para acceder a una pareja de protección oficial hay que haber follado, pero no mucho. Pongamos que entre cinco y veinte veces el año anterior. ¿Cómo demostrarlo?. Eso es complejo porque debemos de buscar algo que no coja olor. ¿Acaso fotografías?. No sé yo si es la opción correcta. Supongo que ese detalle se le podrá ocurrir a un burócrata con imaginación. Se supone que cumplimos esos requisitos. Bien, pasamos al sorteo. Me imagino, en un gran pabellón municipal, a los que optan a las parejas con su número en la mano, como un nuevo sorteo de lotería. Puedo ver a las parejas en bañador sobre la cancha, como un mercado de carne al estilo "Miss&Mister Proteccion 2003". -Que no me toque la número ocho, que no me toque- puede que diga alguno, porque siempre hay preferencias. El señor notario canta: “la número ocho: una estupenda joven con sus estudios finalizados. Gusta de la comida italiana y es una estupenda amante y abogada”. Saca una bola del otro bombo. “El 7683”. Y hay un joven en la grada que grita con cara de sorpresa “!Yo!”. Después bajará para que le tomen los datos. Las más guapas ya estaban asignadas porque corrupción existe en todos los sitios, hasta en esta sociedad de risa.

Una vez que te asignan una pareja de protección tienes que cumplir los requisitos. Estos son: cumplir al menos dos veces al mes y no divorciarte al menos en quince años. Existe una cláusula en la cual se indica que si tenéis un segundo hijo ya se ha cumplido y pasa a ser una pareja libre.

No es tan mala idea. Peores engendros ha generado la sociedad moderna.

5 de agosto de 2011

Ser informatico ¿era esto?

Hace no muchos años ser informático era una distinción. Los amigos te miraban con envidia porque eras capaz de hacer cosas casi mágicas con un ratón y un teclado. Eras capaz de sentarte con un saco de componentes y terminar conectando con la Nasa y tu cara se parecia a la de Matthew Broderick en "Juegos de Guerra".

Después nos convertimos en aquellas personas a las que llamaban para programar el vídeo.

Y ahora, gracias a la idea generalizada de que cualquier soplapollas con demasiado tiempo libre y una conexión a internet puede vivir la demacrática sensación de ser un hacker, algunos creen que ser informático es esto:

Y es triste darse cuenta que los ejemplos son miles:
Es más, si tocamos el tema de las redes sociales la verguenza es máxima:

Espero que pase de moda porque me empiezo a avergonzar de mi trabajo.

4 de agosto de 2011

Tanquetas poniendo multas

El alcalde de Vilnius, capital de Lituania, ha realizado un video contra los estacionamientos en el carril bici en el que pasa con una tanqueta por encima de un coche mal aparcado:
Nosotros, que no dejamos a nuestros ediles la conducción de las tanquetas, tenemos malaparcado.com (que es una copia de youparklikeanasshole.com ) donde creemos que si hacemos una foto al infractor va a sentir la verguenza extrema de verse en internet y, de esa forma, no va a hacerlo nunca más.

Visto así es probablemente mucho más convincente lo de la tanqueta si lo que queremos es que el infractor en cuestión deje de hacerlo por miedo a las consecuencias.

En definitiva son dos extremos de hacer las cosas. Uno,el más "occidental", apela a la razón y a la lógica. Afecta a la verguenza e incluso puede complementarse con el castigo privado que es la multa. El otro, el estilo "tanqueta", juega con el planteamiento aquel en el que los organismos oficiales son los padres de aquellos niños traviesos en forma de conductores dentro del sistema a los que se puede castigar (si es que de esa forma encauzamos su comportamiento). Y este tipo de alcaldes o de decisiones institucionales empiezan a estar bien vistas por la mayoria.

¿Defraudas a hacienda?. Te quedas sin casa. ¿Fumas? No te damos sanidad pública. ¿Robaste un cd en el Corte Inglés? 6 meses a la carcel. ¿Measte entre dos coches? Una noche en el cuartelillo y, por supuesto, ¿has aparcado mal? Viene el alcalde, se mea en tu coche, te pone una multa y lo pisa con la tanqueta municipal.

Desconozco si lo que sucede es que nuestras sociedades globales en vez de madurar y reaccionar a la razón se van aniñando y necesitan castigos en vez de razones.

Pero estoy seguro que este video le ha hecho ganar votos, y no solo de los conductores de tanquetas en paro de Lituania. El alcalde de Madrid, la alcaldesa de Valencia, el de Barcelona y el elegante alcalde de Bilbao están buscando su tanqueta particular (con algún distintivo autonómico). Seguro.

3 de agosto de 2011

La muerte de un tresillo

Ayer, sin rumbo por los entramados de la noche y pasando por un popular lugar donde mujeres se sientan en los portales mirando ansiosamente los coches que pasan, asistí a la muerte de un tresillo:

Y supongo que es la misma sensación de aquella foto sobre el lugar de destino de los sueños que no recuerdas pero con el sonido (no incorporado en el video) del crujido de las maderas ante las incansables garras del camión de la basura que, como casi todos los seres inanimados y algunos humanos poseídos por la anestesia de lo social y lo sociable, devora y destruye los momentos de borrachera, de amor, de soledad y de compañía que se amontonaban, seguramente, entre los huecos del tresillo donde se esconden monedas de recuerdos.

1 de agosto de 2011

Los indianos contemporáneos.

La wikipedia, que parece que nos ha hecho olvidar ese componente decorativo común en la casa de nuestros padres que era la Durvan, define Indiano como al emigrante o descendiente de emigrantes españoles, principalmente de la costa cantábrica y de Cataluña, que, habiendo emigrado a América motivado por el afán de hacer fortuna, volvió a su tierra natal.

Y yo, explicando ese concepto a la esponja sometida por la MTV que es mi adolescente sobrina particular, le llevé a ver esta casa ayer porque siempre creo que un buen ejemplo es necesario.

Le decía, no sin una mala intención por mi parte, que muchos de esos indianos sentían la necesidad de volver a sus lugares de origen con la obligación de restregar por las narices a sus vecinos la realidad, cierta o no, de que habían triunfado en la sacrificada vida en el extranjero. De ahí, decía señalando la casa, esa ostentación excesiva de algunas propiedades que se pueden ver desde cualquier lugar de los numerosos valles cántabros.

Porque a nadie le gusta volver a casa con las orejas abajo aceptando que se han vuelto a casa sin pena ni gloria ni príncipe azul, como la canción.

Lo cierto es que esta generación que nos sucede puede llegar a convertirse en una generación de indianos, por mucho que nos encontremos en un universo global en el que tu hija puede que acabe casada con su compañero de pupitre mientras pasean por las limpias calles de Bélgica o que tengas que ir a visitarla al Caúcaso , donde reside con un griego calvo pero de buena planta al que conoció en las frías noches de Edimburgo. Quien sabe.

Conozco, como es lógico, a quien no volvió nunca porque no soportaba la idea de admitir que volvía a la casa de mamá. Conozco a quien es capaz de contarte, con los ojos abiertos como quien cuenta una historia fantástica, las felices fechas vividas en el extranjero mientras, después, termina diciéndote que va a recoger a los 3 hijos (que tuvo con su novio de siempre) al colegio y que vive en la puerta de al lado de la casa de sus padres.

Pero nadie, por orgullo o por mantener la maravillosa estampa de la envidia, te admite que se sintió solo, que se le calló una lágrima en un supermercado al ver un chorizo Revilla entre las delicatessen o que prefirió rebuscar sus sueños entre el abrigo que le da la ensaladilla rusa de su madre.

Algunos, que tuvimos la oportunidad de vivir una vida de aventura en el lugar que nos vió nacer, somos tachados de menores aventureros, como si ellos fueran Miguel de la Cuadra Salcedo (con bigote) y nosotros no tuviéramos mostacho. Algunos afirman que la verdad de la vida se esconde en el crisol multicultural del viaje y la aventura.

Y a veces, de la misma manera que si te vas de viaje te sueles llevar tus problemas contigo porque corren a la misma velocidad que tú, les intentas explicar que las aventuras y el conocimiento del mundo está dentro de los ojos con los que eres capaz de mirarlo, unas veces desde un tren y otras veces desde tu ventana.

Entonces, algún día, aparecen con una pareja extranjera, una casa grande, un descapotable ruidoso y una sonrisa falsa. (O de las de verdad, que todo puede ser).

Tengo la teoría que la necesidad de demostrar a los demás que has triunfado o que te sale glamour cuando te explotas un grano significa exactamente lo contrario.

Te lo podré afirmar cuando, dentro de unos años, empiecen a hacerse casas enormes los que ahora salen en Españoles por el Mundo.

Pd: viajar es bueno, por supuesto. Conocer gente es mejor, aunque sean del barrio de al lado. Quizá es que yo he matado esa idea tan española de creer que el que habla diferente es mejor que tú, excepto los moros y los negros.