Mal dia para buscar

24 de junio de 2009

Queni , ni-ni ...

Leyendo cuidadosamente el periódico me he encontrado con dos definiciones complementarias: la "generación ni-ni" (que ni estudia ni trabaja) y la "celebridad queni" (que no baila, que ni canta, que ni actúa). Los dos se refieren al tipo de joven que se supone que estamos creando después de la alegría con la que vivimos el final del siglo pasado. Supongo que refuerzan la idea que existe en alguna parte de esta sociedad en la que únicamente por el mero hecho de existir se te ha de proporcionar una casa, una play, unas vacaciones, un buen móvil, dinero para las copas y un subsidio.

Si analizamos algunos datos (el 54% de los españoles situados entre los 18 y los 34 años dice no tener proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado en contraposición el 80% de los elementos de esa misma franja que dicen estar satisfechos con su vida) hay algo que no encaja ya que no puedes ser feliz si no tienes ni la más remota idea de lo que quieres o no quieres hacer. O quizá la felicidad consiste precisamente en no pensar.

Dicen que ser feliz es básicamente una cuestion de voluntad, aunque ya hemos hablado de los experimentos de los que trata el vídeo.

Otro de los elementos importantes que ha llegado a mis retinas es la determinación escrita de un cambio en lo laboral probablemente debido a estos convulsos tiempos que estamos viviendo en el que los factores de remuneración y cuantificación del exito cambian la manera de valorarse. Dice, más o menos, que cuando la labor profesional que uno realiza ha sido determinada como algo que es parte de lo que uno es y el salario se convierte en una retribución añadida al elemento principal (que es lograr un desarrollo personal completo) la persona se siente más satisfecha con su vida.

Resumido es: si trabajas en lo que te gusta lo demás llegará sólo y además serás más feliz.

Supongo que ese cambio de valores es algo que habremos de implantar en el esquema educacional obsoleto que hemos heredado ya que actualmente es bastante común encontrar a quien lleva como carta de presentación sus miles de títulos y no es capaz de disfrutar de lo que hace (lo que llamamos en su día un mutilado social). Aunque tambien hay, por supuesto, personas tremendamente valiosas (y tituladas) que no son recompensadas por esta sociedad aún mercantilista.

Mis padres decían que tenías que estudiar porque así ganarás dinero y podrás hacer aquellas cosas que desees. Las cosas han cambiado. Así que para no ser "ni-ni", para no ser "queni" quizá habrá que enseñar desde pequeños a que cada uno descubra qué quiere ser, qué quiere hacer y dejar que lo haga ya cuando uno hace lo que considera correcto con la base de la profesionalidad y el esfuerzo personal.

Una cosa tengo bien clara: no te harás rico pero, si no te mueres de hambre, estarás contento un día mientras escribes un post con la persona en la que te has llegado a convertir y verás cómo tus compañeros de universidad se han convertido en autómatas bastante mejor remunerados. Todo es jugar con nuestra escala de valores, replantearla. Al fin y al cabo ésta nueva es una escala de valores "queni" (que ni te satisface, que ni te ayuda) o "ni-ni" (ni te da felicidad, ni te da libertad).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

la felicidad no es una meta, es un camino;se puede ir solo o acompañado.(revisar escala de valores).y como ni quieres evolucionar,ni sabes lo que quieres,este comentario ni te satisface,ni te ayuda,ni te da la felicidad,ni te da la libertad. pd.detras de un gran hombre se esconde una gran mujer. wally.

Anónimo dijo...

y ni te da la razon, ni te la quita.wally.

Anónimo dijo...

Bravo, estoy muy de acuerdo. De hecho sólo tengo que comentar que al final dices que "no te harás rico" y yo te digo que eso no está entre los objetivos de alguien que quiere hacer lo que le apetece.

Salu2

ilu dijo...

Que pena, tengo ya una edad que ni entro en las estadísticas...
Hay otra forma de plantearse esto y es tomandote el trabajo como lo que es, una forma de ganar dinero, que te ocupa unas horas determinadas del día y las restantes están para realizar actividades que realmente te satisfagan. Quizá es que nunca he tenido una vocación clara como otra gente y tampoco he tenido afán de montarme en el dolar. Seré una conformista quizá, pero me sirve con tener un sueldo regular que me permita darme ciertos caprichos, como viajar, comprar ciertas cosas, comer en determinados sitios...