Mal dia para buscar

5 de diciembre de 2011

Skynet, Simons y la bolsa.

Cuando Skynet tiene conciencia de si mismo (29/8/97) lo que se inicia según el argumento de Terminator es la aniquilación de la raza humana. En realidad, sin ir mucho más allá de la imaginación de algún tremendista, lo cierto es que las máquinas son parte de aquel problema que nos afecta en cada minuto de nuestros días.


Nuestro problema, según las estadísticas de opinión de la población, son económicos. Si tienes problemas de cama, son económicos. Si tienes problemas para sentir que no eres capaz de disfrutar la conducción salvaje y varonil de un Ferrari, es un problema económico. Si no te puedes ir a pasar un fin de semana a Logroño no se debe a que te hayas comportado como un tremendo gilipiollas, sino porque crees que la presión en el trabajo, al que vas por dinero, te ha llevado a esa situación de penuria.

Jim Simons, un refutado matemático, decidió que los problemas de dinero se le iban a terminar en el momento en el que decidió aplicar sus conocimientos en ese campo tan afectado por los problemas políticos globales como es la economía mundial. Contrató a un buen montón de programadores, físicos y matemáticos para su empresa de inversión y actualmente es multimillonario. Lo que ha hecho es eliminar todos esos escandalosos factores que suponemos que afectan a la economía y convertirlo en números.

En realidad aquellos elementos que afectan a la economía mundial ya no están regulados por aquellas personas que, teniendo conciencia de los problemas, las inversiones, los intereses de las poblaciones o las ideologías de las personas que mandan en el futuro de los demás decidan que éste o aquel empresario va a invertir en arroz, microchips, naranjas o huevos. No tiene que ver con que los países, que se creen de si mismos el ombligo de los destinos de sus votantes, suban o bajen el valor de su moneda o su deuda externa. Ni siquiera las guerras o la posesión de campos petrolíferos de los antidemocráticos árabes tienen tanta influencia sobre el valor del dinero que cobras a fin de mes como los autómatas que invierten automáticamente el dinero de las grandes fortunas siguiendo algoritmos tan desconocidos como los que funcionan en Google.

Al final el truco, como en casi todo, es eliminar el componente humano de la decisión a tomar y sustituirlo por complejas ecuaciones de alto grado que dan resultados fríos pero efectivos.

Al final, casi como decidió Skynet, el ser humano es la incognita que sobra en la ecuación. Eso sí, no termina con nosotros con una apocalíptica guerra nuclear, sino con una depreciación del valor de la moneda.

En el 2018, según la película, ya somos pasado. Ríete tú del calendario Maya.

Jim Simons está mucho más tranquilo mientras conduce un Ferrari, desconozco si va a algún hotel con encanto del mismo Logroño.

Es triste, pero es verdad: tu vida está regulada por máquinas que tienen algoritmos en vez de sentimientos.

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