Hace unos años, no muchos pero sí los suficientes, la MTV era el santa santorum de la música que consumíamos mientras se pasaba de finales de los 80 a principios de los 90 y veíamos caer el muro mientras todos los negritos tenían hambre y frío, como decían Glutamato Yeye (aunque fuera del 83).
Vimos aparecer a Madonna, a las hombreras de Spandau Ballet, la negritud de Depeche cuando iban de malos, algún momento del wasted Years de Iron Maiden e incluso aprendimos lo que era el moonwalk desde las baldosas iluminadas del Off The Wall. Nos cansamos de ver a los muchachotes de Europe, los videos de Police, bastantes one hit wonders y hasta los primeros videos realizados en España que, aunque por ahí afirman que fue La Trinca (en 1970 con el video de Tots som pops) vinieron de la mano de Miguel Rios que, allá por mediados de los 80, era lo más.
Así que cuando alguna emisora ponía videos de la MTV nos quedábamos anonadados considerando de nosotros mismos unos personajes avanzados en las tendencias culturales que presentaba y diseñaba aquella emisora de culto, al menos de culto para los que estábamos entre los 15 y los 20 años.
Ayer, en un movimiento casi vintage que es sintonizar canales de televisión como si la televisión fuera el dinosaurio cultural del momento, apareció la MTV en mi salón.
Estaban dando videos clásicos y creo que pude ver todos los anteriores. Creo que me sabía casi todas las letras y podía llamar por su nombre a cada uno de los intérpretes. Pararon para promociones. Pensé que quizá hablarían de ese programa protagonizado por una estrella venida a menos pero que ahora es accesible a golpe de talonario como es la curvosa Alaska y su marido plumoso y delgadísimo Vaquerizo haciendo de su vida un programa en el que van de estupendísimos, felicísimos y molones.
"Este sábado"-decían en la promoción- "!Paris Hilton Best Friend Forever!" (Titulo del Programa: PH: BFF). Pensé: "¿pero qué tipo de mierda es ésta?".
Terminaron los videos y, lleno de curiosidad mórbida, me quedé a ver el siguiente programa. "Ya no estoy Gordo", era el título del programa. Más o menos una especie de Cambio Radical con menores de edad en la que la muchacha en cuestión termina siendo pretendida por el chulo del instituto que aparece con flores mientras viven, al estilo de reality show americano, una delgadez basada en la eliminación de grasas como si el michelín fuera el enemigo talibán. (Si es que supieran qué coño es un talibán)
Como soy un masoquista de todas aquellas cosas que me hacen daño, más o menos como cuando vuelves a ver las fotos de tus ex, me fui a la página web de la MTV para ver qué tipo de miseria televisiva hay en la parrilla de aquel canal. Disaster Date, que es ver cómo una cita se convierte en un asco sin tener que pasar por el momento del gatillazo sexual (que es cuando me pasa (y me pasaba) a mi). Parental Control, que es un programa que explica a los padres la manera de deshacerse de la pareja indeseable de sus vástagos. Made !quiero cambiar!, que es un programa en el que alguien quiere convertirse en otra persona (más fibrosa, más elegante y nunca más lista) para molar más en el instituto. Cita para 3, que trata de alguien que está entre dos personas y vemos qué proceso lleva hasta decidirse (y hundir al perdedor en la miseria). Super Dulces 16, que son las fiestas de cumpleaños de los hijos de los ricachones americanos.
No pude más. Salí corriendo al baño a vomitar pensando que si mi sobrina tiene 13 años y está, como alguien que juega a ser mayor, enganchada al WhatsApp, probablemente los próximos años de su vida serán un infierno si es que se supone que verse reflejada en esa bazofia cultural es lo que le va a pasar. Volví a pensar, entre arcada y arcada, si tenemos la televisión que queremos o nos programan aquello que consumimos. Si fuera así es decepcionante pensar que una generación entera quiere romper con el novio, adelgazar, gastar dinero como quien come compulsivamente, retocarse las cejas y ser el mejor amigo para siempre de Paris Hilton.
Por supuesto que, no hace falta decirlo, la MTV no es lo que era, aunque ahora tuvieran que poner continuamente vídeos de Britney, Shakira, Melendi, Pereza y Black Eyed Peas, sería mejor que la mierda que escupe.
Supongo que si eres un adolescente irracional (o actúas como tal porque crees que te perdiste ese momento cuando te correspondía) es la televisión que consumes justo antes de mirar tu perfil de facebook, mandar un WhatsApp, oir la última cancion de Rihanna y volver a ver American Pie (2,3 y 4) creyendo que siendo uno de los protagonistas de los programas de aquella parrilla televisiva serás feliz
Pd: vale, yo me reía mucho con Porkys, que es el American Pie de los 80
2 comentarios:
No creo que sea sólo un problema de la MTV. La televisión en general provoca una arcada, pero la eterna pregunta sigue siendo si tenemos la tele que queremos o la que consumimos. Las cutos de pantalla de Sálvame lo dicen todo… Dan ganas de emigrar no sólo de canal, pero las opciones no son mucho mejores.
Definitivamente vida mia, tú eres tonto. Metes cada ganbazo que luego no sabes ni como arreglarlo. Quieres ver mierda donde no la hay. Quizas si te pararas a escuchar la opinion de laa adolescencia respecto a todo eso, aprenderias muy mucho, pero claro, para ello hay que cerrar la boca de vez en cuando.
Publicar un comentario