Cuando apareció el caso Forum Filatélico la mayoría de nosotros sentimos tremenda desolación compartida por todos aquellos pequeños inversores que se habían creído los tremendos dividendos prometidos. Sin embargo pensándolo con frialdad si los demás teníamos rentas del 4% y ellos del 10%, en algún sitio estaba la trampa. Solamente al final, cuando surge la estafa, nos damos cuenta que habían sido avisados pero de nuevo la codicia les tenía ciegos.
En cierta ocasión lei que cuando Onassis tenía que comprar un barco de, pongamos, 1 millón de dólares, pedía 100 y en el primer plazo devolvía 99, por lo que resultaba ser un buen pagador y asi le daban el siguiente crédito prácticamente sin preguntar. Eso, si te sale bien te hace ser un semidios, un tipo admirado, y si te sale mal, como a Raffaello Follieri, (su truco consistía en gastarse parte del dinero de sus inversores en él mismo. Cuánto más rico pareciera, más dinero la gente estaría dispuesta a darle para sus negocios.) te acusan y encarcelan, aunque tu modelo a imitar sea el mismísimo Onassis.
De todas formas, pasando a la escala de calle, que es a la que todos pertenecemos, de vez en cuando aparecen noticias en las que matrimonios bien avenidos fingen o incluso llevan a término un divorcio para conseguir un piso o una plaza de colegio para sus hijos , vecinos que roban la wifi a otros sólo por la sensación de sentirse más listos o bajarse películas de Internet que luego no llegan a ver nunca, pero de lo que se jactan con sus amigos. Lo queramos o no, sigue siendo una estafa. Robar, aunque sea en el Corte Ingles, sigue siendo un robo.
Hace no mucho una señora llamó por teléfono a una televisión local y contaba que a la hora de solicitar una ayuda se la habían denegado porque el presupuesto estaba agotado. Se estaba hablando de todos aquellos que sin necesitarlo se habían convertido en profesionales de la (pequeña) estafa social viviendo de conocer y aprovechar los recursos que este sistema (que no es infinito) pone a nuestro alcance con el resultado injusto de dejar a esta señora en la calle.
A veces no somos conscientes de a quien estafamos con nuestros pequeños desfalcos. Sin embargo nos creemos buenos, honestos y muy diferentes a Follieri o a los del Forum, pero soñamos con ser Onassis. Mientras tanto buscamos la manera de ver la tele, llamar por teléfono, mandar un sms, ver una película sin que nos cueste, conseguir una vivienda protegida o una ayuda del gobierno sin respondernos a la pregunta de si realmente nos hace falta o, es más, a quien se lo quitamos.
Esto es, como una vez escribí, porque tenemos alma de estafador y no se quien sería el pillo en este mundo si el Lazarillo de Tormes levantara la cabeza.
3 comentarios:
Los timos o estafas se hacen a la gente con mala ambición. Recuerdo el timo de la estampita, engañan a alguien que quiere engañar a un pobre retrasado. quien es peor de los dos?
Y lo del Forum es que es de traca, mientras cobraban esos beneficios que no eran normales, les parecía todo estupendo, no se hacían preguntas? o sabían lo que pasaba, pero mientras ande yo caliente riase la gente?
cuenta llevarse las teteras, ceniceros y cucharillas como recuerdo? pues, añadelo a tu lista.
No podría estar más de acuerdo con tu visión del asunto...
Yo vivo en Alemania (Berlin) y aunque quiza desde España se tenga otra imagen de Alemania, por si sirve de consuelo, la situación no es muy distinta.
Por supuesto que el alemán medio es más consciente de que la picaresca hace daño a toda la sociedad, que un español; pero pícaros (jetas) aquí, como es España hay cada vez más.
Lamentablemente.
Me uno a tu llamada de atención para elevar nuestro "Nivel Moral" empezando a nivel personal.
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