Hace unos dias saltaba la noticia que la Deutsche Bahn, compañía de ferrocarriles alemana, espiaba aproximadamente a 1000 empleados tanto dentro como fuera del trabajo. Esta noticia fue la respuesta ampliada a otra que comentaba como la cadena de supermercados Lidl tenía como norma el seguimiento de las actividades de sus empleados en sus puestos con más de 10 minicámaras en cada centro de trabajo para detectar comportamientos erróneos durante las horas que un empleado cede a su empresa a cambio de un salario.
Se sabe que aproximadamente el 40% de las empresas investigan los correos electrónicos de sus empleados y que este es un sector que, al contrario que otros muchos, está en alza.
¿Por qué? Principalmente porque entre el 30% y el 40% del tráfico de internet en horario laboral no está relacionado con el trabajo y de esa cantidad el 70% se refiere a sitios pornográficos o subastas, casinos en línea o similares.
Y los que pagan por trabajar piden que sus empleados hagan precisamente eso: trabajar.
Depués aparecen aquellos que reclaman el derecho a la intimidad de toda persona e intentan denunciar a las empresas por vulnerar los derechos fundamentales de los seres humanos.
Es cierto que estas actividades se suelen llevar a cabo de manera oculta, es decir, sin comunicarlo al empleado, por lo que se está dando un boleto de defensa al vago que se agarra a su derecho a la intimidad. Sin embargo las empresas se ven obligadas a centralizar el flujo de datos a través de un servidor interno donde nos tienen a algún informático de turno haciendo de policía y cerrando las puertas que sistemáticamente intenta abrir cada usuario.
Hay una cosa clara. Te pagan por trabajar. No te pagan por ver porno, ni por apostar en internet, ni por chatear, ni por fumar, ni por cantar, ni siquiera por ir. Normalmente te pagan por rendir. A mi me encanta cuando alguien me dice: "he acabado mi trabajo". !Y se va!. No hay problema. Para mí como si se la machaca viendo una y otra vez videos de muchachas de mente abierta. Luego quita los troyanos, pone en orden la seguridad de la intranet, y todos contentos.
Mantengo la teoría de que esta situación no debería de darse si cada uno fuera plenamente consciente de lo que debe hacer en cada momento pero supongo que también debe de ser intrínseco al ser humano, por la falta o el exceso de alguna enzima cerebral, comportarse como un niño para después hablar sindicalmente de derechos fundamentales.
1 comentario:
Un amigo me ha dicho al hilo de esto, " hombre, será por eso que la espe espía: para ver si sus alcaldes se la machacan en el puesto de trabajo".
A mi lo del lidl no me sorprende tanto, hace años una amiga que trabajaba en Alcampo me comentó, que de vez en cuando les llamaban y les decían: tal dia no sonreiste a tal cliente o no le diste las gracias. Ella sabía que les grababan.
Por otro lado, soy fumadora y evidentemente también lo soy en horario laboral, y muy de vez en cuando salgo a hacerlo, pero como para todo hay que ser lógicos, no me marchaba dejando una fila increible a mi compañero, lo hacía cuando sabía que podía hacerlo. Me he metido en internet, sobre todo cuando estaba en el turno de noche, donde tenía horas en las que no había nada de trabajo. Pero esto es como todo, tu sentido de la responsabilidad es el que te dice qué puedes o no puedes hacer y en qué momento.
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