La simplificación del mensaje

El gran triunfo de muchos de esos anuncion de televisión que nos devoran es su sencillez.

Luchando contra las marcas blancas un anuncio te intenta explicar que si quitas a los técnicos, la experiencia, la seguridad, la ecología... obviamente el resultado es más barato, pero no es igual. Después otro anuncio te dice que él es, simplemente, más barato. Como es un mensaje más fácil llega antes y resulta más efectivo. Si no quieres pensar, que debe ser la actividad más agotadores del ser humano en la época contemporánea, vas al blanco.

A nadie le gustan los grises (y no me refiero a los policias del régimen). Es mucho más sencillo decir: blanco. O decir: negro. Es mucho más fácil decir "te querré siempre" a decir "si todo va bien y los dos ponemos de nuestra parte, podremos querernos siempre". Y sin embargo la segunda opción en mucho mas cierta, pero menos efectiva (y con mucho menos éxito).

Pasa en el amor, en el sexo, en el trabajo y, por supuesto,en la venta de leche. Obviamente tenemos sindrome de déficit de atención (materializado en la incapacidad de asumir mensajes complejos), pero es porque nos hemos acostumbrado a ver la versión reducida de las cosas, el trailer de la vida, los juegos de buenos y malos, al mensaje más simple. Échale la culpa a la tele, es más sencillo para todo. Vivimos en el siglo de la navaja de Occam.