Mal dia para buscar

16 de mayo de 2011

Desde Ana y Choni hasta lo Termonuclear

El disco "Termonuclear" comienza precisamente así:
Ana y Choni fue la primera canción del primer disco (1987). Nadie suponía entonces, con ese sonido juvenil y tontorrón, que Coque Malla (y en su defecto pequeños momentos de Los Ronaldos) tenía una virtud que comparto y que me pierde: se le ama o se le odia. Y si se canta a pleno pulmón es más que probable que esa voz, ronca y átona, se parezca a la tuya. Quizá por eso, por mi incapacidad para la expresión musical y el síndrome de Peter Pan que arrastro y del que nadie me saca, guardo esta discografía.

Reconozco que aquel grupo ochentero de sonidos fáciles de recordar cubrió muchos de los kilómetros que hice con mi primer Volkswagen Polo, gris y de diseño parecido a una ranchera pequeña, en donde las cintas de cassette se agolpaban por los laterales de las puertas. Cuidado conmmigo, cantaba en las rectas:
Fueron el grupo del Si, Si. Fueron el grupo del Adios Papá. Fueron los del Quiero Más y los del Guárdalo. Después se marcharon, como se hacía cuando aún se pensaba que cualquier cosa se hacía mejor fuera de la patria, y volvieron con un disco lleno de instrumentos de viento debajo del brazo. Sabor Salado se llamaba (no hay nada mejor que algo bueno al despertar y si tú estás a mi lado que más puedo yo esperar) . Un amigo me dejó el vinilo mientras intentaba estudiar la química orgánica que tanto tardé en aprender y no entendí nunca la extraña fascinación de la manera de hacerse un hueco entre el vicio y el cariño con un mal blues cantado como una puerta chirriante en "sentí llamar"
"...y si me porto bien luego me rozarás otra vez...

Luego llegó el gran y paranoico disco 0 (cero) que acabó con el grupo mientras esa cinta con la carátula roja y un gran círculo en medio me sigue pareciendo espectacular como una muestra de las letras más personales que pude encontrar en el año 92, que era el año de las olimpiadas y en el que por primera vez le robé la novia a un amigo, que es un defecto que arrastro sin quererlo. Empieza con "Ya Volveran". Por ahí aparece "Esperando un milagro" (entiendo que a veces la vida es tranquila. Entiendo que, a veces, aniquila) y volví a no entender por qué me gustaba tanto aquella pequeña canción que daba nombre al disco. Sin embargo algunos de los críticos de la época consideran que "Arboles cruzados" es el momento más alto de un grupo peculiar que evolucionó hacia donde sus ventas no querían. Supongo que su gran momento es aquel que dice "mi amigo tiene miedo de tu amiga. Tu amiga tiene miedo de mi amigo. ¿Por qué no se conocen ya? Tendremos dos amigos asustados."
¿Qué pasó después?. Que dejaron de vender. Que volvieron dos años después intentando recuperar el sonido facil de los primeros discos y aunque intentaron un himno como es Idiota, ya no era lo mismo. Así que sacaron uno de esos directos recopilatorios tan recurridos (donde "Me gustan las cerezas" brilla por si misma)

Después Coque empezó a aparecer en la gran pantalla. "El Columpio" se llamaba el corto. "Todo es Mentira" la película. ("Nada en la nevera", la mediocre continuación) pero seguía siendo ese mal cantante con un niño al que es incapaz de matar en cada letra y en cada mirada de derrotado travieso que se niega a crecer pero al que le gusta jugar a ser mayor.

Y las personas de mi alrededor le odiaron casi tanto como yo en algún directo en el que tuve la mala suerte de verle perdonándole que estuviera una hora destrozando canciones de Bowie.

Así que, de vez en cuando, saca algún disco (Soy un Astronauta más, Sueños, La hora de los gigantes y, hace nada, Termonuclear) y vuelve a tener en común conmigo, que soy bajito y escribo sin pensar más allá, la desagradable virtud de no poder filtrar entre la mediocridad y la brillantez. Algunas canciones son especialmente olvidables y otras, como Punto Cero, me vuelven a estremecer.
Si recordara sólo los arañazos, todo sería más fácil...

Pd: Dice, en medio de una letra del último disco:
"Ella paseaba siempre en globo y coleccionaba nubes. Él, sin embargo, disparaba a los extraños y regentaba un burdel abandonado. Los dos habían dado la vuelta al mundo pero en direcciones opuestas y cuando sus espaldas se tocaron supieron que el viaje había terminado. Hablaban un extraño y antiguo idioma que nadie había oído jamás, es posible que ni siquiera ellos. Pero cuando se miraban a los ojos las palabras convertidas en malignos duendes les susurraban al oído su propio significado. Y entonces reían y reían y reían. Nadie era capaz de pararlos. Ni los trenes de mercancías, ni los semáforos en verde, ni los gritos de auxilio de las mujeres embarazas, ni los abogados en paro, ni siquiera los esposos celosos. Reían y reían y reían. Ella habló de tristeza. Él lo entendió todo. Ella bajó la mirada. Él borró sus huellas. Se escondieron, pasaron hambre, temblaron de miedo al oir la tormenta al acercarse más rápido de lo previsto y supieron que el fin del mundo llegaría mañana. Entonces él le cogió una mano, la miró a los ojos y le dijo: Gracias. Adiós."

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi me parece que Peter Panes en España hay pocos y mucho menos de 35 años hacia arriba, con todo lo que nos ha tocado vivir, cambios y más cambios sin dar tiempo a respirar.
Por lo demas felicidades por el post, ojala la gente a la hora de escribir documentara igual de bien y con tanta decicacion. He escuchado el disco, me quedo con Despierta, es un tema muy cariñoso que jamás imaginé en Coque Malla.