Mal dia para buscar

8 de mayo de 2010

Las guapas y la salud


Estoy profundamente enfadado con la ciencia en general y la estética en particular.

Se ha publicado un estudio con el que los científicos se consideran en disposición de afirmar que las mujeres hermosas son perjudiciales para la salud de los hombres de alrededor. Supongo que pasará lo mismo a la inversa, en pos de la igualdad.

Por otra parte uno de los blogs linkados desde éste explica que en 1974, sobre un peligroso puente de Vancouver, pusieron a una hermosa mujer a charlar con los diferentes hombres que pasaban para terminar dándoles su número de teléfono. Se descubrió, al comparar el experimento con la misma situación en tierra más firme, que los hombres confundían la excitación de las alturas con esa receptibidad que se tiene en contadas ocasiones respecto al interés que la otra persona puede estar sintiendo por tí, con lo que llamaban más a la muchacha.

Desde mi anciano punto de vista, y manteniendo por anticipado que aún me siento atraído por una complexión física porque llevo un adolescente dentro, creo que esa inclinación hacia la mujer exclusivamente hermosa se parece a la atracción que pueden generar los coches deportivos en determinados hombres. A los 19 te da igual que sea más o menos confortable siempre y cuando la apariencia sea la envidia de tus más próximos. A los 25 empiezas a hablar del consumo moderado. A los 35 hablas del espacio interior y el confort de conducción. El problema es que cuando entras en la crisis de los 40 vuelves a mirar de reojo los deportivos de dos plazas (o los todoterreno grandes, si eres bajito) pensando que vestirte con uno de ellos hará que alguna joven de carnes prietas te considere algo más joven.

Yo tuve la suerte de tener coches suficientemente potentes en mi juventud de la misma manera que soy plenamente consciente que la belleza, como el acné, se pierde con el tiempo.

Así que si me ponen a hacer un sodoku al lado de una chica menos agraciada lo haré casi igual que con un bellezón a mi lado (a no ser que el bellezón se saque un pecho o me meta la lengua en la oreja) lo cual irá en contra de ese estudio que dice lo de que las mujeres hermosas son malas para la salud.

Las listas. Esas son las que me ponen nervioso. Claro que para eso hay que realizar el esfuerzo de hablar con ellas (a un nivel aceptable) y haber aprendido que de los 40 en adelante lo que cuenta no es la carrocería sino lo que esté en disposición de durar ese motor a tu lado y eso lo hará si quiere, porque para eso es más listo que tú.

Y si encuentras a una lista que encima es guapa, salúdala de mi parte. Yo encontré alguna pero me dejó porque, probablemente, no estaba a su nivel. Como dice una amiga cuando no entiende algo: "Dios me dio a elegir entre cerebro y unas buenas tetas y...¿tú has visto esto?", entonces el adolescente que tengo dentro la mira y me pongo malo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que labios!!!!!!!