Tribus para la crisis: Los Emos

Un EMO (no confundir con un GNOMO) es un componente de una de las nuevas tribus urbanas que se han desarrollado los últimos años.

Se supone que son una mezcla del grunge y el punk con la salvedad que viven en una absoluta decepción para con el mundo lo cual, en su estado de máxima ofuscación, les lleva a tener la idea del suicidio de manera contínua en sus mentes.

Delgados, vestidos básicamente de negro y con los indicativos estéticos marcados por un punto andrógino, maquillaje en exceso y un corte de pelo que deja unicamente un ojo a la vista.

Me refiero a ellos por creer que dada la situacion que vivimos y el desánimo de la imposibilidad de cambiar el mundo, nos vamos a ver divididos entre el flower power (ocultación de la realidad) y estos muchachotes (exageración de la realidad).

Si los heavies son los negros del metal, los emos son los "delicados" del metal.

Una de las cosas que más expectación me genera es ver cómo se van asumiendo los cambios que vivimos. Exceptuando el movimiento hippy desde el nacimiento del glam allá por finales de los 60 con Bowie y su evolución hasta el punk (que como fenómeno social es espectacular debido a que supuso el primer movimiento que asumía su imposibilidad de cambiar el sistema) no ha habido un caldo de cultivo como el de ahora para una verdadera revolución social (aparte del grunge). Con ello no quiero retratar a la negatividad de este movimiento como un referente, sino como un ejemplo de lo que puede venir. A su favor tienen la negatividad y ese look que es un paso más allá de los blanquísimos góticos y mucho más limpio que los punkies. En contra que se supone que aparece en alemania y al final de todo son los ingleses los que por una u otra razón terminan creando escuela.

Sin embargo todo lo sucedido les da la razón en una cosa: lo dificil que es cambiarlo todo. "El final de una ilusión" titulábamos aquí hace poco tiempo.

Termino con un par de ilustraciones de un artículo de hace unos días del suplemento de "El Mundo" donde, como casi cada 9 de noviembre (como siempre sin tarjeta) nos regalan lo difíciles que son los jovenes y lo incomprendidos que se sienten.