Mal dia para buscar

11 de febrero de 2021

Libertad de coherencia.

A una de las actrices de The Mandalorian la han fulminado de su puesto de trabajo por hacer alguna que otra consideración a favor de Trump y contando que cuando a los judíos les apaleaban no solamente lo hacían los nazis de pro sino sus propios vecinos. Hasta lo que yo tengo entendido estar a favor de Trump no es delito. Podría ser tratable pero delito, lo que se dice delito, no es.

Tampoco es delito, por supuesto, decir que el rey te chupa un huevo y que la monarquía es tirar dinero a ciertas cloacas. No lo es, desde mi punto de vista y aplicando el mismo baremo, comentar que el ministerio de igualdad te parece un derroche absurdo o que el mismísimo Pablo te chupa, igualmente, un huevo.

Todo esto, de una forma u otra, se podría considerar algo que entra dentro de la cacareada libertad de expresión. Básicamente disponer de la libertad de decir lo que te parezca oportuno aunque sea que el gobierno nos rocía con chemtrails, que los alienígenas controlan el sistema, que los republicanos jamás mataron a nadie o que Franco te cae fenomenal. Todos tenemos nuestras taras y nuestras deficiencias mentales. Otra cosa ya es que me meta con la libertad de los demás y les obligue a rezar el Corán, adorar a Manuel Azaña, beber lejía o simplemente les meta en la cárcel por pensar diferente a mi persona.

Con todo ello intento afirmar que si meterse con un lado es hacer uso de la libertad de expresión, meterse con el otro también debe de serlo.

Hace unos años, con ETA matando, se ilegalizó a aquel partido ( Que no sé si era HB, Bildu o cualquiera de sus variantes) y tuve que dar la razón a aquellos que si bien defendían que matar no estaba mal del todo, ellos no lo hacían. No hice muchos amigos pero reconozco que no se puede ilegalizar una idea aunque sí se debe castigar un delito. Hace no mucho me he aburrido de aplicar el mismo cuento con aquellos que pueden defender, no con tanta desfachatez, ajusticiar inmigrantes. Si Bildu es legal, que lo debe ser, también debe serlo Vox. Y aunque me producen el mismo asco respeto que haya personas que piensen sus propias barbaridades.

Sin embargo nos encontramos con el caso del tipo ese que ha utilizado su puesto de "rotulista" en TVE para hacer chistes sobre la monarquía y eso, deontológicamente, está muy feo. Si le han despedido no es por lo que piensa sino por imbécil. De la misma forma, y ahora voy a hacer pocos amigos, al rapero ese no le meten en la cárcel por decir que el rey es un putero sino por pedir, repetidamente, que ciertos grupos terroristas maten a determinadas personas. Hombre, que digo yo que a esas personas no les hará mucha gracia. No es lo mismo que defequen sobre una señora que lo hagan sobre tu puta madre. Aún así, en mi opinión personal, una pena de cárcel por ello hasta podría ser discutible pero, claro está, si yo pido que le pongan una bomba en el culo a Pablo Iglesias, también debería de salir Echenique pidiendo que me dejen libre. En eso consiste una cosa llamada coherencia: en mantener criterios.

Desafortunadamente y haciendo ostentación de un revanchismo y una infantilidad fuera de lo común disponemos de seres que consideran lo que debe ser o no delito. Es delito hacer hacer chistes de negros, de mujeres, de tartamudos o de judíos. No lo es, curiosamente, si son de hombres, de blancos, de ricos o de nazis. Y eso, también personalmente, creo que no es justo. O todos o ninguno.

La libertad de expresión no pude ser delimitada por lo que debes expresar con tu propia libertad. Eso es un oximorón ( que afirma una cosa y la contraria). Sé libre pero solo con la franja de libertad que yo te diga que debes usar.

Y si decidimos que la libertad de expresión tiene unos límites en un lado, hay que ponerlos en el otro.

Porque si solamente cambiamos de lado el lugar de la censura, estamos haciendo lo mismo. Me hace mucha gracia a algunos exaltados defendiendo la libertad tirando piedras a otros exaltados que también juran ser libres. Ver a algunos gritar contra la dictadura de unos queriendo imponer la suya.

Por eso siempre hago el ejercicio de contar el mismo chiste con el lado contrario y pregunto si te hace la misma gracia. Es para ver si tengo libertad de coherencia expresión.

(Y para ver si eres coherente con eso de hacer uso de la  libertad)

1 comentario:

Alberto Secades dijo...

Coherencia, ¿es prima lejana de Leonard?

Los dos están muertos y enterrados.