Tiene pinta de ser mentira, pero en verano gusta imaginar que todo puede ser verdad
Lo cierto es que existen estudios que intentan relaciones el clima y los estados de ánimo, supongo que para certificar esa afirmación casi publicitaria que dice que en verano todo es posible, como este salto de trampolín.
Una de las grandes ventajas que tenemos en este clima que nos rodea, bien sea invernal o veraniego, es la luz. Cuando te desplazas con la tranquilidad que te da poder mirar al cielo y aparcas en alguna playa lejana, cuando te despiertas y te asomas a la ventana y tienes que entornar los ojos por la luz que te castiga, crees que todo es de alguna otra manera. Después, dicen los estudios, la realidad es que afecta, pero no tanto. Aun así no podemos dejar de admitir que los comportamientos en lugares luminosos son diferentes a aquellas ciudades grises que están mucho más al norte.
Aparte de buscar nuestro sitio quizá también una de nuestras búsquedas deba de ser nuestro clima para que el pepito grillo del tiempo atmosférico sea un aliado y no un grisáceo enemigo o un luminoso martillo pilón soleado. A cada cual, su previsión meteorológica.
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