El dulce encanto de la sencillez

En Valencia un joven despechado ha provocado un incendio al quemar las cartas de amor de su novia. Es mala suerte que aparte de que te dejen quemes 1900 hectáreas y te caiga una multa de 1350€ porque, muy a tu pesar, ya no la podrás olvidar nunca.

Podrá decirla, cuando se la encuentre en alguna calle dentro de unos años que "incluso en estos tiempos, veloces como un Cadillac sin frenos, todos los días tengo un minuto en que cierro los ojos y disfruto echándote de menos"

Es una noticia sencilla, quizá ahí reside su encanto.

Si lo analizamos con tranquilidad los grandes éxitos de los ultimos años tanto en lo político como en lo televisivo como, por supuesto, en lo tecnológico han sido cosas sencillas.

En lo político es criticable (pero funciona) ese mensaje infantil de "el otro es malo".

En lo televisivo todos recordamos el éxito que tuvo una marica jorobada que decía "po zi"

Y en lo tecnológico Apple y sus i-cosas no han hecho nada que no hubiera hecho cualquier otro sólo que le han puesto un bonito decorado y se han sentado a ganar dinero. Sobre todo ahí la sencillez se ha buscado su lugar. Al fin y al cabo la realidad reside en que no buscamos cosas que hagan más cosas y que requieran de nosotros un gran esfuerzo, sino que seamos capaces de entender su funcionamiento y que esos gadgets hagan lo que queremos.

Hoy descubro un video sobre un invento consistente en un volante de inercia dentro de una rueda que logran una estabilidad mayor a fin de eliminar esos "ruedines" (bici de 4 ruedas) que nos ponían nuestros padres para aprender a montar en bici. Es una idea sencilla, así que triunfará aparte de ilustrar mi idea de hoy.

En lo personal sucede lo mismo.Una parte de nosotros quiere a alguien alto, guapo, con dinero, sexualmente activo, inteligente, brillante y sano. Queremos que lo tenga todo. Sin embargo, al final de un ir y venir buscando la perfección aprendemos que nos basta con que la otra persona nos quiera y si no es así quemaremos sus cartas. Ese es otro ejemplo del discreto encanto de la sencillez. Se puede aplicar a cualquier faceta humana.