Mal dia para buscar

9 de agosto de 2011

Arquetipos revolucionarios (asaltando una tienda)

Hay que reconocer que las revueltas ya no son lo mismo que hace unos años. Los disturbios en Londres, que son casi un Great Smoke (por el humo) al estilo pillaje y con una blackberry en el siglo XXI, son trending topic continuamente y ya existen multitud de formas de seguir este mal llamado movimiento de protesta sin moverte de tu casa.


En realidad, supongo, el detonante viene a ser una especie de Rodney King (disturbios en LA, 1991) con la decoración que da reconocer que más de uno ha subido el video de él mismo saqueando una tienda para llevarse la ropa de verano a casa más rebajada que nunca. Aquí se llama Mark Duggan y no es más que la excusa, sin más, para hacer reventar a la sociedad más agresiva británica que, como es sabido, son esa banda de macarras alcoholizados que viven en un pais que se gobierna y actúa de espaldas a sus habitantes más abundantes, que son precisamente los que están por ahí quemando Croydon, porque el resto, que son ese grupo de adolecentes con cara de niños buenos que se rien de ti en el momento en el que sacas tu inglés de Opening, están en las costas mediterráneas intentando tirarse a cualquier cosa que tenga pechos o haciendo balconing.

También es cierto que mantengo la idea de la escandalización de la noticia, quizá porque he vivido muchos años bajo el paraguas de la kale borroka que era mucho más excesiva en los telediarios que veían asustados mis padres que en el paseo cotidiano por las calles de mi querido Bilbao. Y por supuesto que, aunque pudiera llegar a razonar el origen de determinados disturbios (en menos casos de los reales), la sensación de avergonzarme de mis vecinos alborotadores es compartida cada vez que la línea de la razón (que está en cada escaparate) es cruzada.
¿Acabarán estas imágenes con la idea del británico casi amanerado que te pide disculpas después de pisarte en el metro pero que lo vuelve a hacer todas las mañanas (pisarte y disculparse)?. No lo creo. Existen unos determinados arquetipos que están grabados a fuego en las retinas de las sociedades. Los americanos son tontos y gordos, los del norte de europa viciosos y reservados, los mediterráneos ruidosos, los franceses chovinistas, los árabes machistas, las portuguesas se cree que no se depilan y los que tienen una blackberry son yuppies de medio pelo.

Aunque no puedo evitar sentir un cosquilleo de orgullo cuando alguno quiere comparar la manera británica de quejarse con el movimiento 15M porque hay que reconocer que, si buceamos en los arquetipos, los británicos somos nosotros y los bárbaros, los británicos.

Desafortunadamente alguno aún será capaz de mantener esa anacrónica idea de la equilibrada y educada sociedad británica en contra de la "belenestebizada" sociedad estatal. No se puede luchar contra las ideas establecidas, aunque sean mentira. Dicen que no existen noruegos chalados y que los disturbios irracionales son cosa del tercer mundo.

Problemas, injusticias y gilipollas hay en todos los sitios.

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