Mal dia para buscar

13 de octubre de 2008

El síndrome de Truman vs Google

Cada vez que suena el teléfono con un número oculto a la hora de comer (y últimamente a la hora de cenar) y al descolgarlo no es la policía sino una voz, normalmente no autóctona, que "no quiere venderme nada, sólo informarle" me pregunto dónde cojones van mis datos para que ese número de teléfono que no lo tienen personas con quien he intercambiado fluidos lo tenga el jefe cabrón del (no es un comentario racista) sudamericano de turno que me llama.

Si supuestamente existe una ley orgánica de protección de datos y yo no doy nunca el teléfono de mi casa entonces la filtración viene, obviamente, por parte de la compañía telefónica. (que, y ahora explico el comentario supuestamente racista, contrata sudamericanos para realizar llamadas, más o menos por el mismo motivo por el que denunciaron a la cadena de restaurantes VIPS de Madrid)

Ahora resulta que google se guarda para sí todo aquello que escribimos en internet y lo que hace es ir cruzando datos para saber que leemos, que escuchamos, que buscamos... en definitiva: para jugar con nosotros observándonos como si del Show de Truman se tratase. No me extraña que cada vez sean más frecuentes patologías mentales que algunos psiquiatras denominan Síndrome de Truman y consiste en que el paciente se cree sumergido en una gran farsa en la que él es el centro.

Desconozco hasta que punto es lícito (porque éticamente es reprobable) usar comercial o públicamente aquellas fases de nuestra vida en la que nos creemos a salvo de los ojos de los demas. Ya no queda sitio para la privacidad.

Un ejemplo que yo no conocía es el de Melanie McGuire, una mujer que mato a su marido y que fue condenada, entre otras pruebas, por sus búsquedas en Internet (“cómo efectuar un asesinato,” “cómo comprar armas de manera ilegal” y los “venenos imperceptibles.”). ¿De donde salieron esos datos?.

Otro ejemplo de uso de datos es de éste fin de semana cuando Mariano dijo en privado, sobre el desfile de las fuerzas armadas del 12 de Octubre, que era un coñazo.Y efectivamente, el desfile de las fuerzas armadas, como plan para un domingo que va a ser lluvioso en Madrid es un plan bastante COÑAZO. Después la pequeña nínfula del Psoe (una respuesta a la nínfula de PP) utiliza la obviedad del desfile para decir que Rajoy se mofa del sentir de los españoles y de las familias con problemas y bla bla bla...., y ya está liada.

Pues nada, que se vean el desfile con la mano en el pecho y cantando el himno (con letra o no) vestidos unicamente con la enseña nacional.
¿Que aprendemos de esto, niños? Que Google es el nuevo gran hermano. Que no se puede buscar cualquier cosilla en internet (que luego se chivan) y que si eres líder de la oposición hay que callarse un poco, aunque sea un coñazo (que lo es, Mariano, que lo es)

Y que si llaman para venderte algo, !colgar, colgar, malditos! (si siguen llamando es porque alguno cae...)

Ah, claro. Y si algún día no eres capaz de reconocerte, si algún día no sabes cual es tu lugar en el mundo, lo que quieres o hacia donde te diriges... seguro que en Mountain View (la sede de Google donde viven en armonía social y emocional, cual gnomos felices del bosque) está tu perfil perfectamente actualizado para venderselo a algun operador de telemarketing que te quiera vender cuchillos para el suicidio. "Hola, buenas tardes. Quería informarle de la nueva promoción de cuchillos para el suicidio de la empresa..."

Pd: (para los que sepais ingles): Guión anti telemarketing

Link de interés y no relacionado: Aunque le va a salir mal, como ya hemos hablado de él, os recomiendo leer la historia de Enric Durán

1 comentario:

ilu dijo...

A mi casa llaman justo cuando acabo de prepararme todo para comer y acabo de sentarme...y ya voy mosqueada, aunque fuera el mismisimo miguel bosé, me molestaría, pero no es él, son vendedores que saben tu nombre, saben con que operador tienes contratado el adsl y supongo que también la talla de sujetador. Hay veces que directamente no les dejo hablar y les digo -no gracias. Y cuelgo, pero una osada volvió a llamar justo cuando había vuelto a sentarme...Creo que la tuvieron que atender por una crisis nerviosa o algo..

quiero mi azucarillo