Hace unas semanas aparecía la noticia cierta que afirmaba: los propietarios de Porsches en Rusia se levantan incapaces de arrancar sus automóviles. Así que aunque parezca que es algo que solamente les puede pasar a otros ( porque ni tenemos un 911 ni somos rusos) nos puede servir de ejemplo de algo muchísimo más cercano que, de una forma u otra, ya nos afecta.
El caso es que los coches tienen un sistema de "seguridad" que hace que se conecten a un sistema de localización que certifica que el coche no ha sido robado y, una vez aprobado su servicio, permite arrancar el coche. Como quien lleva ese servicio no trabaja en Rusia por lo de que invade paises y esas cosas, ese servicio no funciona, el coche cree que ha sido robado y va a arrancar tralará.
También se ha convertido en noticia que Roomba, los que hacían las máquinas infernales esas, juguetes de gatos, que limpian tu casa, cierra. Algunos creen que eso hará que la maquinita no sepa lo que tiene que limpiar y se vuelva loca en una especie de alzehimer tecnológico. Ahora ya te preocupa un poco más porque si no la tienes, alguna vez has pensado comprarte una.
Lo que sí que tienes es un almacenamiento en la nube. Joder, eso va de gratis con la cuenta del teléfono. No es gran cosa pero ahí está, salvándote los contactos y las fotos de tus primos chupando un limón en el cumpleaños del abuelo. Si esas empresas cierran o deciden, porque si, que mañana ya no te dan ese servicio, lo pierdes. Mi padre tenía una libretita escrita a mano con los contactos y en el salón estaban los álbumes de fotos que todavía se pueden ojear sin gastar ninguna batería.
El GPS, no nos olvidemos, es un sistema de posicionamiento tutelado por el ejército americano. Es algo cedido al mundo porque son así de buenísimas personas. Eso no quita que si EEUU entra en guerra en algún lugar disponen de un botoncito por el que tu coche se vuelve picha y te deja de ir el Waze. A ellos sí pero a ti no. Probablemente hasta sabrán donde estás pero tú no sabes si miras al norte , al sur o a Cuenca.
Hay infinidad de ejemplos en los que muchos de nuestros comportamientos diarios son dependientes de máquinas , servidores, software y servicios que están fuera de nuestro control. Por supuesto cosas tan básicas como el acceso al agua potable, la electricidad y la comida tenemos asumido que nos las pueden cortar con girar una llave de paso. Quizá lo que no tenemos asumido son otras mucha nimiedades tecnológicas: la aplicación con la que encendemos la calefacción desde el trabajo, la app esa donde apuntamos recordatorios, el programa de contabilidad en el que picamos datos horas y horas o simplemente aceptar que nuestro coche almacena los lugares por los que vamos, la velocidad a la que vamos y los adelantamientos que hacemos para vender esos datos a las aseguradoras y , asi, ganar dinero con nosotros a cambio de hacernos pensar que lo hacen por nuestro bien porque nos saluda por nuestro nombre al sentarnos al volante.
Voy a contarlo de memoria: un tipo se mete una piña con un Tesla y se mata. El coche es recuperable ( pero el dueño no). Un señor bastante manitas compra el vehículo y con tiempo y esfuerzo lo arregla. El coche no arranca. Desde Tesla le indican que lo que pasa es que el servidor de EEUU detectó una desaceleración brusca y eso inhabilita el vehículo por software. El mecánico explica que el coche ya está bien pero que para arrancarlo necesita que le activen el auto. y le piden la contraseña de usuario. No la tiene porque el usuario está muerto. Lo último que supe es que aquel coche seguía arreglado pero parado. Básicamente porque la máquina dice que no.
Hay un gag mítico de Little Britain titulado computer says no.
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