Hay determinadas cosas que son como son: que la gente se muera, que se te enganche esa camisa que te gusta, que una tormenta arrastre tu casa o que una plaga de langostas devore a tu perro... Contra lo que no podemos luchar no se puede hacer más que asumirlo. Buena o mala suerte, mejor o peor fortuna.
En el otro extremo está todo aquello que depende de tu acción, de tu actitud o comportamiento responsable: el trabajo, parte de la salud, el entrenamiento físico, la fidelidad a tus amigos... Su no realización es un fracaso personal, y fallar en eso si nos debe hacer buscar un castigo, cual penitente de semana santa.
Así que ante un hecho desafortunado, que son los que joden, debemos, antes de nada, plantearnos si es del tipo A o B. Si es del A, no merece la pena apenarse en exceso ni sentirse culpable, pero si es del B, somos unos mierdas.
¿Acaso busco soluciones personales viables ante problemas irresolubles?
1 comentario:
Qué metafísico estás chico:
Opción A=Destino
Opción B= Libre albedrío
¡Cómo te pille S. Agustín...!
¿Seguro que no fuiste a los salesianos?
Señor Mostaza
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