Quiero que te escueza tanto
que te quieras arrancar la piel,
que la herida nunca cierre,
que la sal te ayude a comprender.
Que lo sufras,
que ya es hora;
y, si escuece,
que te jodan.
Que lo sufras como yo,
que ya es la hora;
y, si escuece,
que te jodan.
Lágrimas que a ti te inunden
nunca puedas dejarlas caer,
que el amor a ti te ciegue,
que te estrelles una y otra vez.
Que lo sufras,
que ya es hora;
y, si escuece,
que te jodan.
Que lo sufras como yo,
que ya es la hora;
y, si escuece,
que te jodan.
Que lo sufras,
que ya es hora;
y, si escuece,
que te jodan.
Que lo sufras como yo,
que ya es la hora;
y, si escuece,
que te jodan.
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