Mal dia para buscar

12 de abril de 2009

El hombre trampolín

Trampolín, ese curioso dispositivo que nos ayuda a zambullirnos en la vorágine de la piscina.

¿Y si la piscina fuera una nueva fase de nuestra vida?. Al igual que en química son necesarios los catalizadores para efectuar correctamente las reacciones quizá en muchos de los aspectos que nos rodean también son necesarios ciertos elementos que nos ayuden a efectuar ese cambio.

Sin embargo los catalizadores se definen como tales ya que aunque colaboran en la reacción quedan inalterados tras la misma, de igual forma el trampolín vuelve a su posición inicial tras ayudarte a dar el salto.

Al contrario, las personas trampolín terminan con la sensación de haber sido solamente el catalizador para la zambullida en la piscina de la vida.

Podeis llamarme el hombre trampolín.

4 comentarios:

ilu dijo...

Al menos sirves para algo, que ya es mucho decir...
Me ha gustado la metafora, todos a lo largo de la vida hemos encontrado catalizadores unos positivos y otros negativos, unos que te empujan hacia tus objetivos y otros que solo son una rémora.
Al igual que nosotros lo somos para otras personas.
Lo malo de ser trampolín es que no puedes acompañar a la persona en su salto nada más que al inicio.

Si no te molesta, yo seguiré llamándote por tu nombre...lo de hombre trampolín no me gusta demasiado

ilu dijo...

...solo espero que no te hicieran mucho daño al tomar el impulso

j0r0ba dijo...

Cuando uno se ofrece como trampolín esa sensación es grata. Si a uno lo utilizan como trampolín la sensación es nefasta... lo que popularmente se conoce como "quedarse con cara de gilipollas"... y entra muy mala leche. Me da que tu hablas del segundo caso... animo.

Anónimo dijo...

Hombre trampolín, me suena a grupo pseudopunki madrileño de los ochenta.

"El hombre trampolín y la piscina llena sesos" XD

Bueno, más en serio, lo de conseguir motivar a alguien para que de el paso que todo el mundo sabe que tiene que dar (menos él); es algo muy loable. Aunque en ocasiones duela.

Ha sido una reflexión muy interesante.

¿A ti quién te lanzó para que llegaras a ser trampolín?

Salui