Desafortunadamente estas dos noticias son de este mismo año. Un hombre, machista asqueroso, imbecil, retrógrado y malévolo mató a su mujer a sangre fría ahogándola con sus manos en Sevilla. Una mujer asesinó de un cuchillazo en la cabeza a su compañero de piso en Carabanchel.
Lo triste es que en la quiniela de asesinatos de género vamos empate a uno.
Insisto en mi idea firmemente afirmada que la violencia de género se da en ambas direcciones. Asociar, como parece que se hace en este juego de buenos y malos, al hombre con el malo de la película deja fuera de juego a muchas mujeres que de ser malas, serán peores. Sobre todo si tenemos en cuenta que formas de violencia hay muchas, no exclusivamente un bofetón.
De todas formas la noticia conmovedora del día, más allá de los 4millones de parados, que los funcionarios de la unión europea (que ganan una media de 2600€/mes) exijan un aumento del 3,7% o que en Rennerstshofen hayan destituido a un policía porque se estaba beneficiando a una muchacha del coro y se oyeran los gemidos desde el púlpito de la iglesia, lo más triste es el suicidio de Neha Sawant.
Neha Swant era una niña de 11 años obsesionada con el éxito. Vivía en Dombivli, al oeste de la India. Al contrario que otros casos Neha fue retirada de su carrera en televisión por su propio padre que consideraba mucho más importantes los estudios que los bailes, al menos a los 11 años. Sin embargo el día 4 la habitación de Neha estaba cerrada por dentro y cuando sus padres, tras pedir ayuda a algún vecino, lograros abrir la puerta de la habitación, el cuerpo de la niña colgaba de la cortina.
Produce una arruga en el estómago no poder entender la escala de valores que le puede llevar a un infante de 11 años a matarse por no salir en televisión.
Lo cierto es que soy incapaz de recordar qué es lo que yo quería ser de mayor cuando tenía 11 años. Probablemente sólo era capaz de pensar en el examen del sábado o en ese corte de pelo que no se movía de George Michael (heterosexual y cantando Wake me Up con Wham! en 1984). Tambien es cierto que teníamos nuestras estrellas infantiles, empezando por los interminables Parchis (de los que recordemos que han deseado Feliz Cumpleaños más veces de las que Tino, aquel lider (que perdió un brazo en un acidente de moto) hubiera deseado). Teníamos a Ruth, que era la amiga de Chema el panadero (muerto) de Barrio sésamo. Teníamos estrellas infantiles como pudo ser Joselito en la época de nuestros padres o Melody gritando que es una rumbera hace no mucho tiempo. Nunca nadie pensó que para nuestro gozo (remember Michael Jackson) estábamos matando un niño que en vez de hacernos las zapatillas Nike nos estaba cantando en televisión.
Siempre ha existido ese despertar cariñoso que produce el artisteo infantil. Quizá solamente ahora, en este mundo en el que las presiones y la urgencia de la fama es tan agotadoramente claustrofóbica, Neha pensó que nada más tenía sentido mientras hacía un lazo con la cortina después de ensayar sus últimos pasos de baile.
O simplemente los muertos por culpa de la televisión son como los asesinatos de género o las noticias económicas: más de lo mismo.
Pd: he disfrutado gozosamente recordando la web QUEFUEDE donde podeis encontrar grandes referencias e historias de famosos caídos en gracia o desgracia, que son los más divertidos.
1 comentario:
Mi infancia se acabó el día que ví a Ruth Gabriel espatarrada en la bañera en "Días Contados"...
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