Tengo la costumbre de pensar que si el que me llama no quiere que yo sepa quien es, yo tampoco quiero saber quien es él. Por eso no respondo.
Puedes tener muchos motivos para no querer dar tu identidad: Porque vas a insultar y colgar. Porque vas a jadear al otro lado del auricular. Porque estas vendiendo una gran ventaja en la limpieza del hogar o por cobardía.
Las compañias de teléfonos, ese compendio mercantil entre el negocio y la primera necesidad, siempre han funcionado a golpe de hipocresía social.: no estan a favor de la piratería pero te ofrecen millones de megas para que te descargues lo que quieras. Tampoco están a favor de que se puedan cometer delitos de manera anónima, pero han potenciado el mercado de las tarjetas prepago porque sencillamente, dan pasta.
Ahora el gobierno empieza una campaña para que cada uno se identifique a la hora de comprar una tarjeta. Lo hacen, según el ministro del interior, para frenar acciones de grupos terroristas y organizaciones delictivas.
Por mi parte la única manera de que responda a una llamada es saber quien la hace (vendedor, terrorista o pajillero), aunque sé que os gustan las llamadas ocultas y aunque sé que este blog es (casi) anónimo.
Pd: os dejo, suena el teléfono. (nada de politonos, sólo hace ring)
3 comentarios:
Esto es como vender tabaco, poner en la cajetilla que fumar mata o que produce impotencia, que para alguno es peor lo último y que el 80 por ciento de lo que pago sean impuestos para los que me aconsejan que no fumen...
Lo triste es que las únicas llamadas que recibas sean esas, al final me pondré a contarles mis cosas a esas operadoras
ohhh ohhhh, esto me pasa por utilizar ordenadores que no son mios, el comentario anterior era mio también...
Una pequeña puntualización. La campaña informa de una ley con carácter retroactivo. También han de registarse clientes de tarjeta anteriores. De no hacerlo, en Noviembre se quedarán sin línea.
Yo, muchas veces, tampoco respondo a quién se identifica...
Publicar un comentario