Mal dia para buscar

25 de marzo de 2010

Dilemas morales innatos

Considero, no de manera científica sino por un absoluto sentido común, que las personas nacemos con una serie de valores morales "de serie". Eso mismo piensan los autores de una serie de tests (link en la foto lateral) que intentan adivinar cuales son esos valores de serie.

En algunos descubrimientos se ha encontrado que ciertas civilizaciones remotas consideraban que dejar a alguien a su suerte era tan malo como asesinarle, lo cual da un indicio de esa moral que todos llevamos dentro y que después probablemente está bastante mediatizada por esos artificiales impulsos culturales que nos devoran.

Si no me equivoco Rousseau mantenía algo así como que si éramos capaces de mantener el entorno en el que se criase un niño podríamos llegar a sacar la esencia de las personas, que es buena. Kant decía que al nacer somos la misma reencarnación del puto diablo. También es cierto que Skinner (no confundir con el director) mantenía que se puede cambiar el comportamiento humano a voluntad.

La única prueba realmente empírica de lo que llevamos dentro es la historia del niño salvaje Victor de Aveyron que fue criado realmente por animales y que distaba mucho de la bondad absoluta aunque todos nos ponemos agresivos fuera de nuestro entorno.

Es verdad que todas las civilizaciones tienen en común una serie de valoraciones sobre las bases del bien y del mal y que en muchos momentos de nuestra vida aparece ese pequeño sonido agudo de vergüenza que se siente cuando eres plenamente consciente que algo no estás haciendo bien.

En detrimento de todo ello estan las modas, los usos sociales con fecha de caducidad, la chulería de algunas drogas y ese concepto tan moderno del mal necesario y el daño colateral.

Nuestra sociedad nos ha enseñado a tener un poco de alexitimia y bastante anosognosia. Nos hace cambiar nuesto comportamiento por el miedo a las opiniones ajenas y nos invita a resguardarnos en el castillo de los mensajes unidireccionales que son algunas redes de comunicación.

En un capítulo de Sexo en NY a Carrie le deja un amante por medio de un post it pegado en el ordenador que dice "Lo siento. No puedo. No me odies". Lo cierto es que ella no es que esté molesta porque la hayan dejado, lo cual era previsible, sino en la forma ( y en no haber sido ella la "dejadora"). Ayer apareció una noticia en la que a una muchacha británica la habían despedido a través de un mensaje del facebook. Quizá, asociando conceptos, lo peor sea que te dejen por facebook, a ser posible con un mensaje en mayúsculas en el muro para que todo el mundo pueda ser partícipe de tu degradación. Sin embargo, como nuestra educación nos sigue manteniendo de serie algunos valores y sabemos que eso es ser muy crueles y que intrínsecamente estamos haciendo el mal, preferimos, si es que tenemos esa pizca de valor, mandar un mensaje privado. Eso sí: unidireccional en vez de humanizar el momento.

En realidad los valores son los mismos y la esencia humana se mantiene, sólo que la civilización tecnológica nos convierte en cobardes. Los post it del siglo XXI son mensajes privados o los parámetros de seguridad de tu perfil.

Hay días en los que mis dilemas morales siguen siendo en cómo decir las cosas. Soy un cavernícola (en los modos) que se engancha a las nuevas tecnologías porque tiene un blog. La bondad la traigo de serie. Las cosas que me pasan , me pasan por bueno. El resto, por gilipollas.

"Lo siento. No puedo. No me odies"

1 comentario:

Anónimo dijo...

1- A mi me despidieron por email.
2- Me readmitieron a las 3 horas. Un error de Donosti, me dijeron.
3- ¿Osea, que mi jefe ha vuelto a nacer?

Ojalá aparezcan las 10 libras detrás de la caja. Siempre se puede ser un poquito más cutre...