Muerdo pollas y luego las escupo

Cuentan que (link aqui) un buen muchacho, con una borrachera importante, recibió la oferta (aparentemente sexual) de una joven manceba de nombre Dominique para pasar la noche en casa de ella. Bebieron, se estuvieron riendo, incluso se supone que mantuvieron relaciones sexuales satisfactorias. Al despertar el vió, como en la canción, sobre su cuerpo el nombre de ella tatuado.

Ahora él la ha denunciado porque no recuerda cuando consintió que le marcaran, como un becerro. Ella en su defensa cuenta que él se lo pidió. Él afirma que se despertó por la mañana resacoso y práticamente nadando en un baño de sangre porque las marcas recorren completamente su cuerpo.

Creo recordar que yo nunca (o quiza una vez hace demasiados años) me he despertado desnudo en cama ajena. Creo recordar que la sensación, el subidón, de conocer a alguien y tensar sexualmente el ambiente es algo que pone burbujeante el caldo de testosterona. Ese es precisamente su encanto. Pero después, con el paso del tiempo y como decia la canción de Sabina "como decirte, como contarte" te vuelves a casa sin pena ni gloria ni principe azul y contarás tu aventura como una locura de la juventud.

En cierta ocasión planteé la posibilidad de hacer una politicamente incorrecta catalogación de mujeres por su manera de practicar el sexo oral. Las hay de las que sacan un poco la lengua como quien prueba si la sopa está caliente, quienes estiran los labios como quien roba la guinda de encima del postre en un restaurante chino, quienes sacan la lengua y van de abajo arriba como cuando recogías la gota que se deshacía en el "colajet" , quienes consideran que hacerlo bien es hacer alardes de capacidad, quienes arañan con los dientes y luego te miran sonriendo, quienes se ayudan con la mano como un cantante aferrado al micro y poca voz, quienes se echan el pelo delante para que no las puedas mirar, quienes echan el pelo atras, quienes han sido martillos percutores en otra vida y, después de leer esta noticia, quienes muerden pollas y luego las escupen.

Pd para ellos y ella: Cuidado con lo que os encontrais por ahí fuera.