Mal dia para buscar

27 de septiembre de 2011

Okupa la casa que te pagues

En El Coronil, Sevilla, un grupo de personas posan orgullosos delante de los redactores de noticias por tener la valentía de ocupar una serie de viviendas que son propiedad de una entidad bancaria y hacerse los dueños de ellas para defenderlas "como si fueran propias" debido a que la crisis económica les ha dejado en el paro, sin vivienda y sin recursos.

Hace unos días, una antigua fábrica situada en el barrio bilbaíno de Rekalde, fue desalojada por la fuerza para sacar de ella a quienes durante 13 años la habían estado ocupando y gestionando con el fin de dar una oferta cultural alternativa a dicho barrio obrero del Gran Bilbao (que estaba, todo hay que decirlo, un poco abandonado por las entidades municipales). El problema es que la fábrica era de otro señor que ha decidido que la quiere para él porque para eso la ha pagado con un billete encima de otro. El nombre de dicho centro es Kukutza.

En las movilizaciones del 15M muchos de aquellos que pasamos por las diferentes acampadas leímos carteles que abogaban por la ocupación de todas aquellas viviendas que se encuentran vacías para, así, poder subsanar el problema del lugar donde vivir que es, como también resulta lógico, un derecho universal.

Claro que, me cuestiono como quien lanza preguntas al aire, mis padres tienen una estupenda vivienda de veraneo a lado de la playa que se utiliza tres meses al año y que han pagado con las larguísimas horas de trabajo y duro esfuerzo que mi padre, calculadora en mano y sobre la mesa que mi madre le obligaba a limpiar de papeles antes de comer todos juntos, restó del tiempo en el que pudiera haber estado jugando con sus hijos. ¿Debería de permitir que, por el bien común, se lo quedará un grupo familiar que, por culpa de los juegos de azar, algún cúmulo de drogas o simplemente mala suerte no tengan donde quedarse?. ¿Es insolidario pensar que si mis padres se lo compraron con su esfuerzo a mi no me parezca bien que haya que darselo a un soplagaitas menos afortunado (o menos trabajador) que mis progenitores?.

Sinceramente pienso, por lo arraigado de la idea de propiedad privada en mi capitalista concepción de la vida, que si uno tiene la suerte, el dinero o la capacidad de poderse comprar una vivienda, aunque sea para especular con ella puede hacer con su inversión lo que le venga en gana.

Porque parece que si ocupamos una vivienda de un rico, un banco o de una gran empresa parece que pasamos de ser unos usurpadores de un espacio que no es nuestro a los defensores, al estilo Robin Hood patrio, del derecho reflejado en la constitución de tener una vivienda digna que es como el derecho ese que decía el ministro Sebastián de tener derecho a internet aunque por ser un derecho no entiendo el motivo por el que yo debo de pagarlo trabajando como una perra y otros tengan la desvergüenza de cogerlo y defender ese robo como si fuera la modernidad hecha izquierda.

La plataforma de afectados por hipotecas (PAH) se manifestó este fin de semana en Madrid (y en 40 ciudades más) pidiendo cosas lógicas y algunas menos razonables. Dentro de lo lógico está que el propio inmueble sea suficiente para cancelar la hipoteca adquirira (Dación) y no, como hasta ahora, que te quedabas sin casa y tenías que seguir pagando al banco. Dentro de lo menos lógico está que alguna de las partes, con esa capacidad tan ibérica que es pedir, solicite que a nadie se le deshaucie (pase lo que pase) y que, además, el gobierno sea subsidiario en el caso de no poder hacer frente a los pagos porque no tengas o porque te hayas comprado una playstation.

Supongo que, como es lógico, hay tantos casos como diferencias entre unas situaciones y otras. Existirán historias de absoluta mala fortuna que requerirán que nuestros mecanismos de ayuda social entren en funcionamiento pero, en algunas ocasiones que pueden parecerse a la de El Coronil o a la de aquel vecino que no pagaba el alquiler y el legítimo dueño jubilado no lograba echar de la vivienda, quizá la propiedad privada es algo que debamos de defender aunque quede muy chulo apoyar al movimiento okupa siempre y cuando no okupen la vivienda que te has pagado trabajando como un cabrón y no sacando los perros a pasear tocando la flauta. (Si, estoy siendo demagogo)

Pd: tengo hipoteca y por pagarla cada mes no me puedo permitir muchas cosas a las que, probablemente, tenga derecho.
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