Mal dia para buscar

13 de abril de 2009

Carvin Jones, Dennis Rodman y problemas de ego


En pleno proceso de recuperacion de la realidad me he ido de concierto. Carvin Jones.

¿Quien es este señor? Carvin Jones es un absoluto genio con la guitarra, pero tiene un problema: que se quiere mucho. En un principio pensaba que era (negro, grande y sonriente) Wesley Snipes tocando, pero luego descubrí que en realidad era Dennis Rodman.Dennis fue un excelente jugador de baloncesto de los que existían cuando se jugaba (y no brincaba) al baloncesto. Era la época de Magic Johnson y tuvo la desagradable virtud de coincidir con los mejores años de Michael Jordan, Scotie Pippen, Larry Bird, Kareem y todos aquellos que brillaron con luz propia sobre todo en aquel All Star del 92 que vi a las 3 de la mañana narrado por Ramón Trecet.

El problema de aquellos que se quieren mucho es que aunque son excepcionales, lo saben. Es lo mismo que cuando un grupo de muchachotes vemos a una chica que definimos como "esta buena, y lo sabe" (aunque de lejos todas están buenas). Ese regodeo , esa autocomplaciencia, esa perfección genera cierto rechazo.

Gente excelente en lo suyo pero maltaratada por su ego hay demasiada. Pienso en Robbie Williams, en Berlusconi, en Maradona, en alguna guapa compañera de instituto... y sin embargo no he dejado de pensar en Maceo Parker, ese semidios de la música que aunque es tan o más maravilloso, te hace sentir como si fuera un amigo enseñándote lo que acaba de aprender con el saxo. (Y es que la vida se divide en antes y después de ver a Maceo en directo).

Porque Carvin Jones, espectacular guitarrista y showman, debería de aprender de Maceo aunque es mucho más divertido jugar a ser Dennis Rodman, espectacular jugador y showman. Supongo que son problemas de ego.

1 comentario:

ilu dijo...

Anda...yo también digo eso de..está bueno y desgraciadamente..lo sabe.
Aunque hay gente, que aún no siendo amables ni tratando bien a los demás, siguen teniendo amigos, a lo mejor esa es la clave...ir de subidito por la vida.
Gracias por Maceo Parker...me encanta