Motivaciones

Cuentan que justo antes de la final de la copa de europa el entrenador del barcelona, el ínclito Guardiola, paradigma de la modernidad, el éxito y con ese rumor de homosexualidad que le persigue desde que se convirtió en una estrella mediática (claro que para el entorno gay todo el que es publicamente culto y estiloso siempre es gay) (¿y a mi que me da igual su inclinación sexual?)... que les puso a sus jugadores unas escenas de gladiator con la música de turandot para motivarles.

Sinceramente si una persona que va a jugar los 90 minutos de su vida necesita una motivación adicional, algo falla.

El otro gran ejemplo (para mí mucho más grande) es la selección española de baloncesto. Recordemos que cantaban una canción de Riki Lopez (el hombre despechado) que si bien es mucho menos culta que Puccini la eligieron entre los propios jugadores que no eran un cúmulo de mercenarios del deporte de alta calidad, sino un grupo de amigos que casualmente juegan al baloncesto de una manera también remunerada, pero maravillosa y de alta satisfacción "baloncestística".

Siempre se habla con exaltación de la motivación en el deporte como una manera de traspasar los límites de la naturaleza humana. Una especie de exaltación del ser humano y sus posibles cuantificables.

Cierto es que la capacidad de la mente humana respecto de nuestra interacción con el medio (bien sea saltar, correr o la realización de complejas operaciones matemáticas) es uno de los factores que más nos afectan en la realización completa de la actividad señalada pero quizá no es ese tipo de motivación en sí sino el entorno del que partimos para enfrentarnos ante los retos. Como buen informático la mayoría de mis problemas se solucionan después de irme a hacer otra cosa. Como buen hombre contemporáneo muchos de mis gatillazos se han debido a un exceso de motivación y ha sido después , cuando no daba nada por seguro, cuando la relación fue tremendamente satisfactoria (al menos por mi parte). Como urbanita competidor social mis momentos más populares han sido cuando no buscaba ninguna popularidad de la misma forma que cuando no quieres es cuando te dicen que si.

Te puede motivar la ilusión un largo viaje a otro continente, o deprimirte. Te puede motivar el olor de unas costillas a la brasa. Te puede motivar ver el sol o unas sandalias nuevas. Te puede motivar un sms o que te de el viento en la cara. Te puede motivar pensar que vas a ganar la copa de europa. Te puede motivar cualquier cosa, pero no tiene por qué ser la misma que a tu vecino.

Con ello quiero decir que la motivación es un monstruo que tiene demasiadas caras y aunque es mucho más cool hay motivaciones más efectivas que oir Turandot (lo siento Pep, la modernidad está directamente enfrentada a la naturaleza humana)