En determinados y descorazonadores momentos descubres cómo resulta imposible adecentar moralmente a algunos elementos de la sociedad ante acciones, expresiones, canciones, usos morales o aprovechamientos económicos fuera de toda moralidad occidental convencional.
Uno es el caso de la niña Rumana (de 10 años, para más señas) que se ha recorrido toda Europa para dar a luz en España, cobrar el cheque bebé (que no es el caso) y lograr automáticamente la nacionalidad patria, tal y como se asegura en algún artículo de hoy mismo.
La abuela de la niña se presenta ante los medios sonriente y orgullosa pensando que se convertirá en la nueva Belén Esteban de la inmigración y que más pronto o más tarde será tentada por Tele5 para, de esta manera, no tener que ir por ahí robando cobre de los polideportivos municipales.
Si no fueramos una sociedad correcta sino justa procederíamos a la esterilización mental de esta señora.
Sucede con estos casos como con las instrucciones de los productos informáticos cuando te indican expresamente que no hay que meterse en la bañera con el portatil porque dejará de funcionar. Piensas, en ese caso, que hay que ser profundamente gilipollas para hacer ese tipo de cosas y sin embargo cualquier día una buena señora aparece con su portatil iracunda y fuera de si porque nadie le dijo que aquello no había que mojarlo.
Descubrimos, las personas que hemos asimilado conceptos lógicos como propios, que nuestra lógica no existe en otros componentes de nuestra variada sociedad.
Sucede lo mismo que cuando encuentras canciones del Payo Juan Manuel haciendo apología de la violencia de género: crees que va de broma y sin embargo descubres absorto que éste sí que es un enfermo más allá que el alcalde de Valladolid (ojo con la letra de la tonadilla).
Y, en otros momentos, pienso que si acaso nosotros mismos tengamos comportamientos tan irracionales en muchos otros aspectos de la vida. Y me asusto. Mucho.
Pd: recordemos a aquellos británicos del post de "Reputas. exclamacion de asco y rabia".
1 comentario:
Estas cuestiones plantean si los servicios sociales deberían actuar, en beneficio del bebé y de la menor que ha sido madre, apartando a la abuela de su lado.
Un saludo
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