La confabulación de las mujeres

(extraído de un texto antiguo de elaboración manual y propia)

- Las mujeres ya no nos necesitan –afirma Luis Miguel mirando a Pilar con cara de marido conformista.- El otro día leí una noticia en la que comentaban que en unos años no hará falta el hombre para procrear. Todo lo harán con esperma congelado. Decían que los bancos de esperma son enormes y que se podría repoblar la especie sin necesidad de un solo hombre.

- Pues eso mismo. Es una confabulación de las mujeres. Por una parte están las científicas, que aprenden los métodos y por otra parte, que es la menos visible, las demás se dedican a fastidiarnos y a no acostarse con nosotros. ¿Qué es lo que hacemos? Masturbarnos. Y después de masturbarse lo que uno hace es limpiarse, porque somos machos pero muy limpios. Y se echa por el retrete. Y se tira de la cadena. Pero, ¿A dónde va mi esperma? Os lo diré. Va a unos pozos gigantescos en el subsuelo donde por ósmosis se separa el semen de todo lo demás y un montón de mujeres con bata blanca lo analizan y lo guardan en unos contenedores como los de las refinerías. Analizan el ADN y lo catalogan. Hombre blanco, enfermedades tal y cual… Hombre negro. Asiático… Las casas de los prohombres, los premios Nóbel y cosas así, tienen conductos especiales. “Nóbel de medicina”, son contenedores más pequeños. Pero todo lo guardan para el día de la revolución, que está cerca, donde nos matarán a todos con la esperanza de hacer un mundo mejor. Estoy convencido y vosotras, que os estáis riendo, sabéis que no miento. Chicos, el fin está cerca.