La invasión latina

En verano pasé unos días por Madrid. Me sorprendió, aunque era consciente de ello, la cantidad de inmigrantes sudamericanos que pueblan bares, comercios y trabajos teóricamente de inferior calidad al trabajo medio lo cual me da igual ya que cada uno se busca las lentejas allá donde las consigue.

Sin embargo la cantidad me resultó abrumadora.

Cuando paseas por una ciudad y te das tiempo para mirar las caras de las personas ves elementos a los que normalmente no le prestas atención. Uno es éste. En Barcelona u otras ciudades cosmopolitas del mundo descubrí mucho estudiante o mucho joven ganándose el pasaporte a su futuro en este tipo de trabajos. Pero en Madrid (de la misma manera que en determinadas zonas de la costa brava con rumanos) la mayoría de latinos es la norma.

Nadie puede (debe) exigir a un dueño de un local privado que contrate a uno u otro empleado porque es su empresa y con ella hace lo que le da la gana, que para eso es suya pero ¿que estamos consiguiendo?. ¿Cual es el resultado primero de esta elección?

En el caso de España la diferencia principal para con otros paises europeos es el origen de la inmigración, que aunque asegura nuestras pensiones durante más tiempo, lleva consigo una actividad cultural heredada desde su origen.

Mantengo (afirmo) que las sociedades latinas llevan cierto retraso para con los avances sociales que hemos hecho como nuestros desde europa. El apoyo a la pobreza, la libertad religiosa, las libertades sexuales y sobre todo la igualdad entre los sexos no se ven de igual manera desde diferentes orígenes. Es por ello, principalmente en este último punto, que una de cada tres victimas de violencia de género es inmigrante. "En este país"-me confesaba un (cabrón) boliviano ante un café-"no puedo controlar a mi mujer porque si la pego me denuncia".

Afortunadamente parece que la justicia está siendo especialmente dura en este aspecto. ¿Que nos queda? ¿El reggeton? Hombre, a mi me resulta pavoroso pero si dejo el aspecto musical y me voy a las letras también me asusto. Lo que proclama es una sociedad en la que ella se viste como la dama mala de una telenovela venezolana y él, su hombre, camina más duro que John Wayne con su coche lustroso mientras ajusticia a la banda enemiga. Quiero decir que la juventud, completada en porcentajes altísimos con los hijos de los inmigrantes que se rigen por valores heredados, tiene un "modelo" negativo en el que muchos adolescentes gustan de verse reflejados (por ser mayor, por ser más duro, por tener más novios...)

Me duele ver cómo ellos parecen querer ser jóvenes pandilleros y ellas sus pequeñas putas.

Para sus (o mis) hijos: Esa invasión latina, no la quiero.

Y entiendo aún menos cómo ellas, que son la mercancía de esta subcultura, se dejan.

Pd: ni racismo ni hostias. Nos ha costado mucho llegar (malamente) a donde estamos y no hay que pagar este peaje por la globalización. Hombres, mujeres, gays, inmigrantes, autóctonos, etc... somos personas IGUALES. Ni mejores ni peores.

Pd2: nos medio libramos (por el idioma) de la invasión nazi ultraderechista de centro europa y nos comemos (por el idioma) esta basura (nazi también, a su manera)