Mal dia para buscar

4 de diciembre de 2010

Departure of love

Una de las cosas que tienen los trenes y que nunca tendrán los aeropuertos es ese componente nostálgico , amoroso y sentimental que tiene despedirse en andén, salir corriendo detrás del vagón para no perderse su última mirada o dejar la mano en alto muy quieta mientras el humillo que sale debajo de las vías te va recorriendo los pies. En los aeropuertos siempre ves marcharse a las personas rodeadas de algún miembro de la seguridad del estado que es realmente el último que la toca mientras la está cacheando, como si profanara el sacrosanto momento de las despedidas. En el aeropuerto nunca sabes si en la zona de embarque está respirando aliviada porque ya te perdió de vista, si darte la vuelta o mandar un sms avisando a tu destino que llegarás en un par de horas.

Creo que sólo me he despedido una vez en un andén, y no era yo el que se marchaba. Creo que he recibido más de un sms en un aeropuerto, pero ninguno era para que me volviera. Quizá no lo hubiera hecho. Nunca he corrido detrás de un tren, y menos en blanco y negro. Supongo que con mi falta de tacto la historia, más o menos, podría ser como la del video:

Lo que es cierto es que no recuerdo viajes acompañado. Al menos en tren. Quizá en avión. Será por cobardía o casualidad que siempre he vivido encerrado en un coche y ahora, que empiezo a ver el aspecto romántico de los andenes, todavía no hay tren de alta velocidad cerca de mi casa. Pero veo las vías. El problema del tren de alta velocidad es que por mucho que corras a su lado, no llegas. Tampoco es en blanco y negro. Ahora ya no van a carbón, que es lo que me van a traer los reyes.

PD: Respecto de los controladores recordemos que en 1981 Reagan despidió a 12.000 despues de que sucediera algo similar. Aqui estudian acusarles de sedición...

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