Mal dia para buscar

14 de noviembre de 2008

Vida, muerte y modernidad

Noticias de la última semana:

Con lo cual creo que queda bien claro que la medicina ha evolucionado hasta unos límites que nos permite jugar con la vida y la muerte hasta fronteras inimaginables por mi abuela. Por mi parte tengo las ideas bien claras: una vez que somos capaces de dar y hacer comprender la realidad de las posibilidades a nuestros "pacientes", dejemos que hagan lo que quieran.

Fumar es malo, pero me da la gana de fumar. Y fumo. Me llamo de Juana y quiero hacer una operación bikini extrema, pues hazlo, que es tu problema. Como hamburguesas como una perra y voy a reventar porque el colesterol tapará mis arterias. Pues vale. Siempre y cuando esto no afecte a nadie más, a mi , como si te la machacas con un piano de cola engrasado con kilos de Tulipán.

¿Hannah quiere morir?. Si es su elección, perfecto. ¿Thomas quiere tener otro hijo?. Enhorabuena. ¿La familia de la chica 16 años en coma se ha cansado de esperar por nada?. Perfecto. No entiendo el debate porque debatir sobre ello no asume el hecho de que vivimos en una sociedad que es capaz (técnicamente) de hacer clones, mantener con vida a un vegetal, hacer que un hombre de a luz o asesinar lentamente a una niña.

Una vida ingrata no es una vida y el suicidio es libre, quizá es el último ejercicio de la libertad (y valentía) que nos queda. Respetémoslo.

Anotación:

El primer mundo tiene la paternalista actitud de considerar que todos serán mucho más felices si siguen las normas del poderoso. Voy a demostrar que no:

Todos tenemos bien claro que el acceso al agua es una necesidad básica y en un poblado de Africa se dieron cuenta que se podía hacer un pozo en medio del poblado para que así las mujeres no tuvieran que caminar kilómetros hasta el río. Lo hicieron. Un tiempo después la tribú se rompió porque precisamente ese tiempo caminando solas hasta el río era cuando las mujeres hablaban entre ellas y descansaban de la miseria que les acompañaba. Hacerles "una vida mejor" les mató como sociedad.

8 comentarios:

ilu dijo...

lo que cuentas del poblado africano, explica muy bien todo lo demás.
Queremos ser salvadores de los demás, incluso aunque ellos no quieran, o al menos no la salvación que nosotros les ofrecemos

Señor Insustancial dijo...

Troner, te aseguro que en África matarían por tener un pozo en el medio del poblado...

Sobre lo que dices, bueno, creo que como siempre el asunto es religioso: tu vida no es tuya pertenece a tu creador...
Si se supera eso es posible que lo de quitarnos de en medio no resulte tan traumático pero, la verdad, a mi me espeluzna que alguien tan joven decida morirse. Qué cosas.

ilu dijo...

Lo que es espeluznante es que alguien tan joven haya pasado por todo lo que ha pasado ella.

Ivan Moldes dijo...

Sin entrar en moralidades de patio de colegio os voy a dejar una frase: "El suicidio es la mejor elección. El problema es que una vez llevado a cabo, no tiene marcha atrás".

Anónimo dijo...

Una muerte digna del todo poderoso, ¿ y la dignidad de los que sacrifican sus vidas luchando para que los demas tengan una vida digna en que lugar queda ?.
A mi que me lo expliquen con manzanas porque si la que come hamburguesas como una perra hasta reventar de colesterol se sienta a mi lado, en el metro, tren, avion o donde sea... revienta mientras está junto a mi soy yo quien tiene que padecer el todopoderoso sin buscarlo y sin quererlo.

pesimistas existenciales dijo...

Anonimo: eso es lo mismo que decir "me molesta la gente que huele mal". (Yo unicamente buscaba ejemplos de elección personal)
Sr insustancial: Es una pena que una niña tenga que morir, pero yo prefiero eso a que esté viviendo llena de dolor. (y con la certeza de que va a morir un poco mas tarde.
Sigo defendiendo la eutanasia... a muerte.

Señor Insustancial dijo...

Estoy de acuerdo contigo completamente. Cada uno que decida lo que tenga que decidir y como quiera decidirlo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Mil disculpas, no sabia yo que comer hamburguesas a kilos en el mundo pesimista se contempla como un modo de suicido consciente.