Como dicen por ahí: No estamos padeciendo una crisis sino un conjunto de ellas: crisis ecológica (energética, climática, pérdida de la biodiversidad, etcétera); crisis social (individual y colectiva, aumento de las desigualdades entre las naciones y en el seno de las mismas, etcétera); crisis cultural (inversión de valores, pérdida de referentes y de las identidades, etcétera); a lo que ahora se añade la doble crisis financiera y económica.
Porque ahora todo es culpa de la crisis: si no ligas, si no llegas a fin de mes, si no te arranca el coche, si nadie te responde en el messenger (mazinger, para los amigos), si te acatarras, si sale el sol, si se esconde, si no se te levanta, si no lubricas, si te sentó mal el lomo con pimientos, si la pausa publicitaria te corta la película en medio de la trama, si Almodovar vuelve a hacer un melón con forma de cine, si las barreras arquitectónicas te hacen tropezar, si tienes humedades en las ventanas o si te han dejado como quien borra un contacto del teléfono... es culpa de la crisis.
¿No será culpa tuya?
Pd: ¿o mía?
1 comentario:
Acertado análisis.
La destreza de un jugador no se debe medir por las cartas que le llegan, si no por la habilidad de jugar bien con cartas malas.
Lo demás son excusas.
Salu2
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