Mal dia para buscar

15 de octubre de 2009

Mira mi pecho tatuado (dedipix)


Decía una canción de hace mucho tiempo :mira mi pecho tatuado con este nombre de mujer. Es el recuerdo del pasado que nunca más ha de volver. Ella me quiso y me ha olvidado. En cambio yo no la olvidé y para siempre voy marcado por este nombre de mujer.

Eso, lo de tener el nombre tatuado, si le haces una foto y la mandas al ciberespacio, se llama "dedipix", que es una versión del supuestamente pasado de moda sexting (del que hablamos el día del grooming).

Lo cierto es que el "dedipix" respecto del "sexting" viene a ser , en el símil del sms, la diferencia entre esos sms que te mandan, te hace ilusión y descubres decepcionado que ha sido reenviado y probablemente lo tendrán cien mil, y aquel que recibes y sabes que ha sido escrito sólo para tí porque hay un elemento que lo hace exclusivo entre quien te lo envía y tú mismo. A todos nos gusta sentirnos especiales y a los adolescentes que se mandan fotos con partes de su cuerpo, también.

Y es cierto que si nos ponemos a buscar por internet fotos de este tipo descubrimos que no son en absoluto pornográficas, son eróticas. Quiero decir con ello que cuando, en mi más tierna infancia, buscaba las partes ocultas del sexo opuesto (y desconocido) lo que más se cotizaba en el intercambio de revistas pornográficas eran los componentes genitales. Pero esta generación completa de palabras acabadas en "-ing" (sexting, puenting, grooming, piercing, ing (banca)) ha sobrepasado la ordinariez de lo genital para descubrir la maravilla de lo erótico, la magia de enseñar un poco, de exponer publicamente el tanga. Sólamente intuyo que eso se debe al hartazgo sexual que vivió la generación anterior, que es esa que se sorprendía con los frondosos pubis de la época del destape y que ahora intenta ganarse unos durillos con el despertar de los videos caseros meramente pornográficos.

Y, ¿qué quereis que os diga?. A mi me gusta eso de enseñar sin que se vea, será porque pierdo desnudo. Ahora mismo me redacto unas dedicatorias en algún sitio y le hago una foto (a cambio de otra, por supuesto).

De todas formas, volviendo al principio, lo del dedipix lo habíamos inventado en una ancestral copla, sólo que en vez de venir en mail o en sms , vino en un barco de nombre extranjero.

2 comentarios:

Canoso dijo...

Lo de enseñar sin que se vea siempre deja a la imaginación el protagonismo de inventar según el propio gusto, mientras que cuando se enseña ya solo queda el dar tu opinión, y tal vez no sea la que esperas.

Yo también prefiero eso de no verlo todo, ni de enseñarlo, que la imaginación si no se ejercita termina voviéndose lenta e inútil.

saludos

Leo poco dijo...

Pues si.