Mal dia para buscar

27 de enero de 2010

Democratización del proceso de examen

Según un momento de ofuscación (temporal) de la universidad de Sevilla existe un derecho básico por parte de un alumno a terminar un examen al que se presenta por lo que no se le puede suspender de manera inmediata si se le encuentra copiando ya que esa transgresión de las normas que es copiar habrá de ser determinada por una comisión disciplinaria de manera posterior a la finalización del propio examen.

Es lo mismo que si localizamos a un tipo robando , habrá que dejarle terminar de robar para considerar, una vez que se haya ido a su casa con el botín, si es un robo o no.

Esto lo han llamado "democratizar los exámenes". Para rematar la jugada, el ministro de educación, Sr Gabilondo ha afirmado que (cito textual) "es reproblable que alguien quiera copiar porque se engaña y se hace daño a sí mismo". El ladrón que roba, igualmente, está haciendo bastante mal para con el mundo y probablemente su conciencia le hará darse cuenta que robar es, precisamente, un acto impuro.

Uno de los primeros recuerdos que tengo de la carrera fue mi primer examen de dibujo técnico. Nuestro profesor, para sorpresa de todos y después de entregarnos los ejercicios nos dijo: "caballeros, me voy a la cafeteria.". Y, efectivamente, se marchó. En la revisión del examen, y ante la curiosidad obvia del alumnado por descubrir cómo no se había quedado, cual vigilante de campo de concentración nazi, nos comentó que en la universidad, aparte de asistir para recopilar información, se debe de aprender a pensar y a colaborar porque eso es lo que precisamente nos hará salir adelante en la vida de verdad. Después descubrí con gran pavor que los exámenes en los que se nos permitía llevar cualquier documentación eran los más complicados. Sin embargo, ahí aprendí a pensar.

¿Se debería de permitir copiar en un exámen? Obviamente no.

¿Debe ser la universidad una herramienta que premie la capacidad de retentiva del alumnado en vez de su capacidad de resolver problemas cuando estamos metidos en la sociedad de la información?. Obviamente tampoco.

Eduard Punset, ese faro que todo lo vigila, afirma en su blog que una de las diferencias que tenemos con los animales es aquella capacidad de mentir del ser humano. (basándose en las neuronas espejo, de las que ya hemos hablado en otro ámbito). Mentir es, en algún caso, desarrollar ciertas aptitudes que suplen nuestras carencias para salir airoso de alguna complicación. Esa complicación bien puede ser un examen para el que no has estudiado. Si copias y no te pillan también se puede decir que has aprendido a solucionar problemas y realmente de eso se trata la vida universitaria. Al menos mi profesor de dibujo de primero me lo hizo entender así.

Pero si te pillan y te agarras a la democratización del proceso de examen eres un mierda, aparte de un copión chapucero y un llorón democrático.

Desafortunadamente una de las cosas que descubrí en la universidad es que sacan mejores notas los inteligentes pero, amigos míos, este mundo es de los listos. Yo no fuí ninguna de las dos cosas pero aprobé dibujo a la primera. Electrotecnia a la quinta. No copié en dibujo. Sí lo hice en electrotecnia. No me pillaron nunca.

Pd:La universidad de Sevilla intentaba copiar (curioso) a algunas universidades como Oxford, Yale o La Sorbona. Se le olvidó el paso previo de considerar que en los estudiantes debe de existir un código de conducta previo, aceptado por todos.

4 comentarios:

Ramon B dijo...

Soy la persona que más exámenes ha hecho en su vida, estoy seguro y se admiten apuestas. También soy ese tipo de tipo que es incapaz de copiar, azorado pensando que me está viendo hasta el ministro si copio. Y suscribo lo que dices. Para añadir ¿qué nos enseña la universidad? (pregunta retórica, se contesta con nada. Caramba, qué coinsidensia que dirían Les Luthiers).

Josep dijo...

El derecho a conducir hasta el final, y luego ya discutiremos si va borracho o no.
El concepto viene a ser este, no?

pesimistas existenciales dijo...

lo de las apuestas, no por mi, pudiera ser apostable. Lo del concepto del boracho conduciendo, tremendo, si señor.

Ramon B dijo...

Va un café de civeta. Desde que terminé el colegio y contando el carnet de conducir (varias veces) calculo que en examenes oficiales para asignaturas, oposiciones, títulos y titulines llevaré entre 190 y 200.
El concepto del post es alucinante. ¿En qué país vivmos?Que siga habiendo conductores borrachos (incluso en países más civilizados que el nuestro), todavía más.
Un abrazo