Mal dia para buscar

31 de julio de 2019

Parecidos razonables.

Hace muchos años, demasiados, yo pasé uno estudiando en un colegio mayor de la obra. Allí, como prometedor estudiante de ingenieria industrial, tuve largas conversaciones sobre los diferentes planteamientos de la vida. Sobre la religión y la búsqueda de la santidad a través del trabajo. En una de esas conversaciones un estudiante de los cursos superiores me habló muy seriamente de lo necesario de esforzarse cada día para ofrecer nuestro trabajo al Señor y vivir sólo con lo necesario. Mientras me hablaba mis ojos se iban a una figura de una virgen esculpida en bronce y esa moqueta perfecta que teníamos a nuestros pies. El edificio, una moderna construcción de 7 plantas en el centro de Bilbao, disponía de una lujosa capilla en el primero y todas las comodidades necesarias para estudiar confortablemente. Sin embargo ese tipo me hablaba de lo poco necesario que es el dinero y yo pensaba que no es necesario cuando ya se tiene. Que es el mismo desprecio que tiene la juventud por la salud que les sobra. Al terminar su charla aprendida y sabiendo que era el momento de cambiar de tema me enseñó unas zapatillas de baloncesto que acababa de adquirir y que, obviamente, no estaban al alcance de alguien con pocos recursos económicos. Estoy convencido que tiene simpatía por Vox.
Hace menos tiempo me tomé unas cervezas con unos amigos jóvenes y militantes. Me hablaron de la importancia de cambiar el paradigma de la sociedad actual y un sistema explotador y machista basado en la industria y la deshumanizacion. Compraban cerveza artesana ( con licencia de heineken) en Amazon ( impuestos en Luxemburgo) y vestían ropa low cost (niños en asia). Viajaban de piso compartido (sin iva, por favor) en piso compartido pidiendo comida basura a raiders (falsos autonomos) y alquilando coches baratos de combustión. Creen que Bildu es un grupo de demócratas.
Estoy convencido que el primero aborrece a los hippys de tercera dIvisión que son mis amigos conocidos y, por supuesto, estos últimos odian al opus dei.

Pero si nos fijamos no se diferencian demasiado. Creen en su discurso y no lo cumplen.


24 de julio de 2019

Los nuevos vendedores de enciclopedias

Vivimos tiempos de egoismo dramático.

La web del Alcampo de Sevilla se ha equivocado. Puso, por un ratillo, una PS4 a un céntimo. Obviamente, y no hace falta ser muy inteligente, es un error. Pero como internet es como es una manada de trolls compraron un buen montón de consolas. (Algunos hasta 80) con idea, sin miedo de admitirlo, de venderlas después  y sacarse un dinerillo. Al descubrirse el problema Alcampo ha cancelado los pedidos. Entonces empiezan los mensajes diciendo que es explotación, robo, ladrones, miserables... hacia el vendedor y exigiendo lo que han comprado con argumentaciones en las que parece que el vendedor es un nazi matando judíos.

Hay un ejemplo que a mi me gusta poner: si a un tipo le da un ataque al corazón en la calle y al caerse se le ve la cartera... quitársela es problema del infartado porque no debería ponerla tan fácil.

Ese argumento empieza a ser habitual. Robar, porque es robar, basando las acciones moralmente discutibles en bases legales donde la culpa siempre es de otro, parece que no es robar. Pero lo es. 

Las reclamaciones a los seguros de móviles aumentan un 40% cuando se acerca el lanzamiento de un terminal nuevo. ( se han detectado 146.000 casos)

¿Cual es el problema? Que se cree que lo peor que puede pasar es quedarse como estás. Sin ps4, sin cartera. Debería de existir una pena por aprovechado, caradura, gualtrapa. Denunciar a ver qué pasa es un deporte nacional sin un castigo.

Ahora parece que todos quieren ser lo que fueron los vendedores de enciclopedias a domicilio en los 80 y 90. Esos que decían que tenían que engañar al cliente porque, y es una respuesta que me dio uno una vez,  si no lo hago yo lo hará el próximo que venga.

15 de julio de 2019

El vertiginoso cambio del amor.

Desde 1940 las parejas se han formado así:
Es decir, que ya casi nadie se conoce en la iglesia y mucho menos porque son  vecinos. Que cada vez hay menos parejas que se forman en todo ese periodo de tiempo que se pasa estudiando y que incluso no se liga en el trabajo.

Cada vez menos parejas vienen del "tu amigo tiene miedo de mi amiga, ¿por qué no se conocen ya?. Tendremos dos amigos asustados" . Ahora se liga en un bar o a través de Internet. Decepcionante, quizá. En realidad es lo mismo de siempre pero en otros sitios. Mi abuela se quedaba dormida con las películas de la1 y mi hermana lo hace con los pestiños de A3.

Ha cambiado el amor, decía la bbc. En realidad ha cambiado la búsqueda del amor, que es lo que decía el titular. Porque quererse la gente se sigue queriendo aunque tengamos muchos más motivos por los que romper los lazos que nos gusta formar. Se quiere de una manera más intensa, más frágil y mucho menos constante. También  de una forma más distante porque aunque alguien está a golpe de click, no está a la distancia de un abrazo.

Y es frío. Cómodo. Limpio. Como una casa minimalista.

A veces creo que el capítulo "Hang the Dj" de Black Mirror es el futuro, y me desenamora.


12 de julio de 2019

Richard Chesse (como banda sonora de verano)

¿Quien es Richard Chesse?

Mark Jonathan Davis

Bien, dicho esto comentaremos que , al frente de su banda (donde cada componente tiene un mote con un tipo de queso) se dedica a hacer versiones casi imposibles en estilo lounge, swing e incluso jazz. Algunas absolutamente maravillosas. Dispone de varios discos y el juego, apasionante para un melómano (dícese también de aquella persona solitaria que hace cosas con sus manos) es decubrir si la canción original era de Nirvana, Michael jackson, NIN, los Guns, los Clash, Rage against de Machine o System of a Down. En otro lugar está la versión de creep.... 
De oír repitiendo. Perfecto para viajar con amantes de la música de verdad....



Y con todo esto, investigad, malditos.

Su hipócrita favorito

En 1964 se estrenó "Su juego favorito", una película protagonizada por Rock Hudson en el que él es un supuesto experto en pesca, que vende artículos de pesca y que ha escrito un exitoso manual de pesca pero que, curiosamente, odia pescar y le un tremendo asco tocar peces. Incluso no sabe ni nadar.

Él es perfectamente consciente que no puede enfrentarse a la participación en un concurso de pesca y cuando eso le sucede,  se descubre su torpeza y la farsa que tenía construida.

Pero , y ahí está la clave, es consciente.

Hoy en día vivimos en un mundo en el que todos son expertos en algo, incluso dan lecciones en Internet. La diferencia es que son incapaces de admitir que no tienen ni idea. Me da igual de pescar, de tecnología, de trócolas inversas, reiki o inversión en monedas virtuales.

Y cualquiera les lleva la contraria.

Ayer una señorita contaba, indignadísima, lo vergonzoso que es que los políticos y algunos empresarios no paguen impuestos en España. Después, muy poco tiempo después, contaba lo maravilloso que es Amazon. No pude evitar preguntarle si conocía la ingeniería fiscal de esa compañía y , como no puede ser menos lista que nadie, dijo que por supuesto. "Entonces"- le dije- "tú eres cómplice de defraudar impuestos". "!No!- dijo con indignación- eso es culpa del gobierno". Le expliqué que hay miles de opciones de compras por Internet que cotizan para ella, para el médico que la  tiene que tratar o el profesor de sus hijos. Que incluso el precio (que suele ser el argumento) es igual o inferior. Sin embargo seguía enfadada. "Me ha llamado tonta"- comentó. Y yo le dije que tonta no, pero cómplice,  si. Que no debería de recibir asistencia médica ya que no está de acuerdo en que se exija el pago de impuestos en el país donde se genera. La culpa no es mía, es del gobierno"- continuaba en bucle. La culpa siempre es de otros. Me dejó de dirigir la palabra con  desprecio.

Y era una experta. Era una persona que daba lecciones. Hubiera sido más sencillo hacer la de Rod Hudson: reconocer que es un fraude.

"Su juego favorito" acaba bien. La hipocresía que nos arrastra socialmente, no estoy tan seguro.

Bienvenidos al A Prime day de los cómplices en ingeniería fiscal. Luego se van a primark a colaborar con la explotación infantil o vuelan en Ryanair a manifestaciones contra los contratos basura mientras piden un deliveroo . Enhorabuena. La culpa es del gobierno.

Yo conozco a uno que dice que si un tipo se cae en la calle y le asoma la cartera es lícito quitársela porque... coño, no haberte caído.

6 de julio de 2019

Copiones ricos.

Los black keys hacen rock del bueno. Al menos del que me gusta a mi. El problema, quizá, es que su ultimo disco me da la sensación que ya lo he oido.


Algunos, con toda la razón del mundo, mantendrán que si algo se hace bien es suficiente. Por eso Jarabe de Palo hizo mil veces la misma canción. Por eso Phil Collins, Sting, Fito o Elton John se han ido repitiendo una y otra vez hasta mimetizar todas sus canciones en la misma. Se puede aplicar a la música pero también a las series, al cine o al diseño industrial.

Es curioso como vivimos en una época en la que una banda de visionarios se dedican a probar opciones, a crear y experimentar. Esos son los que persiguen sus sueños una y otra vez, zancadilleándose con cada prueba hasta que uno de un millón da con algo que funciona y que tiene la etiqueta de masivo o de rentable. Sobre todo de rentable.

Entonces van los chinos y lo hacen más barato. O esa fórmula se la dan a un par de productores que contratan a tres niñatos de OT, les ponen el autotune y se los llevan a los festivales. Vivimos en un momento en el que la única manera de despuntar es hacer algo que no haga nadie más y, sin embargo, existen especialistas en copiar las ideas de los demás. Amazon se dedica a ver qué productos tienen éxito y cuando lo localizan se hace su marca propia para aprovechar la suerte de los demás, incluso eliminando el producto anterior de su plataforma.

Los barrios ricos están llenos de copiones.
Los barrios pobres de idealistas con menos suerte.

Lo que me sucede al volver a oir lo que han hecho los Black Keys es que se han copiado a si mismos para ver si ahora llega algo más de pasta. Eso si, y lo diré en voz baja, el original siempre es mejor.

3 de julio de 2019

Mediocridad mainstream

Ya es definitivo.

Chernobil me pareció una serie correctamente realizada que no me aportaba mucho más que un  documental que dieron en la2 hace varios años. Paquita Salas me resulta una serie con una argumentacion del tipo caca-culo-pedo-pis-derechos fundamentales-monólogo de tercera. El disco de Rosalía, aunque fenomenalmente producido, me aburre. La Sexta me abruma con su intento de ser una cadena con superioridad moral que comparte accionariado con la Razón. No me gusta ni uno de los discos más vendidos, salvo si son un refrito de éxitos, pero ya vale de tener a Police, Elton John, Queen o incluso Camilo Sexto ( número 7 en fnac hoy). De entre los libros más vendidos, sufro un escalofrío al ver a alguno que es un psicólogo de bar (Lo siento, sr Espinosa) o algo que se vende como libro y es una coleccion de Tweets escritos en servilletas (nunca sé si es desfreds, defreds o Marwan).

Algunos dirán que es un punto de vista de viejuno,  que lo es. O también es la necesidad de no volver a creer que un disco de Melendi o de Fito son música de verdad. No lo son. Son tonadillas pegadizas, como paquito el chocolatero. De fácil digestión, de recordatorio veloz. Son como una paremia no especialmente compleja.

No hay absolutamente ningún producto cultural de consumo masivo que me haya emocionado en los últimos tiempos y eso es porque tengo la piel más gruesa o porque cada vez que veo a un imbécil jugando al juego de la reivindicación me parece un niño comparado con las reivindicaciones de verdad. Mi madre habla de la guerra o de la represión de una forma muy diferente a la que hace Wyoming o Puigdemont, que no es más que un cobarde en un chalet subvencionado gritando que es fascismo, machismo, onanismo, clasismo u homofobia todo el que no piensa como él.

Eso no quita que haya maravillosas creaciones artísticas, pensadores maravillosos en todos los bandos, libros increíbles, películas emocionantes, harinas para pan de verdad y hasta políticos con rigor. ( Y dejo un video de esos que están bien hechos y no ve nadie)
Pero tenemos que aceptar, y por eso es definitivo, que haciendo las cosas bien no se llega a nada.

El producto, por sí mismo, es menos valorado que el envoltorio o las mil palabras que lo acompañen en el argumento de venta. Conozco dentistas increíbles pero Dentix anuncia que un implante vale 300€. Os aviso , como un asterisco en la promoción , que un implante es un tornillo. Si ya quieres que te pongan un diente, son 1500.

Estáis deseando que os engañen y lo siguen haciendo porque les prestáis atención. Si consumimos mediocre, más mediocre habrá.

Y lo que está pasando es que la mediocridad es mainstream.

Pd: y para ejemplo algo que intenta ser canción del verano (sin autotune) y suena a muy viejo