Muchas veces, ahondando en este mundo de buenos y malos donde nos gusta la posición quijotesca de la vida en la que somos el oprimido y el defenestrado social, partimos de la consideración de premisas incorrectas.
Queremos pensar, como un sindicalista liberado que camina por las calles de espaldas a lo laboral, que cualquiera que se llama empresario desayuna los niños de sus pobrecitos empleados como Saturno devoraba a sus hijos.
Empresario es el dueño del Corte Ingles, don Emilio y sus 8000 millones pero también lo es el señor Ramón, dueño de la mercería que está junto a tu portal, que acaba de contratar a Jennifer, una chica muy amable, para vender madejas de hilo.
La ley, que no es capaz de entender esa diferencia tan profundamente sutil, considera que Ramón y Emilio son exactamente de la misma calaña.
Para el gobierno, desafortunadamente, si Emilio estornuda se merece un pañuelo de diamantes porque la repercusión social del cierre de Emilio es enorme. Si Ramón se acatarra tiene que aguantarse. Jennifer no es importante porque es un parado más y casi no cuenta en las estadísticas.
Para Jennifer Ramón y Emilio son el mismo tipo de persona y se siente desnuda ante la explotación del gran capital. Mucho más ahora que, aprovechando el debut de la selección en el mundial, el gobierno va a dejar que la despidan con 20 días por año trabajado. Jennifer no es capaz de entender que si con el esfuerzo de todos la mercería crece ella no se va a la calle. Solamente se sienta en la silla de la cocina con las manos alrededor de la taza del café viendo gigantes en forma de cartas de despido y soñando con trabajar en el banco Santander. En otro lugar de la ciudad a Ramón se le ha quedado frío el desayuno pensando en cómo pagar el último plazo del crédito que le concedieron por casualidad y sabiendo que no tiene ni esos 20 días. Lejos,en Canadá, don Emilio pasea por el paddok del circuíto preocupado porque se vea bien claro su logotipo sobre los Ferrari.
A veces las leyes no satisfacen a nadie porque a algunos políticos que nunca tuvieron una empresa ni fueron empleados rasos les gusta meternos en sacos a los que no pertenecemos o simplemente porque aún arrastramos las enseñanzas mal entendidas del quijotismo nacional.
3 comentarios:
Un post magnífico que comparto en el contenido y que disfruto en el estilo.
Ya no puedo prescindir de este blog.
Mis respetos y mi admiración....
Muy grande el nombre del blog... y muy buen texto...
dónde se encuentra realmente la categoria de EMPRESA y empresario?
el emprendedor que sacrifica su tiempo, su dinero? Aquel que elige no tener un jefe, y ser independiente? y cuyo negocio no se moverá de pais o región buscando beneficios fiscales?
o aquel otro que goza de beneficios fiscales,beneficios bancarios, donde los sindicatos no se definen,donde sus empleados son numeros facilmente reemplazables,donde la disponibilidad territorial es siempre la posibilidad de pagar menos costes,y que cuando vienen maldadas desaparece para encontrar un territorio virgen donde llevarse sus beneficios y sus empresas.
Supongo que el sr Ramon estará rezando para que le concedan una linea de credito ICO, para que jenifer no le pida un aumento, para que la crisis pase pronto, para poder dormir por las noches...
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