Ayer hice esta foto de un cartel grandote colocado en la puerta de un comercio:
Lo cual me ha hecho mucha gracia pero he descubierto que no le hace tanto a gente de bien (ya que, enseñada la foto a una conocida, no la ha entendido. Así que si alguna vez se da (que no será) la posibilidad, me veré obligado a decir que no) Probablemente porque resulta uno de esos momentos de humor que únicamente resulta gracioso a quien, como un servidor, tenemos la mente enferma.
Sin embargo tiene su gracia, aparte de un desafortunado doble sentido. Más aún cuando la foto en cuestión está sacada en un centro de estética de esos que abundan y que, además afirmo, no es ningún tipo de burdel.
Aunque si lo fuera, la oferta es tremendamente atractiva.
5 comentarios:
Mi mente debe estar enferma también...aunque no sé cuantos podrían llegar a poder a utilizar esa oferta...al menos en la misma sesión
Ya somos algun enfermo mas, porque al ver el cartel lo primero que ha venido a mi mente ha sido lo de eyaculaciones faciales....¿tendre que hacermelo mirar?
Ojo, que ahora hay mucha trastienda donde se sirven masajes con final feliz...
Si es que los centros de estética ya no son lo que eran...
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