Hay cosas a las que uno puede llegar con prisa. Normalmente , en esos casos, no se suele llegar bien. Llegas, si, pero no en condiciones.
Pongamos un ejemplo.
Hay dos maneras de lavar los platos: los mojas, le das una pasada con el estropajo, los vuelves a mojar y les pasas ese trapo asqueroso que lleva ahí seis meses. Tardas un minuto. Quedan fatal. Puedes calmarte, frotar un rato, poner el agua tibia, fijarte en los detalles, revisar antes de poner a escurrir y después, tranquilamente, secar y guardar. En esta metáfora yo soy el plato. podría ser un plato mejor o más nuevo. Podría ser de Arcopal o de cerámica, tener menos uso o no llevar conmigo alguna marca de algún mal día. Es como jugar a las cartas: se hace con las que te tocan y pensar que podría ser mejor es un pensamiento inutil.A los 54 se llega con calma porque los que van con prisa caen a los 27, aunque sean estrellas del rock. Pero es la mitad exacta del camino aunque la hayas hecho a toda velocidad. ( en la foto Janis ha salido más guapa y Morrison no sale. La IA es una adolescente)
Y lo que hay es que cumplo 54 y me voy a trabajar. Llamaré, después, a madre. El otro día me dijo que estaba viendo doble. Me señaló a uno que iba de rojo y me dijo que veía a dos de rojo. Después me comentó que había un grupo de tres personas cerca y que ella veía a cinco.
El tiempo es algo que siempre va al mismo ritmo y alcanza los mismos futuros, así que lo que he aprendido es que se llega mejor con calma. Te dura más la vajilla.
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3 comentarios:
Me ha costado encontrar... Tenía razón, me llena de orgullo y satisfacción. Sé que para alguien eres una rosenthal, azul y elegante
pues felicidades, me tomare una cerveza a tu salud y que cada entrada de este post quiera decir que seguimos vivos, que tu mama ve doble, pero se rie mientras lo dice... y mientras que tu te preocupas y .. al final, que seguimos viendo como la vida sigue, sigues debiendome un libro firmado, y sigues sembrado...
😍
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