Despertar en domingo siempre es dificil, aunque te espere un croissant .
Hoy en particular vuelve a ser un día con ese tipo de lluvia recta que cae mojándolo todo y que convierte la mañana en una madrugada de bruma y sensación de frio. Al ser domingo, los paraguas van menos acelerados que de labor y me gusta oler la calle mojada desde mi cueva adivinando si compran uno u otro periódico.
No tengo prisa.
Gasto el tiempo en pensar en los detalles.
Me he quedado mirando la forma de la almohada al levantarme. Tiene forma de pajarita con el nudo donde dejo la cabeza, donde, en algunas ocasiones, cierro los ojos pensando en cuerpos sobre mi.
Ahora viene la anécdota: conozco una pareja que discutió cuando una parte se enteró que la otra se masturbaba mientras eran (pretérito) pareja. "¿En quien piensas?"-preguntó. "No se, a veces en ti, a veces fantaseo". Y le acusó como un presunto delincuente de infidelidad.
Cuando cierras los ojos con tus manos, cuando piensas con las manos, aparecen imágenes que muchas veces no sabías que las tenías en las retinas del recuerdo. Y , a veces, la almohada, si te acercas, queda así:
Sigue sin haber prisa.
2 comentarios:
nunca me he fijado en la forma de la almohada...a partir de ahora me fijaré más e imaginaré que es...jaja me ha gustado mucho el post.un saludo!
Nunca hay prisa. Recordar es un ejecicio que lleva su tiempo. La memoria es capaz de borrar diez años de tu vida como si nunca hubiran exitido. Y de repente, reapaerecen ante ti. Por que de repente encontraste las palabras mágicas: Abra cadabra.
Publicar un comentario