Abortos, racismo y periodismo

"Los inmigrantes utilizan menos los servicios sanitarios que los españoles", con ese titular se descolgaba el periódico el otro día mientras lo acompaña con una foto de un subsahariano en condiciones infrahumanas cociendo agua dentro de una tienda de campaña que bien parece la extensión dramática de algún invernadero almeriense.
Es uno de esos titulares que juegan tendenciosamente con los apelativos. Véase: "los inmigrantes comen más lichis que los españoles". Ejemplo nº2: "los inmigrantes montan más en autobus que los españoles".

Aparte de ello el titular es obvio que la mayoría de los inmigrantes son gente con un perfil más joven por lo que se pone menos enfermo que la envejecida población autóctona. Es decir, que ese titular es una soplapollez interesada.

Tampoco nos podemos olvidar que nuestra sanidad pública está gastándose un tremendo dineral en pagar los abortos, principalmente, de mujeres sudamericanas. (de los 84.985 abortos y 500.000 píldoras del día después aproximadamente un 50% se ha destinado a mujeres del origen indicado).

"¿Qué hago yo con una chica menor de 30 años que viene a por su tercer aborto y no ha ido a las citas de planificación familiar ninguna de las dos veces anteriores?"-me preguntaba un médico de la seguridad social ayer, comentando este titular.-"Me aguanto y adivino cuando va a venir por el cuarto"

Hay quien dice que este es un problema global de una sociedad que se equivoca al pensar en el aborto como un método anticonceptivo más. (ahí estan los datos) y también es cierto que el numero de personas en "edad sexualmente activa" incluye un alto porcentaje de personas de procedencia no autóctona. Sin embargo no podemos de dejar de pensar que es más barato abortar que comprar una caja de condones. (!!12€!!). No deja de ser un curioso cóctel.

Reconozco desde aqui que despierta en mi cierta furiosa cólera algunos de los bagajes culturales que vienen de ultramar porque creo que esa lucha social para el establecimiento de igualdades y conciencias globales nos ha llevado mucho tiempo y esfuerzo como para que alguien se lo pase por el arco del triunfo.

Reconozco que estoy a favor de un aborto libre y sin embargo a la niñata que con 30 años ya lleva 3 creo que hay que castigarla por irracional, probablemente no permitiéndole un cuarto aborto sin pasar por un obligado tratamiento psicológico. (Y si no lo cumple, no hay gratuidad en el proximo aborto)

Así que dentro de mí una dualidad crece. Tendré que irme al centro de salud más próximo y hacer cola para abortarla (la dualidad). Estará lleno de ancianos temblando como yonkis por sus recetas y alguna niña inconsciente que no llevaba 12€ en el bolso pero muchas ganas de divertirse con su pandillero de turno (que es tan responsable como ella y que debería de pasar por el mismo proceso educacional).