Mal dia para buscar

27 de marzo de 2009

El trueque de la pornstar

El señor de la foto, supuestamente siempre, amanceba, protege, paga, cubre, mantiene o como lo queramos llamar a una señorita de origen trasatlántico que habita en la misma calle donde está hecha la foto (borrosa para salvaguardar la integridad). Ella es, sinceramente, una hermosa mujer. Además, y eso es mucho más importante, es lista. No lo digo por su estatus, que probablemente sería capaz de cambiar sin dudarlo por un trabajo bien remunerado tras el cristal blindado de un banco solvente, sino porque lo es.

Él camina de un lado a otro hablando por el móvil.

- Si, cariño, no hay ningún problema.
- De viaje, ya lo sabes. Esta noche regreso.
- Si, no se me olvidará...

De un lado a otro suenan los pasos de esos zapatos mal elegidos y las arrugas del traje aburrido se doblan con el viento que se cuela entre los edificios. Él entorna los ojos cuando le da el sol en la cara y tiene un tono conciliador, quizá demasiado, que es perfectamente audible por nosotros los transeuntes.

Veo en su cara y en su incipiente calvicie los ojos traviesos de un niño que está haciendo una trastada. En la rubia y estilizada mujer, cuando, otros días, pasa con las bolsas de la compra, tacón en alto y pechos turgentes, veo aquella persona que ha encontrando la transacción válida para un mal momento.

Al fin y al cabo, el trueque deja a todos contentos porque la persona del otro lado del teléfono, obviamente, no es tonta.

Ayer una amiga me decía que tenía ganas de encontrar a un hombre rico que la retire, aunque desafortunadamente la moralidad y su manera de enfrentarse al mundo no se lo permite. Yo le dije que a mi me gustaría poder hacerlo, pero para eso hay que saber finjir mejor que una pornstar.

Dos horas después este mismo señor se estiraba el traje al salir de un portal cercano con la misma sonrisa que se me ponía a mi al llamar a los timbres y salir corriendo.

4 comentarios:

ilu dijo...

Todos tienen claro lo que hay, una ofrece juventud y belleza, el otro dinero.
En los últimos años he visto parejas que cuando las ves, sabes que allí hay de todo menos amor, y no es que no crea que pueda existir el amor entre un hombre bastante mayor que la mujer, de hecho a mi siempre me han gustado mayorcitos jeje, pero es tan evidenteee...Pero los dos dan lo que tienen y reciben lo que necesitan, quizá sea una pareja perfecta.

Ahora entiendo la encuesta...

Anónimo dijo...

Menudo docuemnto de investigación... A lo Callejeros o Mercedes Milá con cámara oculta, pero con un toque literario que lo hace distinto...

En el amor así como en los negocios, en ocasiones, hay que ser muy puta o muy cabrón.

Anónimo dijo...

Esto... ejem... "fingir", mejor ;-)

Anónimo dijo...

Le has dado un toque tan cálido, que casi no parece sórdido.
Salu2